viernes, 30 de marzo de 2012

Pareja gay de Asunción se casa

Sergio y Simón forman la primera pareja de extranjeros no residentes (son paraguayos) que dieron el sí en la ciudad de Rosario, la primera en nuestro país que habilitó esta opción por la que ya consultaron más de 200 parejas.

La boda entre extranjeros no residentes (turistas, que quede claro) era un hito que parte la historia en dos. No se trataba de una boda más, de las casi 5 mil que ya se realizaron en todo el país: significaba una ampliación de derechos para nuestro colectivo que tendría un alcance internacional. Se realizó en Rosario y fue la primera de las realizadas bajo esta resolución provincial.
Pasadas las 11 de la mañana, y después de haber respondido las preguntas de la prensa de su país, el biólogo y presidente de la organización paraguaya SomosGay, Simón Cazal, y su pareja Sergio López dieron el sí ante la jueza del Distrito Centro de Rosario y los testigos que acompañaron: Silvia Ausgburger, autora del proyecto de ley del matrimonio igualitario; Mónica Fein, intendenta de la ciudad; Rubén Mayorga, delegado regional de Onusida; y su marido, Eric Chiclayo, que protagonizaron la primera boda de extranjeros residentes en Buenos Aires hace un año.
“Vinimos a Rosario por la cercanía geográfica y porque tenemos muchos amigos aquí”, decía Cazal a Soy, y entendía que con este acto de amor estaban “cambiando para siempre la historia del movimiento LGBT de Paraguay”. Y animaron a otras parejas a hacer lo mismo para pedirle a su país que reconozca estas uniones. Simón pidió ayuda a una de las periodistas paraguayas para traducir la emoción que sentía al guaraní: avy’ a eterei (“estoy muy feliz”), señaló ataviado con camisa blanca de fino tejido, pantalón negro y fajas coloridas.
En un recinto lleno de medios, activistas y políticos que apoyaron la celebración, las familias de los contrayentes dijeron presente, y hasta dejaron que el sobrinito de Simón posara para las fotos, lo que escandalizó a la prensa del país vecino. “Ahora nos espera una gran lucha por delante para ser reconocidos en nuestra patria”, decía el flamante marido. Mientras eso ocurría, el Registro Civil de Asunción anunciaba que no reconocería ningún matrimonio que no sea entre hombre y mujer.
“Somos cristianos adventistas del Séptimo Día, Dios no discrimina a nadie, es una mala interpretación de los versículos bíblicos”, señaló por su parte Omar Aliani, de la organización Kinship, mientras repartía folletos a favor del movimiento gay. También estuvieron presentes María Rachid, el movimiento Las Fulanas y la organización Vox, entre otras.
No es la primera vez que un Registro Civil deja una marca en la historia local: acá también debutó el casamiento laico, en 1867, bajo la gobernación de Nicasio Oroño. Tampoco es la primera vez que dos extranjeros contraen enlace en la Argentina. Unas 83 parejas homosexuales residentes en el país ya pasaron por el Registro y salieron con su libreta. Lo que sucedió en esta oportunidad es que ambos miembros de la pareja residen en otro país y, a través de una resolución del gobierno santafesino, sólo basta con fijar residencia temporal de unas 96 horas en la ciudad para poder acceder a la posibilidad de casarse. Esta resolución ocurre por el momento unilateralmente en la provincia de Santa Fe, pero se espera que luego de la reunión nacional de autoridades del Registro Civil, el próximo 18 de abril, se logre hacerla extensiva a todo el país. El de Simón y Sergio fue el primer matrimonio gay que se celebra en el marco de la flamante circular Nº 5 del 22 de febrero de 2012, después de remover un obstáculo fáctico como es la residencia de los contrayentes. Además contó que distintas provincias se mostraron interesadas al respecto.
“Queríamos que fuera nuestra ciudad la que diera la oportunidad a una pareja de otro país de concretar su aspiración de unirse por el amor”, indicó la intendenta Fein, y defendió el valor agregado de Rosario de trabajar a favor de la igualdad. Además envió un mensaje al país del idioma dulce y la yerba mate: “Cuando se discutió este tema, había muchos temores, hasta creían que iba a cambiar la cultura, y nosotros les decimos que el cambio fue para bien, para aceptar la diversidad y el amor entre dos personas que quieren construir un futuro común más allá de su identidad de género”.
Más de 200 parejas consultaron para realizar su casamiento en la ciudad, previendo un boom turístico. Por el momento, Argentina es el único país, de los diez que aprobaron el matrimonio igualitario, que permite las uniones a extranjeros no residentes, y es válido para otros países donde rige la ley de matrimonio para parejas del mismo sexo, como para aquellos que aún no y pretenden hacerlo vía judicial.


(nota de Gabriel Ovideo tomada en préstamo de "Soy", suplemento de Página/12, argentino.)