Simplemente el poeta no concede entrevistas. En alguna ocasión quisiste entrevistarlo en Saltillo, Coahuila, y simplemente se negó; y como se negó te fuiste de la casa en donde ambos habían coincidido y a donde no había asistido su mujer (lo cual fue una bendición porque ella es la principal cancerbera de la intimidad del también historiador y cronista y traductor y novelista y cuentista). Luego, es decir años más tarde, estuviste en el homenaje que le hizo el Tec de Monterrey, una mañana, en Cintermex, en el marco de la feria del libro de la ciudad. Pero ni te acercaste. Foto de Rogelio Cuéllar. |
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