martes, 22 de mayo de 2012

Luis Muñoz (1966 )

Paréntesis

Es un café pequeño
de una calle tranquila
con tres menús de desayuno
y un mostrador con platos preparados:
setas con pasta y queso,
pollo, arroz, zanahorias,
bróculi, pizzas crudas.

Huele a mantequilla y a café.
Yo me siento junto al escaparate,
que está lleno de letras amarillas
como de crucigrama.
Hay tres personas más,
un señor italiano, que habla por un móvil,
y dos chicas comiendo col con huevo.
Mi mesa es de madera clara,
de proporciones dulces,
y no está limpia todavía.
El camarero llega y pasa un paño,
se detiene.


(texto tomado de Querido silencio, Tusquets editores, col. Nuevos textos sagrados, no.238, Barcelona, 2006.)