domingo, 3 de febrero de 2013

DE NOCHE

Quizá no es el momento indicado
pero tengo frente a mí el océano
oscuro del café.

Acaso no es el lugar adecuado
pero en esta terraza ofrecen
bebidas amargas, procuradas.

Puede que el viento no amaine
y que la noche presagie
un frio de navajas.

No lo sé ni lo saben las orejas
y nariz destrozadas,
los pies en partes, la oscuridad.

Es posible que los paseantes
vuelvan a casa pronto;
que busquen y encuentren abrigo.

Quizá no es la noche ideal
ni el miércoles indicado
ni la hora señalada; pero aquí lo digo.

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