La transformación
cuando una mañana gregor samsa
despabiló de sueños inquietantes
se encontró transformado en un monstruoso
parásito estaba recostado
sobre el caparazón duro de espaldas
y al levantar un poco la cabeza
veía su barriga curva parda
dividida en arqueadas rigideces
a cuya altura el edredón apenas
se mantenía sin caerse entero
sus varias patas tristemente flacas
en relación al resto del volumen
parpadeaban inermes a sus ojos
qué me pasó pensaba no era un sueño
("periódico de poesía")
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