El mundo en cuarentena
Tras muchos días de niebla
convaleciendo entre algodones,
las cosas del mundo se curaron
y volvieron a ser ellas mismas:
la rama ya no quiso ser el pájaro,
ni la piedra quiso ser el agua,
ni la realidad quiso ser el deseo.
Emergieron de la niebla más dulces,
más dóciles y más blandas.
Aquí están: igual que si alguien,
durante todo ese tiempo,
hubiera hundido en la leche
los trozos duros del pan.
(texto tomado del blog "rima interna", de Martín López Vega.)