viernes, 31 de enero de 2014

Félix Grande (1937/ 2014)

Grupo escolar

Fila dos, desde abajo.
El sexto, de derecha a izquierda.
En tus ojos dos clavos de silencio,
garrapatas de sino. Cuánto miedo,
cuánto dos ojos, hijo mío, pariente
absoluto y menesteroso!

Yérguete. Desapénate:
disfruta ya del desagravio:
esta cazuela de sosiego
que ambos nos hemos merecido:
yo aquí en tu infancia y tú allá en mi posguerra...

Atiende, hijopaterno de mí:
no van a fusilar a papá:
el maestro don Ramón es buena gente y no va a denunciarlo.
Merienda en paz: mamá no va a tirarse al pozo,
ni se va a ahorcar en el árbol del patio,
oh llanto seco en su jaula de susto,
pobre mamá, pobre mujer tu madre mía,
perdónala en mis canas, hijo.
Perdónate en su sofocación.

Traigo buenas noticias para ti:
tu hermana Luisi, la gran caries
en tu dentadura de amor,
la que tanto se fue en su féretro blanco
vendrá mucho desde la muerte
riendo alborotando a iluminar los corredores
y a besar en nuestras mejillas
lágrimas de resurrección: respira, pues,
hasta el acuífero de tus dos pulmoncillos,
y mírame, ¡victoria!, tan viejo y tan alegre:
Desapénate, hijo. Levántate y merienda
leche espumosa, pan de trigo, rebanada
de mundo; sáciate: desayuna
la vitamina hercúlea de la vida estupenda:
tu duración y mi serenidad.
Y, por favor, desclávate de allí, sonríe
siquiera un poco para mí: yo, tu padre, tu hijo.

No creas todo lo que deambula
por tu cabeza hereditaria. Te lo digo
en secreto: hoy es siempre todavía. Ssss...
¿No ves cómo se abren
ventanas, puertas, manos ...cómo
el día y la noche se besan en la boca universal?
Desde el eslabón tuyo de la fotografía
haz un esfuerzo: otea
esa liberación en el pañuelo incógnito
que agita para ti el destino:
ahí verás el amor con la A majestuosa
de medio siglo de hondonada junta.
Verás a Guadalupe encaramada al mundo:
conócela: es tu hija, chaval!
pon a sus pies tu pleitesía!
Verás a tus hermanos con su mujer, sus hijos y sus nietos:
todos cenados y almorzados, todos
hambrones de salud y con zapatos, todos risueños
en la ventisca de vivir.

Traigo buenas noticias para ti:
verás España, Europa, América inclusive:
¡viajero tú, como las almas y como los pudientes!
Y verás mi cabeza blanca,
como la de papá, semilla y duración y resistencia
de lo que un día será tu partita de canas.
¿No te das cuenta, desapénate?
Cálmate. Cálmame. Danos por fin la paz que necesitas
para envejecer despacito y morir sonriendo,
hijo mío, mi infancia, fila dos desde abajo
allá en el fondo, acá en el fondo...


(fuente: "el cultural", El Mundo.es)

jueves, 30 de enero de 2014

Heberto Padilla (1932 / 2000)



El hombre junto al mar


No me deja pasar el guardia.
He traspasado el límite de edad.
Provengo de un país que ya no existe.
Mis papeles no están en orden.
Me falta un sello.
Necesito otra firma.
No hablo el idioma.
No tengo cuenta en el banco.
Reprobé el examen de admisión.
Cancelaron mi puesto en la gran fábrica.
Me desemplearon hoy y para siempre.
Carezco por completo de influencias.
Llevo aquí en este mundo largo tiempo.
Y nuestros amos dicen que ya es hora
de callarme y hundirme en la basura.




(fuente: blog "trianarts")

miércoles, 29 de enero de 2014

Sergio Solmi (1899/ 1981 )

Plegaria a la vida

Para que más ardas, para mejor sentirte,
para que siempre el corazón me parta
el tajo sediento de tu espada,
para que por la noche ansioso
en vano en buscarte me debata
y me alcance el alba
como una muerte amiga,
tregua no me des, vida mía,
dame la humillante pobreza,
los negros insomnios, los cuidados y los males.
Dame el delirante deseo
que se hincha de espejismos
y la tímida sangre que se agita a cada soplo.
Para que más ardas, para mejor sentir
este, tu beso, que me retuerce y demuda,
cada una de mis fibras consume en tu fuego,
cada pensamiento somete y anula,
cada dulzura tuya, la paz y la dicha,
niégame todavía.

(fuente: "otra iglesia es imposible", versión: Jorge Aulicino)

martes, 28 de enero de 2014

Joseph Brodsky (1940 / 1996 )

Ab Ovo

En última instancia, debería haber un idioma
donde la palabra "huevo" se redujese a una O.
Los que más se aproximan a eso son los italianos
con su uova. Por algo, Alighieri creía que era
el más saludable de los alimentos, compartiendo
esa preferencia con tenores y sopranos,
cuyos torsos como peras encarnan la esencia de la "ópera".
Lo mismo podría decirse de los poetas alemanes
-esos auténticos románticos- que empezaban cada verso
como alguien que se sienta a desayunar, o de los matemáticos,
igual de arrogantes, empollando su infinito
tan prolijamente dispuesto, cuyos ceros inmaculados
nunca romperán el cascarón.


(fuente: "otra iglesia es imposible", traducción: Daniela Camozzi y Walter Cassara)

domingo, 26 de enero de 2014

José Emilio Pacheco (1939/ 2014 )

Luz y silencio

Todo lo que has perdido, me dijeron,
es tuyo.
Y ninguna memoria recordaba que es cierto.

Todo lo que destruyes, afirmaron,
te hiere.
Traza una cicatriz que no lava el olvido.

Todo lo que has amado, sentenciaron,
ha muerto.
Porque en la sombra hay algo que acabó para siempre.

Todo lo que creíste, repitieron,
es falso.
Cayeron las palabras con que empezó tu tiempo.

Todo lo que has perdido, concluyeron,
es tuyo.
Una luz fugitiva anegará el silencio.


(texto en Tarde o temprano, ed. FCE, col. Letras Mexicanas, México, 1980.)

ANTES...

Antes de que caiga la noche en los pasillos y corredores de la tarde, escucho "Rubber Soul" para despedir la comitiva del crepúsculo que en su vuelo de algodón me deja un reguero de sombras, un aroma a incienso y una etérea inquietud: no, no vienes.


(fuente: muro FB de Uriel Martínez, inédito.)

sábado, 25 de enero de 2014

John Berryman (1914 / 1972 )

Dream song 263



No soportamos envejecer, pero envejecemos.
Nuestras diferencias se suman. Nuestra piel
se endurece o se marchita: se altera.
Se requiere valor; las cosas ya no son lo que han sido,
nunca lo serán. Los corazones ardientes se enfrían,
la energía no emerge a la superficie,

en secreto crece el alma menguante,
aprendida e incierta, joven otra vez
pero no en el mismo sentido:
Heráclito tenía una sabía palabra al respecto,
que he olvidado. Nos levantamos y lanzamos desatinos,
más sabios, en el fondo,

pero no más precisos. Dejemos eso a los jóvenes;
avanzar a tientas, hacia donde nadie ha estado
-constituye nuestro privilegio.
Además, uno se rinde pronto en nuestra época
-constituye vuestro privilegio, desde Chatterton
hasta nuestros días, un poco más amargos.



(fuente: "el poeta ocasional", traducción de Rafael Vargas.)

viernes, 24 de enero de 2014

Charles Simic (1938 )

Congregaciones de nubes



Parecía el tipo de vida que queríamos.
Frutillas silvestres y calma en la mañana.
Sol en todas las piezas.
Y nosotros desnudos en la playa.

Algunas tardes, sin embargo, nos encontrábamos
inseguros de lo que estaba por venir.
Actores trágicos en un teatro en llamas,
con pájaros volando alrededor de nuestras cabezas,
los oscuros pinos extrañamente calmos,
cada roca que pisábamos estaba ensangrentada por el atardecer.

De vuelta en la terraza tomábamos vino.
¿Por qué siempre el indicio de un final infeliz?
Nubes en apariencia casi humana
congregándose en el horizonte, lo demás encantador:
con el aire tan templado y el mar imperturbable.

Y de pronto la noche sobre nosotros, sin estrellas.
Vos prendiendo una vela, llevándola desnuda
a nuestra pieza, soplándola para que se apague rápido.
Los pinos delgados y los pastos en extraña calma.




(texto sustraído del blog "el poeta ocasional", traducción de Fabián Casas y Martín Gambarotta.)
 

jueves, 23 de enero de 2014

Henri Cole (1956 )

Delfines

Los delfines parecen felices —tumbados sobre su espalda,
mostrando su reluciente dorso— mientras la entrenadora
acaricia sus carrillos y hace que chillen enérgicamente.
Cuando se hace la muerta, ellos la empujan con sus hocicos.
como a través de un cielo Tiepolo, y los niños gritan alegremente,
destrozando mis sentidos.
                                           Recientemente, entre las cosas de Madre, encontré esto:
“Tengo miedo de él. Necesita atención psiquiátrica. Me incita
a creer cosas extrañas. Me ignora, me  ataca.
Muy tacaño. Quiere saber las condiciones de mi seguro”.
Aquí, en medio del revoltijo, la fidelidad y el amor no han sido
sustituidos por problemas y conflictos. ¿Qué protege
a los delfines de la angustiosa soledad? ¿Por qué sus almas
no son conscientes de su insignificancia? Qué lejos
parecen del mundo moderno. La belleza permanece inalterable.



(texto tomado del sitio "el poeta ocasional", versión de Carlos Alcorta.)

miércoles, 22 de enero de 2014

Jorge Pimentel (1944 )


Rimbaud en polvos azules

a Charo Arroyo

Rimbaud apareció en Lima un 18 de julio de mil
            novecientos setenta  y dos.
Venía calle abajo con un sobretodo negro y un par de
             botines marrones.
se le vio por la Colmena repartiendo volantes de apoyo a
             la huelga
de los maestros y en una penosa marcha de los obreros
             trabajadores
de calzado El Diamante y Moraveco S.A., reapareciendo en
             la plazuela
San Francisco dándole de comer a las palomas y en un
             cafetín donde rociaba
migajas de pan en un café con leche mientras entre atónito
             y estupefacto
releía un diario de la tarde. Las personas que lo vieron
              aseguran que denotaba
cansancio y que fumaba como un condenado cigarrillo
              tras cigarrillo.

Pálido como una hermelinda, de contextura delgada, entre
              las manos portaba
un libro de tapa gruesa. Luego hizo un ademán con la
              mano pidiendo la  cuenta.
Pagó 13 soles y 50 centavos y luego partió y una
              muchacha al reconocerlo le tendió
la mano  y le ofreció posada y su cuerpo a lo que él
              respondió invadiéndola
de luces anaranjadas. Llovía. Y las pocas personas que en
               esos momentos
contemplaban la escena —serían unas 15, de 20 no pasan—
                reunidas bajo el toldo
de la chingana armaron un tremendo barullo llamándolo
                Arturo Arturo Rimbaud.
Y sus pasos fueron lentos mientras enrumbaba por el
                Jr. Leticia y la calle Caquetá
en el Rimac. Casi todos los que se encontraban reunidos
                coincidían en afirmar
que su aparición podría traer funestas consecuencias al
                sistema y al orden
establecido y que mejor era dar parte a la policía. Y la
                descripción que de él
dio un político coincidía con las que se dan para atrapar a
                 un maleante.

La del empleado del Ministerio de Educación fue que en su
                 abundante cabellera
pendía un turbante turco y una argolla de bronce aparecía
                 en una de sus orejas.
A lo que un joven estudiante de San Marcos prorrumpió
                  amenazadoramente aseverando
que todos ellos estaban siendo alienados y que más bien
                   había que cumplir
al pie de la letra la aseveración de Juan Nicolás Arturo
                   Rimbaud “Hay que cambiar
la vida” para lo cual había que destruir todo un sistema
                   inhumano injusto y atroz.
¡Linda manera de hacerse oír!, terció la voz de un anciano,
                   y un muchacho
de secundaria dijo: ¡Bueno tío, y la muchacha que fue
                   invadida de luces
anaranjadas extrajo un lápiz de labios de su cartera
                   corriendo hasta llegar
a un muro donde inscribió esta significativa palabra

                                             FIN
 
(texto tomado del sitio "alpialdelapalabra")

martes, 21 de enero de 2014

Marco Antonio Montes de Oca (1932/ 2009 )

¿Adónde vamos, alma, cuerpo...?

¿Adónde vamos, alma, cuerpo,
siameses unidos por un tridente,
si un sol atizado con miradas
apenas nos sostiene?
Día vendrá en que a fuerza de cargar el cuerpo terrible de la
     belleza,
los hombros del crepúsculo cedan.
Será el día en que los hijos nazcan a pocos minutos de los
     padres
y con huesos muy endebles todavía
asuman sus puestos en las barricadas.
Bajo un rayo lento
o una estalagmita sin prisa por el cielo,
la despaciosa muerte nos oprime.
Y entre todos, el afanoso demente civilizado
descuella por su fervor al fuego negro:
todo lo investiga el minucioso infame,
se pierde en los intestinos de cristal del alambique,
busca la cuadratura del milagro,
a bordo de cabalgatas lunares se desplaza,
hurga entrañas de la constelación remota
y aún más allá:
donde ni baldosas de viento existen
ni existe el grueso blindaje de los conquistadores,
ni grutas que el silbo de una distante flecha desmorona.
Y mientras revientan sin explosivos los continentes
y una roja escarcha de jueves santo
hiere el muro tibio de las frentes,
tú, demente civilizado necesitas más:
blanquear nuestras venas con harina
que sólo a los gusanos embellece
y ver si en Marte son posibles nuestras tumbas.
Tal una procesión descontenta de difuntos
cambiando su definitiva muerte
por otra, en apariencia más profunda.


(texto extraído de Delante de la luz cantan los pájaros [Poesía 1953- 2000], FCE, col. Letras Mexicanas, México, 2000.)

lunes, 20 de enero de 2014

Echados como canes


El mejor amigo

Rowlf está debajo de la mesa. Era una de las fantasías que me faltaba realizar, la de tener un perro esclavo lamiéndome los pies mientras trabajo o mientras chateo con mis amigos o juego a alguna boludez en la computadora. Es así, mientras uno va cumpliendo fantasías se inventa unas nuevas, más sofisticadas. Esta, en particular, pensaba que no iba a poder cumplirla, que no iba a poder escribir mientras alguien me lamía los pies debido a la excitación, pero acá estoy, escribiendo mientras siento la lengua tibia, húmeda y gruesa de Rowlf.
Hasta no hace mucho me interesaban solamente las lamidas de botas. Lo importante, en este caso, es que uno pueda sentir la lengua contra el pie a través del cuero. “No siento tu lengua, perro, lamé con más fuerza”, es una frase que repetí varias veces durante el entrenamiento de esclavos. Así lo aprendí yo de mi primer Master y es así como adoro las botas de Matute, mi Master actual, lamiendo con la suficiente presión como para que se sienta cómo el cuero cede ante la lengua. Las botas de mi Amo están ahora a un costado de mi cama, es un par que decidió dejar en mi casa para que no lo extrañe tanto y, además, por una cuestión sanitaria: el hecho de que no hayan sido usadas en la calle hace menos riesgoso para la salud el lamerlas, sobre todo lamer las suelas. El placer que se siente con la lamida de botas y la lamida de pies es muy diferente. Lamer botas implica necesariamente una actitud de sumisión, en cambio el lamer pies no necesariamente. En mi ranking de sensaciones placenteras, una buena lamida de pies mientras me cogen o cojo a mi partenaire, patitas al hombro, encabeza la lista.
En el caso de Rowlf sí se trata de sumisión. Es un excelente perro, muy sumiso y obediente. A veces se rebela y quiere dominar la situación, yo lo dejo, pero apenas le doy una orden, la cumple. Muchas veces se queda durante largos minutos mirándome fijo mientras yo hago otra cosa, entonces le pregunto qué le pasa y su respuesta es siempre la misma: “Es que me gustas mucho”. Por momentos me molesta esa mirada de perro esperando al borde de la mesa un resto de comida, o una caricia o una palabra de su Amo, con el plus de que los ojos de Rowlf son grandes y más expresivos que los de cualquier otro perro, que los de muchas personas incluso. Los perros son así, y en ese sentido mi esclavo es un perro genuino. La diferencia es que cuando un perro (un can, digo) te mira, no piensa, al menos eso creo; en cambio un perro humano, además de mirar piensa y eso por momentos me inquieta. Puedo saber cuándo Rowlf me mira con amor, con aburrimiento, con altanería, sé cuándo se siente humillado, cuándo está aprobando o desaprobando. A veces capto en su mirada una actitud desafiante. “Si seguís así me vas a ojear, perro. ¡A los pies!”, le ordeno entonces, y él siempre obedece. Hoy estoy en patas, es la primera vez que mi perro me lame los pies mientras escribo, es mejor que todos los perros del mundo. Hace un rato que no siento su lengua, miro debajo de la mesa, se quedó dormido, echado en el piso, con la cabeza apoyada en mi pie izquierdo.




(¿Qué mejor compañía del lobo estepario que una mascota? Nota de Pablo Pérez, "cuatro patas", calcada del sitio "soy", Clarín, Buenos Aires.)

domingo, 19 de enero de 2014

ACASO

Acaso

 Todo indica que hoy será un día perfecto: el sol empieza su brillo antes de las ocho, pasan autos con colegiales rumbo a los estudios, el tren que va parece salido de un nacimiento de juguete (como el de José Ramón Modesto), el café con canela y miel humea en la taza, el humo del tabaco traza una escalera de caracol serena y ascendente, en el refrigerador espera un trozo de pastel envuelto, la cama está sin hacer, la lámpara del buró irradia lasitud, el cirio recién apagado despide un aroma de féretro, las cruces de cal en el piso indican que ya no vendrás, que te encuentras en la gaveta correspondiente a "archivos en desuso", el agua del baño sale tibia. Las yerbas de los tiestos exhiben brotes niños. Acaso un día nosotros...
 
 
(texto tomado del muro FB de Uriel Martínez, inédito.)

sábado, 18 de enero de 2014

José María Parreño (1958 )

Te enterraré en un verso


Te enterraré en un verso
que no he encontrado aún,
maniatada con tinta
en una zanja escrita a tu medida,
en un renglón de abismo
cavado para ti.
Te haré pedazos, letras.
Desmembrada. Y así
todos podrán leerte
y nadie, escúchame,
nadie
descubrirá tu cuerpo.


(texto extraído del blog "rua das petras")

viernes, 17 de enero de 2014

Derek Walcott (1930 )

Vendrá un tiempo...

  Vendrá un tiempo
en que, con gran júbilo,
nos saludaremos a nosotros mismos
ante nuestra propia puerta, frente a nuestro propio espejo,
y con una sonrisa ambos agradeceremos la bienvenida del otro,

y diremos, siéntate. Come.
Volverás a amar al extraño que fue tu yo....
Ofrécele vino. Obséquiale con pan. Devuélvele tu corazón,
a ese otro yo, al extraño que te ha amado

toda la vida, al cual ignoraste
por otro, que te conoce desde el fondo del alma.
Coge las cartas de amor que guardas en la estantería,

las fotografías, las notas desesperadas,
arranca tu propia imagen del espejo.
Siéntate. Festeja tu vida.

(duplicado del muro de pedro a. assef, sin crédito  al traductor.)

jueves, 16 de enero de 2014

Jorge Posada (1980 )

Caminabas
durante horas
por los rieles
del tren ligero
hasta sentirte mareado.


Comías
en alguno de los cafés
del centro
y después
en un cine porno
hasta que el hombre
de la lámpara
tocaba tu brazo
y advertía:
Es hora de irse a casa, chico.

Al llegar te quitabas la ropa.
En el baño
te salían hilos de sangre
que tardabas en detener.




(texto extraído de Costa sin mar, edición Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Colección Pez en el Agua, Serie Poesía, México, 2012.)

miércoles, 15 de enero de 2014

Laura Yasán (1960 )

Como un montón de caspa


qué hay de terrible en el disfraz o
qué hay de malo en el corazón de un cínico

qué tan sórdido como
una palabra de amor
dicha bajo el raido cubrecama
de un cuarto de hotel

qué tan sucio
como la boca de un hombre
que no sabe reirse de si mismo

qué hay de valioso en la mentira o
qué hay de malo en el corazón de un cínico

es la crudeza
o su desprecio por tu forma de ser
tu conciencia tranquila
tu felpudo que dice bienvenidos
tus tarjetas de navidad

qué hay de malo en el corazón de un cínico
en su fascinación por lo inconcluso
su malintencionado deseo de crispar
de ver la humanidad
como un montón de caspa y grasitud

y vos que te encerrás a solas en el baño
te ponés los corpiños de mamá
te calentás delante del espejo con sus medias de nylon
qué ves de malo en la apariencia
qué ves de malo en la palabra inhóspita
en la mirada tórrida
qué ves de malo en la pureza
del corazón de un cínico.
 
 
(texto extraído del blog "emma gunst")

martes, 14 de enero de 2014

Juan Gelman (1930/2014 )

Muertes
un día vi pasar a la muerte
no iba a caballo
chillaba
como las golondrinas alrededor de santa maría maggiore
es triste la muerte así
lo digo en serio y por las dudas
que alguien no sepa que una muerte así es triste
esa muerte chillaba como un condenado
no la favorecían
el bello estío las fuentes las mujeres que ella dejaba transitar
como calor fuego o piedad
la muerte esa
no valía un centavo en ningún lugar del mundo
por empezar no era necesaria
no tenía aventuras ni corajes
no cantaba
no era capaz de hacer cantar
no usaba medias azules
sus ojos
chillaban como golondrinas cortando la tarde alrededor
de santa maría maggiore
lo digo yo que la vi
daba
lástima o pena esa muerte a cocheros caballos
suaves en la mitad del día
muerte sin gusto
sola
infeliz
muerte vieja
sin volar
sin hilo en los piecitos
chillando
en la mitad de la plaza
cuando terminó de pasar tuve miedo
no quiero ver nunca más a esa muerte
de todo corazón no quiero verla nunca más
especialmente el día de mi muerte


(texto extraído del sitio "Letra Ñ")

Ignacio Uranga (1982 )

El sueño de Laura


"Ahora, a dieciséis años de no escupir al caminar
a dieciséis de no mear en los potreros, ahora que
el Lito espera un hijo, que Haroldo va por el
segundo; ahora que el Preso se mudó y no lo
veo; ahora, que caigo en la cuenta de que al Rodi
hace diez años lo mataron dos veces: la primera
por error, la otra jugando; ahora, que no puedo, que
no puedo; al barrio no vuelvo por miedo a mí
mismo, porque ahora el chico es un ilustrado que
asiste a la academia y evita ensuciarse los zapatos; ahora
que la licenciada en ciencias psicológicas Erzetic Paula
diagnosticó neurosis, y el psiquiatra no se pone de acuerdo
con la enfermedad y la droga para la cura; ahora, que es
un intelectual convertido, un converso pibe del barrio Colón
que antes escupía y meaba el portón de cualquier vecino, ahora
que sufre porque de las palabras no se vuelve: el siete de octubre
Laura soñó le decía: no quiero más esto, Laura, no quiero más esto".
 
 
(texto extraído del sitio "emma gunst")





 

lunes, 13 de enero de 2014

Ana Ajmátova (1889/1966 )

Una desconocida

Mi vida ha transcurrido en algún sitio
del que yo estaba ausente.
¡Cuántas veces se levantó el telón
y la escena vacía
en vano ha esperado por mí!
¡Cuántas veces
tendió el amor los brazos
hacia mi cuerpo trémulo
y abrazó solo arena, 
una mujer sin nombre,
mientras yo sonreía en otra parte!
A mis mejores amigos
los perdí en algún recodo del camino
antes de haberlos encontrado.
Conozco palmo a palmo una ciudad
y nunca he estado en ella.
Me han conmovido hasta las lágrimas
mares que nunca he visto,
versos que nunca he escrito,
un rostro en el espejo, 
que era el rostro de mi madre
y el de la hija que no tuve
y el de una desconocida
que me miraba con extraño amor,
pero nunca era el mío.
Alguien que se llevó mis risas,
me ha dejado sus lágrimas.
¿De quién son estas lágrimas,
de quién este dolor 
que me traspasa un pecho que no es mío?
Me han robado mi vida,
no lloréis en mi tumba. En ella yace,
bajo mi nombre, una desconocida.



(texto tomado del blog "emma gunst", sin crédito al traductor.)

domingo, 12 de enero de 2014

Gemma Gorga (1968 )

Pedres

Si la veu pogués sortir a les fotografies
como hi surt l'ombra o la tendresa -tot i ser
realitats més vulnerables-, sentiria
un cop més el meu pare explicant-me que, abans
de collir una pedra, cal fer-la rodolar
amb el peu o amb una branca per espantar
els escorpins que s'hi amaguen com punxes seques.
Mai no vaig preocupar-me'n. Perquè tenir sis
anys era senzill, senzill com morir-se. 
En tots dos casos, no hi havia més secret que l'aire:
respirar-lo o no respirar-lo, com si l'ànima
fos plena de diminuts alvèols que s'obren
i es tanquen. El primer escorpí que vaig veure
va ser al llibre de ciències naturals,
atrapat per sempre entre les pinces severes
del temps. De vegades, però, els llibres no expliquen
tota la veritat, com si no la sabessin
o l'haguessin oblidat camí de la impremta.
Arácnid que té el cos dividit en abdomen
i cefalotòrax. Res no hi deia del sol
ardent a la llengua, de la por, de l'espiga
travessada al coll. Jo no sabia llavors
que les paraules són immensos icebergs
que oculten sota les aigües glaçades molt
més del que mostren. Com la paraula escorpí.
I ara, mentre el telèfon sona insistentment
-un crit agut de matinada-, mentre em llevo,
encenc el llum, acosto la mà al seu cos blanc
de plàstic que brilla com una pedra al sol,
mentre el despenjo, i dic sí?, i algú em diu que ets mort,
yo només penso en els escorpins, en allò
que volies dir-me quan repeties fés
rodar les pedres, sisplau, fés rodar les pedres.


Piedras

Si la voz apareciese en las fotografías
como aparece la sombra o la ternura -aun siendo
realidades más vulnerables-, oiría
una vez más a mi padre explicándome que, antes
de coger una piedra, hay que hacerla rodar
con el pie o con una rama para espantar
a los escorpiones que allí se esconden como púas secas.
Nunca me preocupé. Porque tener seis años
era sencillo, sencillo como morirse.
En ambos casos, no había otro secreto que el aire:
respirarlo o no respirarlo, como si el alma
estuviera llena de diminutos alveolos que se abren
y se cierran. El primer escorpión que vi
fue en el libro de ciencias naturales,
atrapado para siempre enre las pinzas severas
del tiempo. Pero, a veces, los libros no explican
toda la verdad, como si no la supiesen
o la hubiesen olvidado camino de la imprenta.
Arácnido con el cuerpo dividido en abdomen
y cefalotórax. Nada decía del sol
ardiente en la lengua, del miedo, de la espiga
atravesada en el cuello. Yo no sabía entonces
que las palabras son inmensos icebergs
que ocultan bajo las aguas heladas mucho
más de lo que muestran. Como la palabra escorpión.
Y ahora, mientras el teléfono suena insistentemente
-un grito agudo de madrugada-, mientras me levanto,
enciendo la luz, acerco la mano a su cuerpo blanco
de plástico que brilla como una piedra al sol,
mientras lo descuelgo, y digo ¿sí?, y alguien me dice que has muerto,
yo sólo pienso en los escorpiones, en lo que
querías decirme cuando repetías haz
rodar las piedras, por favor, haz rodar las piedras.


(texto tomado del sitio "la mirada del lobo", traducción de Marta Company y Judith Sánchez.)

sábado, 11 de enero de 2014

Marco Antonio Montes de Oca (1932/2009 )

Colibrí

Colibrí, astilla que vuelas hacia atrás
y te detienes
y en picada avanzas
contra el pecho milenario del perfume:
en tus manos encomiendo
las generaciones todavía plegadas a mi carne,
las llamaradas de nieve en el diamante
y la coraza de súplicas que protege a la ruina
contra el definitivo polvo.
En tus manos y alas encomiendo
al siempre silencioso, al poeta
que rasga sus vestiduras hasta el hueso
y acoge a sus espectros
y les transmite nueva niebla
soplando su canción entre sus labios secos.
En tus manos encomiendo al niño marinero
que crece cuando le falta la piel
para tatuarse el perfil de cuanto sueña,
pues no le duele al revés del párpado
su propia carne viva,
ni el hombre al hombro,
ni la sal a las heridas del mar.
En cambio los niños sufren
cuando todavía vendados por un vientre,
sólo contemplan la luna
si su madre bosteza.


(trozo de "Contrapunto de la fe" [1955], en Delante de la luz cantan los pájaros (poesía 1953-2000),
editorial Fondo de Cultura Económica, col. Letras Mexicanas, México, 2000, I edición.)

viernes, 10 de enero de 2014

María Mercedes Carranza (1945/2003 )

 
Oda al amor
 
Una tarde que ya nunca olvidarás
llega a tu casa y se sienta a la mesa.
Poco a poco tendrá un lugar en cada habitación,
en las paredes y los muebles estarán sus huellas,
destenderá tu cama y ahuecará la almohada.
Los libros de la biblioteca, precioso tejido de años,
se acomodarán a su gusto y semejanza,
cambiarán de lugar las fotos
Otros ojos mirarán tus costumbres,
tu ir y venir entre paredes y abrazos
y serán distintos los ruidos cotidianos y los olores.
Cualquier tarde que ya nunca olvidarás
el que desbarató tu casa y habitó tus cosas
saldrá por la puerta sin decir adiós.
Deberás comenzar a hacer de nuevo la casa,
reacomodar los muebles, limpiar las paredes,
cambiar las cerraduras, romper los retratos,
barrerlo todo y seguir viviendo.
 
 
(texto tomado del sitio "circulodepoesia")

jueves, 9 de enero de 2014

Carina Sedevich (1972 )


Elegía para Bernardo

 Me dijeron que habías muerto, por fin
después de un año y medio de agonía
después de la vida entera de saber
que morirías.

Yo que no fui tu mujer sabía
porque me lo habías contado
que no creías en nada que pudieras hacer
para conjurar  tu destino.

Yo que no fui tu mujer sabía
que escribías cuentos y que dabas tu sangre
y el nombre de los perros de tu quinta.

Yo que no fui tu mujer te escribí 
con tanto sentimiento que logré 
que un día te odiara mi marido.

Hoy me paré a los pies de tu ataúd y te miré.
La barba recortada en el color de la muerte.
Hubiera querido mirar tus ojos cerrados
profundamente cerrados
mirarlos profundamente.

Tus ojos árabes, enormes como bestias.
A mí que no me amaste esos ojos me miraron
alguna vez, y eso me consuela. 
A mí que no me amaste me habrás recordado
alguna vez, solo, con lujuria o con pena. 

Sentí celos y lástima de quienes te vistieron,
de quienes vieron tu cuerpo enflaquecido.
Yo que te tuve cuando estabas entero.

Las manos de tu madre hurgaban la mortaja
buscando tus manos amarillas
con movimientos lejanos, automáticos.

Yo que no fui tu mujer, entonces,
no pude acercarme
aunque no hubiera otra que te reclamara.
Estabas solo, con tu madre
y no tuve el coraje de tocarte.

Habrás sufrido, habrás deseado la vida.
De todos modos
repartiste tus cosas entre tus hermanos
y dejaste pagado tu sepulcro.

Realmente sos vos, no estás distinto.
Hubiera querido conocerte libre
porque te merecías un amor entero
y aunque así no fuera, te lo hubiese dado.

No pude pasarte la mano por el pelo.
Susurré un padre nuestro, pero ya en la calle
mientras el viento de junio se quemaba. 

A mí que no me amaste me habrás visto llorar.
¿Perdonarás ahora mi egoísmo
como se perdona el capricho de algún niño ajeno?

Yo que no fui tu mujer te hubiera amortajado,
hubiera acariciado los huesos de tu cara. 


(texto tomado del blog "emma gunst")



miércoles, 8 de enero de 2014

¿Prensa independiente?, para nada

Artículo 19 censuró la indolencia mostrada por el gobierno de Enrique Peña Nieto ante las agresiones a periodistas, además de que, añadió, mantiene cooptados algunos medios de comunicación y la opacidad en la difusión de la información continúa firme.
Durante la presentación del Índice Nacional de Órganos Garantes del Derecho de Acceso a la Información (INOGDAI), creado por Artículo 19 y México Infórmate, Darío Ramírez, director para México y Centroamérica de la primera organización, sostuvo que aun cuando han disminuido actos extremos de violencia contra la prensa, han crecido otro tipo de ataques que mantienen en alerta a los medios.
En entrevista con representantes de los medios de comunicación, Ramírez admitió que en 2013 disminuyeron en 80% los casos de homicidios y desapariciones de periodistas. La reducción es significativa tomando en cuenta que “la media que veníamos manejando en los últimos 10 años era de nueve a 10 periodistas asesinados”, apuntó.
Añadió:
“Lo que ha crecido en 43% es el número de otra violencia contra la prensa: intimidaciones, amenazas, violencia física y ataques cibernéticos a los medios de comunicación”.
Asimismo, reprobó que los instrumentos creados para proteger a periodistas no estén funcionando adecuadamente, dado que, subrayó, “hay una indolencia del Estado mexicano hacia la prensa. No le importa que los mismos periodistas tengan que buscar refugio porque el Estado mexicano está ausente y porque las medidas que ha tomado son ineficaces”.
Criticó que a siete años de la creación de la Fiscalía Especializada de Atención a Delitos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), aún no hay resultados efectivos en términos de combate a la impunidad, y en cuanto al Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, de la Secretaría de Gobernación (Segob), “no toma en serio la protección a periodistas”.
Al citar como ejemplos la incursión de un comando armado en la casa de la periodista Anabel Hernández y los ataques a Carmen Olsen, reportera de Baja California, Ramírez señaló que ocurrieron “por negligencia del Mecanismo de Protección, y evidentemente ello preocupa gravemente”.
Tras recordar que fue el propio Peña Nieto quien se comprometió a establecer reglas claras en la distribución de recursos del gobierno para adquirir publicidad y evitar el condicionamiento de los medios, Ramírez resaltó que con el regreso del PRI al poder también volvieron las tradicionales prácticas de control de la prensa.
“El mecanismo priista pasa por la cooptación de los medios, por la relación comercial entre medios y autoridades, por la presión de controlar (…) No hay víctimas ni victimarios, lo que hay es una relación perversa en términos de opacidad entre algunos medios de comunicación, no todos, y autoridades a través de la opacidad en los contratos comerciales”, sostuvo.
En cuanto a la revisión de las oficinas de acceso a la información, durante la presentación del INOGDAI se destacó que 81% de los órganos estatales de transparencia no garantizan ese derecho, siendo San Luis Potosí el estado más opaco, con un índice de 20.1%, seguido por el Estado de México, con 39.2%. El mejor calificado fue Puebla, con apenas 70.2%.


(nota tomada íntegra de la agencia "apro" de Proceso.)

Ted Kooser (1939 )

Granja abandonada

Era un hombre corpulento, dice la talla de sus zapatos
sobre una pila de platos rotos, junto a la casa;
y también alto, dice el tamaño de la cama
en una habitación de la planta superior; y bueno y temeroso de Dios,
dice la Biblia con el lomo partido,
en el suelo, bajo la ventana, entre motas de polvo iluminadas por el sol;
pero no estaba hecho para la agricultura, dicen los campos
cubiertos de pedruscos y el granero lleno de goteras.

Vivía una mujer con él, dice el empapelado del dormitorio
con motivos de lilas y los estantes de la cocina
forrados con hule, y tenían un hijo,
dice el arenero hecho con un neumático de tractor.
El dinero era escaso, dicen los frascos de ciruelas en conserva
y las latas de tomate precintadas en la lucerna.
Y los inviernos duros, dicen los trapos en los marcos de las ventanas.
Era un lugar solitario, dice el angosto camino vecinal.

Algo fue mal, dice la casa vacía
en el terreno tapado por las malas hierbas. Las piedras en los campos
dicen que él no era un granjero; los frascos cerrados
en el sótano dicen que ella se fue precipitadamente.
¿Y el chico? Sus juguetes están esparcidos en el patio
como ramas después de una tormenta: una vaca de goma,
un tractor oxidado con el arado roto,
una muñeca vestida con un overol. Algo fue mal, dicen.


(texto tomado del sitio "otra iglesia es imposible", versión de Jonio González.)

martes, 7 de enero de 2014

Mascha Kaléko (1907/1975 )

 El célebre sentimiento

Cuando morí por vez primera
―aún sé cómo ocurrió―,

morí en silencio y fue del todo,
pasó en Hamburgo, el mes de abril,
y yo tenía dieciocho.

Cuando morí por vez segunda
la muerte me hizo daño.
Yo te dejé bien poca cosa:
el corazón batiendo en tu portón,
sobre la nieve huellas rojas.

Pero al morir por vez tercera
no me dolió ya tanto.
Tan cotidiana como el pan
y los vestidos fue la muerte.
Ya no me muero más.
 
 
(texto tomado del sitio "la mirada del lobo", traducción de Inmaculada Moreno.)

lunes, 6 de enero de 2014

Eloy Sánchez Rosillo (1948 )

Como el viento en la noche

Siendo tan sólo lo que soy, un hombre,
y no el viento nocturno,
y estando aquí, tan para siempre lejos,
acudo -no sé cómo- ciertas noches de luna,
igual que el viento, buen hermano suyo,
hasta donde se alza la vieja acacia aquella,
es decir, a mi infancia. Y allí sigue,
esbelta, misteriosa y solitaria,
en abandono triste, irremediable,
perdida en el inmenso silencio de los campos
junto al deshabitado caserón.
Me acerco a ella en la noche como si fuera el viento,
la miro desde arriba y me enredo en sus ramas,
la hago sonar,
divago por su copa, y luego me remanso
al lado de los pájaros que duermen.
Puedo ver cómo fluye entre sus hojas
la delicada luz que desde el cielo cae:
agua de luna pura,
agua de estrellas de la madrugada.
Aquí me tienes, vieja amiga, no es
el viento el que ha venido,
soy yo, Eloy, aquel de entonces,
que ahora vuelve, ya con el pelo blanco,
a darte compañía;
alrededor de ti giro muy lentamente,
y seguiré contigo, para que no estés sola,
hasta que empiece a despuntar el alba.
 
 
(texto tomado del blog "la mirada del lobo")

domingo, 5 de enero de 2014

Carlos Pellicer (1899/1977 )

El viaje

Y moví mis enérgicas piernas de caminante
y al monte azul tendí.
Cargué la noche entera en mi dorso de Atlante.
Cantaron los luceros para mí.

Amaneció en el río y lo crucé desnudo
y chorreando la aurora en todo el monte hendí.
Y era el sabor sombrío que da el cacao crudo
cuando al mascar lo muelen los dientes del tapir.

Pidió la luz un hueco para saldar su cuenta
(ya llevaba un puñado de amanecer en mí).
Apretaron los cedros su distancia, y violenta
reunió la sombra el rayo de luz que yo partí.

Sobre las hojas muertas de cien siglos, acampo.
Vengo de la montaña y el azul retoñé.
Arqueo en claro círculo la horizontal del campo.
Sube, sobre mis piernas, todo el cuerpo que alcé.
Rodea el valle. Hablo,
y alrededor, la vida, sabe lo que yo sé.


(texto tomado de 24 poetas latinoamericanos, selección y prólogo de Francisco Serrano, Coedición Latinoamericana, México, 2012, sexta reimpresión.)

sábado, 4 de enero de 2014

María Mercedes Carranza (1945/2003 )

Poema de amor

Afuera el viento, el olor metálico de la calle.
Ya dentro, va dejando todo lo que lleva encima,
primero la cartera y la sonrisa;
se deshace de las caras que ese día ha visto,
los desencuentros, la paz fingida,
el sabor dulzarrón del deber cumplido.
Y se desviste como para poder tocar
toda la tristeza que está en su carne.
Cuando se encuentra desnuda
se busca, casi como un animal se olfatea,
se inclina sobre ella y se acecha:
inicia una larga confidencia tierna,
se pide respuestas, tal vez tiene la mirada turbia;
separa las rodillas y como una loba se devora.
Afuera el viento, el olor metálico de la calle.


(texto tomado del blog "la mirada del lobo")

viernes, 3 de enero de 2014

Guillermo Arriaga (1926/2013 )

El coreógrafo, bailarín, compositor e investigador Guillermo Arriaga Fernández falleció hoy en esta ciudad a los 87 años, víctima de una neumonía, informó su alumno y apoderado legal Bernardo González.
Al expresar sus condolencias vía Twitter, Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), destacó la obra emblemática de Arriaga, considerado como uno de los iniciadores de la danza mexicana contemporánea.
“Su coreografía Zapata fue aplaudida en escenarios nacionales e internacionales por su dramatismo y militancia”, escribió Tovar.
Según información del Conaculta, el también fundador (junto con Patricia Aulestia) del Centro Nacional de Investigación para la Danza “José Limón” realizó más de 400 coreografías, entre ellas Cuauhtémoc y La recepción del fuego olímpico en Teotihuacán, pero Zapata fue su obra más celebrada.
Su estreno mundial aconteció en el Teatro Nacional Studio de Bucarest, durante el IV Festival Mundial de las Juventudes Socialistas en Rumania. Posteriormente, en México se presentó por primera vez el 31 de octubre de 1953 en el teatro Juárez de Guanajuato y el 10 de noviembre de ese mismo año en el Palacio de Bellas Artes, en esta capital, escribió el periodista Roberto Ponce en el semanario Proceso del 10 de agosto de 2003.
Ese año la periodista Adriana Malvido, sobrina del coreógrafo, publicó el libro Zapata sin bigote. Andanzas de Guillermo Arriaga, el bailarín, en el que consigna las palabras de su tío acerca de la famosa pieza, con música de José Pablo Moncayo y escenografía y vestuario de Miguel Covarrubias. En ella sólo intervinieron el propio Arriaga como el héroe revolucionario Emiliano Zapata, o bien como el pueblo mexicano, y Rocío Sagaón como la tierra.
El artista, nacido en esta ciudad el 4 de julio de 1926, inició sus estudios de danza a los 15 años y debutó profesionalmente a los 23 en el Ballet Nacional de México. También hizo estudios con Anna Sokolow, Waldeen von Falkenstein, José Limón, Doris Humphrey, Margaret Craske, La Meri y Myra Kinch.
Entre sus acciones como promotor cultural logró incorporar la danza al Seminario de Cultura Mexicana, fue director de danza del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y estableció el Premio Nacional de Coreografía Fonapas-UAM (actualmente INBA-UAM).
También fue miembro de número de la Academia de Artes y recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes 1999. Al cumplir 54 años de labor en el INBA, recibió la Medalla de Oro de Bellas Artes.
En su libro, Malvido recoge una anécdota que Arriaga le contó:
“En 1952 viví una experiencia definitiva en mi vida. Y es que tuve el privilegio de ser becario del Jacob’s Pillow Dance Festival. Ted Shawn, Papá Shawn, como todos le decíamos, fue mi maestro y guía durante ese memorable verano”.
Resume la periodista:
“Shawn inicia su carrera en el mundo de la danza con Hazle Wallack, su primera maestra y compañera de baile. Aunque la pareja llegó hasta el compromiso formal de matrimonio, terminaron por divergencias artísticas. Shawn se casa en 1914 con Ruth St. Denis, quien junto con Isadora Duncan revoluciona los conceptos de lo que fue hasta entonces la danza clásica tradicional en Estados Unidos”.
Sobre el festival al que asistió en 1952, el coreógrafo relató:
“Fernando Gamboa, en ese entonces subdirector del INBA, me subsidió el pasaje de ida. De regreso, ni hablar, en autobús. Pero eso no es lo importante, sino la experiencia allá. Además de sus cursos de técnica, Shawn ofrecía pláticas magistrales, y lo más profundo para mí de sus mensajes consistía en transmitirnos lo siguiente: El artista debe ser, sobre todas las cosas en la vida, un sujeto útil a la sociedad. Tener la humildad para barrer con gusto un estudio, tender una cama, atender un estacionamiento, cortar el césped, ser generoso con los demás y, con esa misma sencillez, plantarse en un foro y proyectar toda la carga emocional que guardamos por dentro”.
Y Arriaga mantuvo esa actitud a lo largo de su vida, subraya la periodista.
En la introducción de esa biografía, Malvido también resalta: “…Arriaga es no sólo uno de los protagonistas de la época de oro de la danza en México, sino un promotor cultural siempre preocupado por el rescate de la memoria.
“Autor de Zapata, pieza que para críticos como Raquel Tibol significa una ‘obra límite, que marca un antes y un después en el desarrollo de la danza mexicana’, y la que le ha valido también ser considerado ‘el Juan Rulfo de la danza’, Arriaga ha decidido contar su vida”.
Destaca que el volumen es un relato de viva voz de su protagonista, “un artista que, como el adolescente de la película Billy Elliot, dio sus primeros pasos danzantes en las azoteas para saltar rápidamente, y en la categoría de primer bailarín, a los escenarios más importantes de México y el mundo”.
Ahí están sus recuerdos, su vida íntima y pública, sus miedos, sus éxitos y fracasos. Es una historia de la danza moderna contada por uno de sus protagonistas, apunta.
El INBA lamentó el fallecimiento del coreógrafo, bisnieto del abogado constituyente, liberal y federalista Ponciano Arriaga, e informó que en las próximas semanas le hará un homenaje nacional póstumo.


(Semblanza de Judith Amador Tello en el sitio "apro")

Eugénio de Andrade (1923/2005 )

Os trabalhos da mão

Começo a dar-me conta: a mão
que escreve os versos
envelheceu. Deixou de amar as areias
das dunas, as tardes de chuva
miúda, o orvalho matinal
dos cardos. Prefere agora as sílabas
da sua aflição.
Sempre trabalhou mais que sua irmã,
um pouco mimada, um pouco
preguiçosa, mais bonita.
A si coube sempre
a tarefa mais dura: semear, colher,
coser, esfregar. Mas tambén
acariciar, é certo. A exigência,
o rigor, acabaram por fatigá-la.
O fim não pode tardar: oxalá
tenha em conta a sua nobreza.


Los trabajos de la mano

Empiezo a darme cuenta: la mano
que escribe los versos
ha envejecido. Ha dejado de amar la arena
de las dunas, las tardes de lluvia
menuda, el rocío matinal
de los cardos. Prefiere ahora las sílabas
de su aflicción.
Siempre ha trabajado más que su hermana,
un poco mimada, un poco
perezosa, más bonita.
Le ha tocado siempre
la tarea más dura: sembrar, coger,
coser, fregar. Pero también
acariciar, es cierto. La exigencia,
el rigor, acabaron fatigándola.
El final no puede tardar: ojalá
tenga en cuenta su nobleza.


(textos tomados del sitio "la mirada del lobo", tr. de Ángel Campo Pámpano.)



jueves, 2 de enero de 2014

María Elena Walsh (1930/2011 )

El 45
 
Te acordás hermana qué tiempos aquellos,
la vida nos daba la misma lección.
En la primavera del cuarenta y cinco
tenias quince años lo mismo que yo.
 
Te acordás hermana de aquellos cadetes,
del primer bolero y el té en El Galeón
cuando los domingos la lluvia traía
la voz de Bing Crosby y un verso de amor.
 
Te acordás de la Plaza de Mayo
cuando «el que te dije» salía al balcón.
Tanto cambió todo que el sol de la infancia
de golpe y porrazo se nos alunó.
 
Te acordás hermana qué tiempos de seca
cuando un pobre peso daba un estirón
y al pagarnos toda una edad de rabonas
valía más vida que un millón de hoy.
 
Te acordás hermana que desde muy lejos
un olor a espanto nos enloqueció:
era de Hiroshima donde tantas chicas
tenían quince años como vos y yo.
 
Te acordás que más tarde la vida
vino en tacos altos y nos separó.
Ya no compartimos el mismo tranvía,
sólo nos reúne la buena de Dios.
 
 
(texto tomado de "arquitrave, revista colombiana de poesía".)