Un grupo de hombres fuertemente armados dispararon poco antes de las ocho de la tarde del martes varias ráfagas con fusiles AK 47 y R15 contra la vivienda de la alcaldesa de Gómez Palacio (Durango, norte de México), Rocío Rebollo. La edil estaba llegando a su domicilio cuando se produjo el ataque. La fachada de la casa presentaba al menos 15 impactos de bala. Otras alcanzaron el garaje, la sala y la cocina de la casa. Los agresores, que viajaban en al menos dos vehículos, dejaron una pintada en contra de la presidenta municipal. No hubo heridos ni tampoco detenidos.
También fue atacada en la misma colonia la vivienda del empresario del sector lácteo, Carlos Herrera Araluce, ex alcalde de la ciudad en dos ocasiones, y que ya había sido víctima de un atentado en mayo de 2007.
Rocío Rebollo había denunciado en una reciente entrevista con este periódico la situación de desamparo político en el que se encontraba por parte de las autoridades estatales y federales. El mes pasado la mayoría de los policías municipales fueron detenidos por vínculos con el crimen organizado sin que ella fuese advertida con antelación de la redada. “Estoy muy triste, Nunca pensé vivir una situación como esta. Nunca me informaron de que iban a venir a detenerlos ni me pidieron opinión. Me han dejado sola, completamente sola”, declaró a EL PAÍS entonces.
La alcaldesa, muy popular entre los vecinos, no lleva escolta ni, según declaración propia, había recibido amenazas con anterioridad. La seguridad de Gómez Palacio, una ciudad de 330.000 habitantes y uno de los principales municipios junto con Torreón y Lerdo de la Comarca Lagunera, está actualmente en manos del Ejército, con el apoyo de policías federales, si bien el número de efectivos es exiguo en comparación a su población.
La Comarca Lagunera se ha convertido en los últimos meses en una de las regiones más violentas de México al ser una zona en disputa entre Los Emes o Gente nueva, grupo criminal aliado del Cartel de Sinaloa, y los Zetas. En la entrevista con este diario, la alcaldesa criticó la ausencia de una estrategia regional para hacer frente al desafío de los narcos y la falta de coordinación entre las diferentes fuerzas de seguridad desplegadas en el territorio. Pese a que Gómez Palacio y Torreón están unidas por varios puentes pertenecen a dos Estados distintos, Durango y Coahuila, respectivamente, y a dos zonas militares diferentes.
(¿Qué puede hacer una mujer sola, aislada, en un mar revuelto y copada por animales que la quieren ver subyugada, de hinojos? Nota de Luis Prados tomada del sitio El País.)
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