Quizá no es el momento indicado
pero tengo frente a mí el océano
oscuro del café.
Acaso no es el lugar adecuado
pero en esta terraza ofrecen
bebidas amargas, procuradas.
Puede que el viento no amaine
y que la noche presagie
un frio de navajas.
No lo sé ni lo saben las orejas
y nariz destrozadas,
los pies en partes, la oscuridad.
Es posible que los paseantes
vuelvan a casa pronto;
que busquen y encuentren abrigo.
Quizá no es la noche ideal
ni el miércoles indicado
ni la hora señalada; pero aquí lo digo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario