Es una lástima que a los huracanes les pongan el nombre de antemano según van saliendo de la factoría, porque a Sandy, por muy imponente que sea, no hay manera de tomarlo en serio. Lo mismo pensó Ricky Gervais, que se preguntaba si esa tal Sandy que estaba a todas horas en la televisión, cepillándose la costa este de los Estados Unidos, era una de las hermanas Kardashian. A mí Sandy me sonaba más bien a anuncio de Cruzcampo, una publicidad impagable, aunque después de ver cómo ha quedado New Jersey quizá se les haya ido un poco la mano con los efectos especiales.
Lo siento, me es difícil tomarme en serio este tráiler del apocalipsis maya con toda su fastuosa cobertura mediática cuando, daños materiales aparte, no ha dejado a su paso más que treinta y tantos muertos. A Nueva York lo hemos visto hecho pedazos tantas veces (bajo las patas de un dragón japonés, frito por los marcianos, sumergido por un tsunami, apedreado por meteoritos) que la triste realidad nos sabe a poco. Sandy no da ni para el aperitivo de Godzilla.
Incluso lo hemos visto hecho pedazos de verdad, con dos aviones empotrados en dos rascacielos heridos de muerte, una versión tecnológica del fin del mundo cuya mejor definición se cifró en una frase del gran Matías Vallés, obscena y contundente como una blasfemia: King Kong es Alá. Para que luego digan que una imagen vale más que mil palabras.
De manera que Sandy no me impresiona lo más mínimo; primero, porque me encuentro a unos cuantos miles de kilómetros de Manhattan, más o menos a la misma distancia de Haití, por donde también cruzó Sandy con todo su cortejo de destrucción sin que moviera ni un pequeño titular, ni un suspiro en los telediarios. Segundo, porque la semana pasada una simple patera que llegó a la costa de Granada había causado más víctimas mortales que todo un señor huracán con nombre de niña tonta. Por una vez vamos a darle la razón a Wert y citemos al torero: más cornás da el hambre.
No gastemos más palabras subrayando lo obvio: que los muertos en patera no merecían más que un suelto a pie de página en los diarios españoles y ni una miserable coma en las noticias de internacional del New York Times. Nadie publicó sus nombres. Eran negros, eran pobres, eran de ningún sitio. No tenían detrás el glamour de la ciudad de los rascacielos, ni los envolvía el prestigio de las catástrofes de Hollywood. No los empujaba ningún huracán con coleta sino ese pertinaz sirimiri africano llamado miseria.
(Cuando cayeron las Torres Gemelas supiste que tienes un pariente que vive allá, que entre los muertos habían encontrado muchos indocumentados mexicanos que ya habían sido pasto de sus notas lihgt Marisa Céspedes para Televisa; que viven de vender tamales, burritos, buñuelos, pambazos, flores de cempasúchil, que duermen en los andenes del metro, que se refugian en noches de nieve en las jaulas de los cajeros automáticos y que son vigilados toda la noche por cámaras de video instaladas exprofeso, que no pueden refugiarse en las iglesias y catedrales porque éstas permanecen cerradas desde temprano para evitar malas compañías de migrantes; que desde siempre Joe Arpaio los aborrece, los persigue, los caza y los humilla cuando son pescados en sus dominios; que también los han encarnado Ana de la Reguera, Salma Hayek y Antonio Bnderas y J. Lo para más señas; que muchos son tus paisanos y que antes de viajar en La Bestia ya llevaban su acta de nacimiento donde constan sus nombres: Irving, Ian, Margharet, Rose, Inés y Concha. Pero ni así evitaron ser víctimas de deportación por parte de Sandy, la Boder Patrol y tanto cabrón mexicano que vive allá y trabaja ahora en la ICE. Ni modo. Nota de David Torres, "Nueva York en patera" clonada del sitio Público.)
miércoles, 31 de octubre de 2012
martes, 30 de octubre de 2012
Sandy arrasa campañas
El huracán Sandy se ha convertido en el protagonista de los medios de comunicación… desde que está en Nueva York. Sandy es más Sandy ahora. Previamente, la cobertura que se hizo de él a su paso por República Dominicana, por Haití o Cuba, en donde dejó 60 muertos, no es que fuera inferior, fue insultantemente menor. Los 16 muertos de Nueva York pesan más que los 44 de Haití, que a diferencia de la ciudad estadounidense, tuvo que hacer frente a un huracán con el país sembrado de campos de refugiados por el terremoto de hace dos años, ahora olvidados por la Comunidad Internacional.
La cobertura mediática de Sandy en Nueva York es un reflejo más de, me van a perdonar lo directo de la expresión, lo podrida que está esta sociedad. ¿En qué punto hemos perdido tanto el norte? ¿Cuándo olvidamos por el camino la humanidad en favor de la noticia espectáculo con escenografía de película? Y es que la cobertura fotográfica de la llegada del huracán tiene algo de cinematográfico, de una de esas tragedias tipo El día de mañana (2004).
¿Vieron una cobertura tan masiva y con tanto lujo de detalles de Sandy en Haití, por ejemplo? Allí, sin duda las imágenes debieron de ser espectacularmente descarnadas, pero no, no concedimos al pueblo haitiano la oportunidad de volver a recordarnos que no cumplimos con las promesas de ayuda humanitaria tras el seísmo de 2010. En su lugar, es mucho más espectacular ver los rascacielos, ver Times Square cubierta con negros nubarrones, trombas de agua y vientos de más de 100 kilómetros por hora. Lo vivimos como más cercano, como más nuestro, con o sin palomitas de maíz, aunque no suceda lo mismo cuando un tifón asola una urbe asiática.
Quizás deberíamos pensar, no tanto si está ajustada la cobertura de Sandy en Nueva York -en la recta final, además, de la campaña electoral- sino si lo estuvo cuando asoló el Caribe con mayor virulencia, con mayor crudeza… con mucha mayor mortandad. Y si su respuesta continúa siendo que en ambos casos fue correcto el tratamiento, la maldita agenda informativa se habrá vuelto a salir con la suya, sumiéndonos en un colapso moral tan profundo que ni siquiera reparamos en ello.
(Durante los terremotos de 1985 en México todo mundo salió a la calle si no a ayudar o a estorbar por lo menos a ver qué había pasado, cuál era la magnitud del desastre, mientras que las autoridades federales permanecieron en Los Pinos contemplando los hechos "filtrados" por las televisoras y Jacobo Zabludovsky. Hubo quienes, como ahora en EEUU, hicieron compras de "pánico" de cerveza, alcohol, pizzas y palomitas. En Haití no hubo tiempo ni de santiguarse. Nota de David Bollero en Público online.)
La cobertura mediática de Sandy en Nueva York es un reflejo más de, me van a perdonar lo directo de la expresión, lo podrida que está esta sociedad. ¿En qué punto hemos perdido tanto el norte? ¿Cuándo olvidamos por el camino la humanidad en favor de la noticia espectáculo con escenografía de película? Y es que la cobertura fotográfica de la llegada del huracán tiene algo de cinematográfico, de una de esas tragedias tipo El día de mañana (2004).
¿Vieron una cobertura tan masiva y con tanto lujo de detalles de Sandy en Haití, por ejemplo? Allí, sin duda las imágenes debieron de ser espectacularmente descarnadas, pero no, no concedimos al pueblo haitiano la oportunidad de volver a recordarnos que no cumplimos con las promesas de ayuda humanitaria tras el seísmo de 2010. En su lugar, es mucho más espectacular ver los rascacielos, ver Times Square cubierta con negros nubarrones, trombas de agua y vientos de más de 100 kilómetros por hora. Lo vivimos como más cercano, como más nuestro, con o sin palomitas de maíz, aunque no suceda lo mismo cuando un tifón asola una urbe asiática.
Quizás deberíamos pensar, no tanto si está ajustada la cobertura de Sandy en Nueva York -en la recta final, además, de la campaña electoral- sino si lo estuvo cuando asoló el Caribe con mayor virulencia, con mayor crudeza… con mucha mayor mortandad. Y si su respuesta continúa siendo que en ambos casos fue correcto el tratamiento, la maldita agenda informativa se habrá vuelto a salir con la suya, sumiéndonos en un colapso moral tan profundo que ni siquiera reparamos en ello.
(Durante los terremotos de 1985 en México todo mundo salió a la calle si no a ayudar o a estorbar por lo menos a ver qué había pasado, cuál era la magnitud del desastre, mientras que las autoridades federales permanecieron en Los Pinos contemplando los hechos "filtrados" por las televisoras y Jacobo Zabludovsky. Hubo quienes, como ahora en EEUU, hicieron compras de "pánico" de cerveza, alcohol, pizzas y palomitas. En Haití no hubo tiempo ni de santiguarse. Nota de David Bollero en Público online.)
Clara Janés (1946 )
Podrías haber roto...
Podrías haber roto con todo,
haber salido al campo
y sembrado la tierra,
pero te has encerrado
a cavar
en la tierra del cerebro y
te has quedado blanco
como una raíz.
Tu frente ha levantado
un muro,
y tus ojos se han agrandado
hasta que tu pupila
ha logrado captar
el más etéreo pliegue del misterio.
Me ha llegado tu libro
Me ha llegado tu libro,
una palabra
murmurada
de amor,
y he sentido el cabello
rebosante de aromas
llamear por las calles
escapando a tu encuentro.
(textos tomados de Poesía erótica y amorosa, ediciones El Vaso Roto, col. Poesía no.8, Barcelona-México, 2010.)
Podrías haber roto con todo,
haber salido al campo
y sembrado la tierra,
pero te has encerrado
a cavar
en la tierra del cerebro y
te has quedado blanco
como una raíz.
Tu frente ha levantado
un muro,
y tus ojos se han agrandado
hasta que tu pupila
ha logrado captar
el más etéreo pliegue del misterio.
Me ha llegado tu libro
Me ha llegado tu libro,
una palabra
murmurada
de amor,
y he sentido el cabello
rebosante de aromas
llamear por las calles
escapando a tu encuentro.
(textos tomados de Poesía erótica y amorosa, ediciones El Vaso Roto, col. Poesía no.8, Barcelona-México, 2010.)
lunes, 29 de octubre de 2012
Las Hortensias de Buñuel
A veces le preguntan a uno qué libro se llevaría a una isla desierta. Yo me llevé al exilio sueco, en donde viví durante mucho tiempo, un ejemplar muy usado del libro de Felisberto Hernández, Las Hortensias, un libro editado por Arca. Ese libro me ha acompañado más de treinta años y ha formado parte de todas las bibliotecas que he armado; ha sobrevivido a divorcios y separaciones, a mudanzas y hasta a la quema de libros ordenada por militares caprichosos en los tiempos de la dictadura uruguaya.
Las Hortensias, la relación casi simbiótica entre un hombre y sus muñecas, fue para mí una anticipación de lo virtual, de la relación que yo y muchos otros hemos generado con nuestros avatares, con nuestras imágenes virtuales.
Felisberto atisbó, con esa mirada mágica y sorprendente del escritor demiurgo, el mundo que sesenta años más tarde nos rodea. En esa relación en un cuarto cerrado, huis-clos, entre un hombre y sus muñecas, hay elementos de clandestinidad, erotismo culpable y vergüenza social que hoy vinculamos con tabúes y estigmas.
Esas muñecas a las que Felisberto viste y a las que les atribuye historias personales, pasados y voces, son para el protagonista sus relaciones más fundamentales, sus interlocutores más preciados, las únicas que aman incondicionalmente, sin riesgos.
En el mundo de hoy, el mundo del sida y del postsida, en donde el sexo virtual ha sustituido al sexo real porque es menos peligroso y no se intercambian secreciones y no se corre el riesgo de enfermarse y de morir, las muñecas de Felisberto se convierten en la metáfora perfecta, en la sustitución de las relaciones reales con seres de carne y hueso.
Las personas somos imperfectas, las muñecas son perfectas; las personas amamos mal o a destiempo, creamos relaciones asimétricas, somos reincidentes, amamos erráticamente, no somos previsibles.
El amor de las muñecas es permanente y atemporal, aman incondicionalmente, no preguntan, no quieren saber, no se inmiscuyen en la vida de uno, no hurgan en las gavetas de la cómoda buscando pruebas de infidelidad, no son celosas ni exigentes ni demandan un tiempo que uno no quiere o no puede dar.
Son, en suma, las amantes perfectas para un protagonista aterrado por la vida y sus decepciones. En el marco estéril de la representación la fantasía tiene alas.
La mujer del protagonista es también cómplice de esa obsesión y sorprende a su marido haciendo que las muñecas usen su ropa; vestidos de novia o vestidos de gala, todo contribuye a crear una atmósfera teatral y onírica.
En la película Avatar, de James Cameron, reconozco elementos de Las Hortensias: ese soldado paralizado usando herramientas virtuales para recuperar el movimiento de sus piernas inútiles es también Horacio, el antihéroe de Felisberto, usando a las muñecas y a las leyendas creadas en torno a ellas para sustituir una vida pobre en desafíos.
El avatar, en principio cada una de las encarnaciones de la deidad hindú Vishnu, se ha transformado hoy en la representación en el cyberespacio de la conciencia detrás de la pantalla, del que, como el héroe de Cameron, quiere sustituir su cuerpo imperfecto con prótesis de animales o de máquinas. Este tema, tan caro al cine y a la ciencia ficción, la combinación de hombres con máquinas que se ha visto en Yo robot, en Terminator, en Matrix, tiene su antecedente literario en Las Hortensias, de Felisberto Hernández.
María, Horacio y las muñecas se combinan y se alternan, la pareja real pasea a la muñeca irreal “la mujer sin pasos”, la mujer real, María Hortensia, se confunde con la muñeca , Hortensia, y entre ellas se crea una complicidad que excluye al hombre, el sujeto del deseo.
En esa comunidad casi de caracteres erótico o por lo menos sensual entre mujer y muñecas el antihéroe de Felisberto se pierde y se vuelve invisible.
Él quería anticipar la pérdida de su mujer, María, haciendo una muñeca que se le pareciera. Pero la muñeca y la mujer cambian roles y papeles y ya no se sabe quién es quién. El pintor Hans Bellmer quedó también fascinado por las muñecas y la escritora Ana Clavel examina la similitud entre las obsesiones de Felisberto y de Hans Bellmer, que como el protagonista de la nouvelle de Felisberto, hace de sus muñecas sus partners.
Bellmer, el esposo de la pintora y poeta Unica Zürn, que se suicidó tirándose del apartamento que compartía con él en París, empezó a construir muñecas en Berlín en 1933. Condenado por el nazismo a no poder seguir trabajando, ya que su arte era considerado como “degenerado”, entartete, Bellmer se fue a París en 1938.
El deseo de Bellmer y su exploración de las muñecas como objetos de deseo está teñido de lo que Freud y Lacan llaman la teoría de la sustitución, en donde el objeto deseado y al que se teme perder es sustituido por una muñeca, avatar o máscara, a la que se le atribuyen las cualidades del objeto amado.
El Horacio de Felisberto y Hans Bellmer comparten un placer y una inclinación que hoy comparten muchos hombres. Pero no son las Barbie adolescentes y andróginas que se coleccionan, sino maniquíes de escaparate, vestidas con ropa real y con pelucas hechas de pelo de verdad.
Esas muñecas son confidentes silenciosas a las que se puede confesar atroces delitos y sueños que sólo el sacerdote y el psicoanalista pueden elaborar. Pero estas muñecas necesitan un Pigmalión que las traiga a la vida, que haga de ellas seres reales, como Gepetto quería que Pinocho, el niño de madera, se volviera un niño real en quien verter afecto y deseos, amor y solidaridad.
Horacio desaparece, se confunde en esa selva de muñecas y de mujeres que intercambian identidades. El sujeto del deseo sucumbe a la dinámica del deseo mismo, y las leyes que regulan lo onírico y lo lúdico ya no sirven para explicar cómo el deseo desbocado es capaz de crear de la nada y de seres uniformes y sin alma relaciones sentimentales y emociones muy semejantes a las que experimentamos con seres de nuestra misma especie, con los que son nuestros hermanos de aflicción y de gloria.
(Cuando terminaste de leer la noveleta del uruguayo supiste del gozo del que se privó don Luis Buñuel al no adaptar la historia a guión de cine. Se diría que las obsesiones de uno y otro se cruzaron en el camino sin llegar a reconocerse en ese espejo borgeano de las identidades, del otro y las paráfrasis monstruosas, de las caricias ardientes a una muñeca inerte y semejante a sí misma. Nota de Ana Luisa Valdés, "Las muñecas y Felisberto Hernández", clonada del sitio "La Jornada Semanal.")
domingo, 28 de octubre de 2012
EN LA PLAZA
Antes que se desvanezca
la tarde en brazos desconocidos
te detienes donde alguien espera
a otro alguien, alguno desea
a quien.
Ves que pasa el de ojos
ágata como ajeno felino
que ha perdido el don
de fijarlos en algunos.
Ese no, dices, tampoco
aquel de mirada vidriosa
como vitral que se vendrá
en astillas, en trozos inevitables.
Tampoco ese, repites, que
no llega porque ahí está
como el agua detenida
que no duplica nubes ni bocas.
Ni siquiera yo que no espero
ni encuentro, ni despedida de nadie
ni puerta abierta, ni pulso
que me sostenga ni sol fundido.
la tarde en brazos desconocidos
te detienes donde alguien espera
a otro alguien, alguno desea
a quien.
Ves que pasa el de ojos
ágata como ajeno felino
que ha perdido el don
de fijarlos en algunos.
Ese no, dices, tampoco
aquel de mirada vidriosa
como vitral que se vendrá
en astillas, en trozos inevitables.
Tampoco ese, repites, que
no llega porque ahí está
como el agua detenida
que no duplica nubes ni bocas.
Ni siquiera yo que no espero
ni encuentro, ni despedida de nadie
ni puerta abierta, ni pulso
que me sostenga ni sol fundido.
sábado, 27 de octubre de 2012
Cormac McCarthy (1933 )
La jaula del hojalatero
El hojalatero en su árbol mortuorio era un prodigio para los pájaros. Los buitres que llegaban de día a hurgar con sus picos ganchudos entre los botones y bolsillos como extravagantes animales domésticos pronto lo despojaron por igual de sus andrajos y de su carne. La madrágora brotó al pie del árbol como hace allí donde cae la simiente del ahorcado y en primavera una rama nueva le perforó el pecho y de ella surgió una flor de ojal perenne bajo un rictus amarillento. Aguantó las escasas nevadas invernales que cayeron sobre lo que quedaba de pelo en su cráneo reseco y si pasaron cazadores por allí no tuvieron oportunidad de verle meditabundo entre sus miembros desnudos. Hasta que el viento se cobró su portazgo en los huesos del hojalatero y las estaciones los hicieron caer poco a poco y sólo el costillar blanquecino y ya curtido quedó colgado en el bosque solitario como una jaula de pájaros hecha de huesos.
(pasaje tomado de La oscuridad exterior, editorial Debate, Madrid, 2002. Traducción de Luis Murillo Fort.)
Fruta verde
La familia real tiene una sensibilidad única para calibrar las desgracias ajenas, una especie de sismógrafo que conecta directamente el corazón con el dolor del pueblo: debe de ser la sangre azul, otra hipótesis misteriosa que ningún científico ha demostrado todavía. Hace un par de días el príncipe Felipe le estrechó la mano a una mujer que en realidad le estaba pidiendo limosna; la mendiga tuvo suerte, si en vez de Felipe sale Urdangarín, le rebaña la mano. Y ayer mismo el rey, en una de esas opíparas comilonas en la que se desloma a trabajar, dijo que las medidas de Rajoy “ya están dando sus frutos”.
Lo dijo en la India, tierra de plantas exóticas y elefantes domésticos, casi al mismo tiempo en que un pobre hombre decidía ahorcarse en su librería del barrio de La Chana, en Granada, justo antes de que lo echaran como un perro a la calle. Un hombre de cincuenta y tres años acorralado por las letras, exprimido y desesperado, que no vio otra salida que la soga y que, con el bajo continuo y lúgubre de su balanceo, le dio al oportuno comentario real su auténtico significado. He ahí los primeros frutos de Rajoy, de Montoro, de De Guindos, de Merkel, de la política de austeridad y de las ayudas a los bancos. He ahí la gran cosecha otoñal que se avecina.
En 1939, en el Café Society de Nueva York, Billie Holliday, se atrevió a cantar Strange Fruit, la balada más escalofriante del jazz, una canción que habla de los extraños frutos que penden de ciertos árboles del sur, con sangre en las raíces y en las ramas, extraños frutos que no eran más que negros ahorcados. Siete décadas después, el rey de España interpreta la versión más cínica, austera y posmoderna de esta elegía al linchamiento, una versión sin música, sin acompañamiento, sin apenas estrofas, sin conciencia siquiera.
Siete décadas después la canción que compuso Abel Meeropol como testimonio y denuncia de la violencia racial, ha ido adquiriendo lecturas insospechadas: al fin y al cabo es lo que pasa con las grandes obras de arte, que el tiempo les sopla nueva vida. O quizá sean los pobres quienes también han empezado ya la metamorfosis: se les va oscureciendo la piel, van ingresando en otra raza, en otra casta, la de los deshechos de la Historia, los ceros a la izquierda, las cifras que nunca cuentan y nunca contaron. Para que la sincronía fuese perfecta, el hombre debería haberse ahorcado de un árbol y el rey tendría que haber brindado acompañado de un piano, pero rara vez la realidad se atreve a tanta simetría. Cerca no sonaba ningún blues. Esta vez Strange Fruit tenía un lejano eco de guitarras, de lágrimas roncas y de aliento gitano.
(editorial clonado del sitio Público, autor: David Torres.)
El hojalatero en su árbol mortuorio era un prodigio para los pájaros. Los buitres que llegaban de día a hurgar con sus picos ganchudos entre los botones y bolsillos como extravagantes animales domésticos pronto lo despojaron por igual de sus andrajos y de su carne. La madrágora brotó al pie del árbol como hace allí donde cae la simiente del ahorcado y en primavera una rama nueva le perforó el pecho y de ella surgió una flor de ojal perenne bajo un rictus amarillento. Aguantó las escasas nevadas invernales que cayeron sobre lo que quedaba de pelo en su cráneo reseco y si pasaron cazadores por allí no tuvieron oportunidad de verle meditabundo entre sus miembros desnudos. Hasta que el viento se cobró su portazgo en los huesos del hojalatero y las estaciones los hicieron caer poco a poco y sólo el costillar blanquecino y ya curtido quedó colgado en el bosque solitario como una jaula de pájaros hecha de huesos.
(pasaje tomado de La oscuridad exterior, editorial Debate, Madrid, 2002. Traducción de Luis Murillo Fort.)
Fruta verde
La familia real tiene una sensibilidad única para calibrar las desgracias ajenas, una especie de sismógrafo que conecta directamente el corazón con el dolor del pueblo: debe de ser la sangre azul, otra hipótesis misteriosa que ningún científico ha demostrado todavía. Hace un par de días el príncipe Felipe le estrechó la mano a una mujer que en realidad le estaba pidiendo limosna; la mendiga tuvo suerte, si en vez de Felipe sale Urdangarín, le rebaña la mano. Y ayer mismo el rey, en una de esas opíparas comilonas en la que se desloma a trabajar, dijo que las medidas de Rajoy “ya están dando sus frutos”.
Lo dijo en la India, tierra de plantas exóticas y elefantes domésticos, casi al mismo tiempo en que un pobre hombre decidía ahorcarse en su librería del barrio de La Chana, en Granada, justo antes de que lo echaran como un perro a la calle. Un hombre de cincuenta y tres años acorralado por las letras, exprimido y desesperado, que no vio otra salida que la soga y que, con el bajo continuo y lúgubre de su balanceo, le dio al oportuno comentario real su auténtico significado. He ahí los primeros frutos de Rajoy, de Montoro, de De Guindos, de Merkel, de la política de austeridad y de las ayudas a los bancos. He ahí la gran cosecha otoñal que se avecina.
En 1939, en el Café Society de Nueva York, Billie Holliday, se atrevió a cantar Strange Fruit, la balada más escalofriante del jazz, una canción que habla de los extraños frutos que penden de ciertos árboles del sur, con sangre en las raíces y en las ramas, extraños frutos que no eran más que negros ahorcados. Siete décadas después, el rey de España interpreta la versión más cínica, austera y posmoderna de esta elegía al linchamiento, una versión sin música, sin acompañamiento, sin apenas estrofas, sin conciencia siquiera.
Siete décadas después la canción que compuso Abel Meeropol como testimonio y denuncia de la violencia racial, ha ido adquiriendo lecturas insospechadas: al fin y al cabo es lo que pasa con las grandes obras de arte, que el tiempo les sopla nueva vida. O quizá sean los pobres quienes también han empezado ya la metamorfosis: se les va oscureciendo la piel, van ingresando en otra raza, en otra casta, la de los deshechos de la Historia, los ceros a la izquierda, las cifras que nunca cuentan y nunca contaron. Para que la sincronía fuese perfecta, el hombre debería haberse ahorcado de un árbol y el rey tendría que haber brindado acompañado de un piano, pero rara vez la realidad se atreve a tanta simetría. Cerca no sonaba ningún blues. Esta vez Strange Fruit tenía un lejano eco de guitarras, de lágrimas roncas y de aliento gitano.
(editorial clonado del sitio Público, autor: David Torres.)
viernes, 26 de octubre de 2012
Coahuila y sus "narcoempresarios"
MÉXICO, D.F.- El exgobernador de Coahuila, Humberto Moreira, aseguró
que no se quedará cruzado de brazos en el caso del asesinato de su hijo José
Eduardo, y culpó de su muerte a los “narcoempresarios” que –dijo– se han hecho
millonarios a partir de sus tratos con los cárteles de la droga.
“Quiero justicia, no venganza”, manifestó el expresidente nacional del PRI en una entrevista concedida al diario Vanguardia.
Añadió:
“Esos cerdos que se codean con la sociedad, que se han hecho millonarios a partir de su trato con los narcotraficantes, son los más responsables, son los que financian a los cárteles. Esos cerdos que se dan golpes de pecho le deben tener miedo y temor y terror al castigo de Dios”.
A esos narcoempresarios, agregó, quiere verlos en prisión, pues son ellos los que les permiten comprar armas a los narcos, pagar sobornos a autoridades, reclutar sicarios y pagar con eso la muerte de miles de personas, tanto en Coahuila como en todo México, apuntó.
El exmandatario de Coahuila rechazó que durante su gobierno se hubiera dejado crecer al crimen organizado, pues “no solamente lo advertí, le di (al gobierno federal) información concreta durante mucho tiempo”, sostuvo.
Luego de darse a conocer que Alejando Treviño Morales, Z-42, es el supuesto autor intelectual del crimen de su hijo, dijo que confía en que el gobernador Rubén Moreira lo capture.
Moreira exigió que se haga justicia no sólo para José Eduardo Moreira Rodríguez, sino para todos los hijos que han muerto por la violencia que vive el país.
“Creo que (mi hijo) es uno de las muchas víctimas, es uno de los muchos mexicanos que han muerto en la narcoguerra. Lo que más le duele (a alguien) que haya vivido esto, que somos muchos en este país, es ¿qué pasó desde el momento en que lo agarran hasta el momento en que lo matan?”, preguntó.
El exlíder nacional priista aseguró que hay mucha información que debe a la ciudadanía, tanto en el caso de la megadeuda que heredó, como en el de los “narcoempresarios”, y ofreció entregar en breve documentos para respaldar sus dichos.
Durante la entrevista se le preguntó sobre Jesús Torres Charles, fiscal general durante su administración, cuyo hermano está prófugo por colaborar con Los Zetas a cambio de 100 mil dólares.
“Fue un hombre que se coordinó con los militares. Un hombre en el que yo confié y confío”, respondió.
Al preguntarle si como gobernador recibió alguna amenaza, intento de contacto, acercamiento o nexo con el crimen organizado, subrayó:
“¿Con qué?… no, ninguna, claro que no. No sé si a ti, pero a mí no”.
Arraigan a implicados
Por otra parte, la Procuraduría General de la República (PGR) dio a conocer que las tres personas detenidas el pasado lunes 22 en Saltillo, por su presunta complicidad en el homicidio de José Eduardo Moreira Rodríguez, fueron arraigadas por 30 días.
Un juzgado federal especializado en cateos, arraigos e intervenciones telefónicas dictó una orden de arraigo en contra de Víctor Landeros Sifuentes, Jorge Tenorio Takajasi y Roberto Clemente Bárcenas Cepeda, detenidos por elementos de la Policía Federal.
(Sólo una tragedia llevada al límite, la pérdida de un ser querido, hizo que Medea cobrara venganza del despojo del padre de sus hijos, Jasón, regalando un vestido envenenado a la mujer por quien ella había sido abandonada. Síntesis de Juan Alberto Cedillo de entrevista aparecida en el diario Vanguardia, calcada del sitio Proceso.)
“Quiero justicia, no venganza”, manifestó el expresidente nacional del PRI en una entrevista concedida al diario Vanguardia.
Añadió:
“Esos cerdos que se codean con la sociedad, que se han hecho millonarios a partir de su trato con los narcotraficantes, son los más responsables, son los que financian a los cárteles. Esos cerdos que se dan golpes de pecho le deben tener miedo y temor y terror al castigo de Dios”.
A esos narcoempresarios, agregó, quiere verlos en prisión, pues son ellos los que les permiten comprar armas a los narcos, pagar sobornos a autoridades, reclutar sicarios y pagar con eso la muerte de miles de personas, tanto en Coahuila como en todo México, apuntó.
El exmandatario de Coahuila rechazó que durante su gobierno se hubiera dejado crecer al crimen organizado, pues “no solamente lo advertí, le di (al gobierno federal) información concreta durante mucho tiempo”, sostuvo.
Luego de darse a conocer que Alejando Treviño Morales, Z-42, es el supuesto autor intelectual del crimen de su hijo, dijo que confía en que el gobernador Rubén Moreira lo capture.
Moreira exigió que se haga justicia no sólo para José Eduardo Moreira Rodríguez, sino para todos los hijos que han muerto por la violencia que vive el país.
“Creo que (mi hijo) es uno de las muchas víctimas, es uno de los muchos mexicanos que han muerto en la narcoguerra. Lo que más le duele (a alguien) que haya vivido esto, que somos muchos en este país, es ¿qué pasó desde el momento en que lo agarran hasta el momento en que lo matan?”, preguntó.
El exlíder nacional priista aseguró que hay mucha información que debe a la ciudadanía, tanto en el caso de la megadeuda que heredó, como en el de los “narcoempresarios”, y ofreció entregar en breve documentos para respaldar sus dichos.
Durante la entrevista se le preguntó sobre Jesús Torres Charles, fiscal general durante su administración, cuyo hermano está prófugo por colaborar con Los Zetas a cambio de 100 mil dólares.
“Fue un hombre que se coordinó con los militares. Un hombre en el que yo confié y confío”, respondió.
Al preguntarle si como gobernador recibió alguna amenaza, intento de contacto, acercamiento o nexo con el crimen organizado, subrayó:
“¿Con qué?… no, ninguna, claro que no. No sé si a ti, pero a mí no”.
Arraigan a implicados
Por otra parte, la Procuraduría General de la República (PGR) dio a conocer que las tres personas detenidas el pasado lunes 22 en Saltillo, por su presunta complicidad en el homicidio de José Eduardo Moreira Rodríguez, fueron arraigadas por 30 días.
Un juzgado federal especializado en cateos, arraigos e intervenciones telefónicas dictó una orden de arraigo en contra de Víctor Landeros Sifuentes, Jorge Tenorio Takajasi y Roberto Clemente Bárcenas Cepeda, detenidos por elementos de la Policía Federal.
(Sólo una tragedia llevada al límite, la pérdida de un ser querido, hizo que Medea cobrara venganza del despojo del padre de sus hijos, Jasón, regalando un vestido envenenado a la mujer por quien ella había sido abandonada. Síntesis de Juan Alberto Cedillo de entrevista aparecida en el diario Vanguardia, calcada del sitio Proceso.)
jueves, 25 de octubre de 2012
Luis Mandoki y los maras
Valladolid. – Corrupción policial, narcotráfico, prostitución y maras. Son los peligros que acechan a los migrantes centroamericanos que intentan cruzar a México para llegar hasta Estados Unidos y que el cineasta Luis Mandoki refleja en “La vida precoz y breve de Sabina Rivas”, estrenada hoy en la Semana Internacional de Cine de Valladolid (SEMINCI).
El proyecto llegó a manos del director de “Vidas inocentes” a través del productor Abraham Zabludovsky, que se empeñó en llevar a la gran pantalla “La mara”, el libro del fallecido escritor y periodista Rafael Ramírez Heredia.
Mandoki, que compite por la Espiga de Oro en la sección oficial de la Seminci, confesó a dpa la “conmoción” y “fuerte impacto” que sintió al leer el libro por primera vez. De hecho, le pareció “imposible” adaptarlo al cine. Pero el productor insistió y la maquinaria de guión se puso en marcha para tejer la historia de la hondureña Sabina Rivas (Greisy Mera) y sus desesperados intentos por escapar del prostíbulo de una ciudad guatemalteca y cruzar a México, puerta a Estados Unidos.
“Sentimos que el personaje de Sabina Rivas era el alma de esta historia, porque era el símbolo del personaje migratorio: indefenso, inocente, que símplemente quiere una vida mejor”.
Con “La vida precoz y breve de Sabina Rivas”, que se estrenará en México el 9 de noviembre, Mandoki aborda una cuestión hasta hace poco desconocida y a menudo ignorada por la clase política y la sociedad mexicana.
“Del tema se sabe, pero al mismo tiempo se ve como cifras estadísticas”, explicó el realizador. “Creo que la película lo que puede lograr hacer es ponerle una cara”
“Hace dos años descubrieron 72 migrantes muertos en Tamaulipas. Es una noticia que te debería estrujar y (hacer) tomar acción, sobre todo las autoridades gubernamentales”, recuerda. “Y sin embargo no pasa nada”.
Más allá de la situación de los migrantes centroamericanos, Mandoki considera que la situación de violencia que se vive en el país provocó “una especie de cinismo” entre la población. “La gente se acostumbra, es como una especie de anestesia social donde ya no sientes nada”.
“Hace dos o tres décadas veíamos en Colombia esa guerra contra el narcotráfico, donde constantemente había muertos y violencia, y lo veíamos en la distancia. Ahora México se volvió Colombia, si no peor”.
¿Y qué le parece al cineasta la lucha contra la violencia y el narcotráfico adoptada por el presidente saliente, Felipe Calderón? “No es la estrategia adecuada. La guerra contra el narcotráfico es algo que tienes que tratar con inteligencia, con infiltración, con estrategia, y yo no veo estrategia”, explicó.
“Veo simplemente un intento por legitimar una situación de un presidente que llegó al poder sin legitimidad”, opina Mandoki, que tras las elecciones de 2006 realizó un documental sobre las acusaciones de fraude del candidato presidencial de izquierda, Andrés Manuel López Obrador.
“Al poco tiempo (Calderón) se dio cuenta de que (la lucha contra el narcotráfico) era una guerra perdida y no sé por qué razón decidió continuar con una guerra perdida a pesar del coste humano”.
Del mandatario electo, Enrique Peña Nieto, espera un “cambio de estrategia, que se saque al Ejército de las calles”. “Pero no se ha dicho nada al respecto”, apunta el cineasta, para quien también en las recientes elecciones presidenciales hubo fraude. “Genera una sensación de impotencia, de que las cosas no cambien”, apuntó respecto a la decisión de los tribunales de validar la victoria de Peña Nieto. “Y sin embargo creo que los cambios grandes no suceden de la noche a la mañana”.
Por eso califica de “sana” la decisión de López Obrador de separarse de los partidos de izquierda con los que concurrió en las últimas elecciones a las urnas. “Creo que es la posibilidad de limpiar un poco la lucha de la izquierda mexica”.
Y también le parecen esperanzadoras iniciativas como la del poeta mexicano Javier Sicilia y sus caravanas de la paz, con las que intentó sensibilizar al país respecto a la violencia que lo sacude. “Si surgen muchos Sicilias eso puede generar una masa crítica de presión, que fuerce a las autoridades a tomar una decisión”.
Para Mandoki, el final de la espiral de narcotráfico y la violencia en México depende de que “haya voluntad política”. “En Colombia la hubo, hubo una decisión política, en México yo todavía no veo esa decisión”.
En cuanto a su futuro personal, a sus 58 años el director mexicano no descarta volver a trabajar en Hollywood, donde firmó cintas como “Cuando un hombre ama a una mujer” (1994) o “Mensaje en una botella” (1998). “Es posible que vuelva a filmar allá, lo que me importa es qué proyectos y donde me dejan hacerlos”.
(Entrevista tomada del sitio "sin embargo", de Laura del Río/dpa.)
El proyecto llegó a manos del director de “Vidas inocentes” a través del productor Abraham Zabludovsky, que se empeñó en llevar a la gran pantalla “La mara”, el libro del fallecido escritor y periodista Rafael Ramírez Heredia.
Mandoki, que compite por la Espiga de Oro en la sección oficial de la Seminci, confesó a dpa la “conmoción” y “fuerte impacto” que sintió al leer el libro por primera vez. De hecho, le pareció “imposible” adaptarlo al cine. Pero el productor insistió y la maquinaria de guión se puso en marcha para tejer la historia de la hondureña Sabina Rivas (Greisy Mera) y sus desesperados intentos por escapar del prostíbulo de una ciudad guatemalteca y cruzar a México, puerta a Estados Unidos.
“Sentimos que el personaje de Sabina Rivas era el alma de esta historia, porque era el símbolo del personaje migratorio: indefenso, inocente, que símplemente quiere una vida mejor”.
Con “La vida precoz y breve de Sabina Rivas”, que se estrenará en México el 9 de noviembre, Mandoki aborda una cuestión hasta hace poco desconocida y a menudo ignorada por la clase política y la sociedad mexicana.
“Del tema se sabe, pero al mismo tiempo se ve como cifras estadísticas”, explicó el realizador. “Creo que la película lo que puede lograr hacer es ponerle una cara”
“Hace dos años descubrieron 72 migrantes muertos en Tamaulipas. Es una noticia que te debería estrujar y (hacer) tomar acción, sobre todo las autoridades gubernamentales”, recuerda. “Y sin embargo no pasa nada”.
Más allá de la situación de los migrantes centroamericanos, Mandoki considera que la situación de violencia que se vive en el país provocó “una especie de cinismo” entre la población. “La gente se acostumbra, es como una especie de anestesia social donde ya no sientes nada”.
“Hace dos o tres décadas veíamos en Colombia esa guerra contra el narcotráfico, donde constantemente había muertos y violencia, y lo veíamos en la distancia. Ahora México se volvió Colombia, si no peor”.
¿Y qué le parece al cineasta la lucha contra la violencia y el narcotráfico adoptada por el presidente saliente, Felipe Calderón? “No es la estrategia adecuada. La guerra contra el narcotráfico es algo que tienes que tratar con inteligencia, con infiltración, con estrategia, y yo no veo estrategia”, explicó.
“Veo simplemente un intento por legitimar una situación de un presidente que llegó al poder sin legitimidad”, opina Mandoki, que tras las elecciones de 2006 realizó un documental sobre las acusaciones de fraude del candidato presidencial de izquierda, Andrés Manuel López Obrador.
“Al poco tiempo (Calderón) se dio cuenta de que (la lucha contra el narcotráfico) era una guerra perdida y no sé por qué razón decidió continuar con una guerra perdida a pesar del coste humano”.
Del mandatario electo, Enrique Peña Nieto, espera un “cambio de estrategia, que se saque al Ejército de las calles”. “Pero no se ha dicho nada al respecto”, apunta el cineasta, para quien también en las recientes elecciones presidenciales hubo fraude. “Genera una sensación de impotencia, de que las cosas no cambien”, apuntó respecto a la decisión de los tribunales de validar la victoria de Peña Nieto. “Y sin embargo creo que los cambios grandes no suceden de la noche a la mañana”.
Por eso califica de “sana” la decisión de López Obrador de separarse de los partidos de izquierda con los que concurrió en las últimas elecciones a las urnas. “Creo que es la posibilidad de limpiar un poco la lucha de la izquierda mexica”.
Y también le parecen esperanzadoras iniciativas como la del poeta mexicano Javier Sicilia y sus caravanas de la paz, con las que intentó sensibilizar al país respecto a la violencia que lo sacude. “Si surgen muchos Sicilias eso puede generar una masa crítica de presión, que fuerce a las autoridades a tomar una decisión”.
Para Mandoki, el final de la espiral de narcotráfico y la violencia en México depende de que “haya voluntad política”. “En Colombia la hubo, hubo una decisión política, en México yo todavía no veo esa decisión”.
En cuanto a su futuro personal, a sus 58 años el director mexicano no descarta volver a trabajar en Hollywood, donde firmó cintas como “Cuando un hombre ama a una mujer” (1994) o “Mensaje en una botella” (1998). “Es posible que vuelva a filmar allá, lo que me importa es qué proyectos y donde me dejan hacerlos”.
(Entrevista tomada del sitio "sin embargo", de Laura del Río/dpa.)
Juan Rulfo, el narrador oral
Un artista no debería “contar su vida tal como la ha vivido, sino vivirla tal como la contará”, anotó en 1892 André Gide en sus Diarios. “Dicho de otra manera: que su retrato, pues eso es lo que será su vida, se identifique con el retrato ideal que anhela; y más sencillamente, que sea como quiere ser.” Es lo que hizo Rulfo cuando fue escritor y, sobre todo, cuando dejó de serlo. Porque entonces se deseó como tal y, contra viento y marea, ejerció de escritor: viajó profusamente, participó en congresos y ferias, recibió premios y homenajes, y se retrató a sí mismo: habló. Pero su discurso no fue el de un intelectual, sino el de un narrador nato: contó historias de sus antepasados, de su infancia y su juventud, de la región donde transcurren sus relatos, del campesino de Jalisco, del cómo y el porqué de una obra hecha y de otra en eterna gestación presentada como ilusión de su actividad creadora. Durante tres décadas, en vez de escribir, jugó a hacerlo: Días sin floresta, La cordillera y alguna otra promesa no llegaron nunca a concretarse en cuentos ni en novelas. De este modo, se convirtió en una especie de juglar moderno, un narrador oral que relevó al otro, al que ya no escribía, dando rienda suelta a su imaginación y ofreciendo versiones distintas, incluso arbitrarias, de ciertos hechos, porque la verdad no importaba mucho.
La agrafia de Rulfo (que duró unos treinta empecinados años) perdió así su rasgo de imposibilidad dolorosa. Sacándole partido a la neurosis de su silencio –después de la publicación de Pedro Páramo, en 1955, y hasta su muerte, en 1986, no dio a conocer más obras de ficción, apenas algunos guiones de cine y un puñado de notas para prólogos y periódicos–, encontró finalmente su reducto gozoso. Los relatos súbitos de jalisciense, esas minificciones, podríamos llamar hoy, que soltaba a regañadientes para la prensa fueron compilados y difundidos por amigos –reales y supuestos–- y por escribidores –llámense periodistas, profesores o críticos–, y vertidos en papel con el objeto de conservarlos para la memoria. En ellos hay algo de Rulfo y algo de los memoriosos que lo frecuentaron.Por obra de su propia voz y la escritura de otros, su historia personal se hizo ficción para emerger como pieza literaria. La figura, a fuerza de ser pública, se adecuó a lo público con un sello atrayente que concitó inmediata atención. Todos querían saber por qué no había escrito más este Rimbaud de la campiña jalisciense, adscripto a la sede mexicana de los autores del “no”, realmente extraño, casi anacrónico para la sociedad contemporánea: mercantil, devota del éxito, mediática, que promueve el espectáculo y la masificación de los productos culturales, y palpita a la caza y captura de lo diferente, que siempre fascina.
Rulfo es un caso que se da de cuando en cuando. Aunque más excéntrico todavía fue el norteamericano Salinger, un auténtico huraño, que siguió generando interés pese a su incorruptible retiro de décadas, a su total silencio, en una época incidental por excelencia y en un medio del que desaparecen, empujados hacia el olvido, hasta los artistas más prolíficos, histriónicos y sociables.
Si bien la obra del autor mexicano suscita unánime admiración, Rulfo es, en cambio, un modelo que nadie desea imitar, resulta un espejo temible. ¿Quién querría reconocerse en él, si al menos no ha escrito una obra memorable? De ahí la insistencia en continuar preguntándose por qué “prefirió no hacerlo” como el escribiente Bartleby de Melville, no escribir más, interrogante del que todavía se pretende extraer una revelación acabada, definitiva, que calme la zozobra del eclipse creativo, esta especie de muerte simbólica del artista. ¿Por qué, teniendo un mundo como escenario, Rulfo se había retirado de la escena de la escritura?
La inhibición creativa, como se sabe, produce sentimientos parecidos al del suicidio. Mientras éste es considerado por unos como la negación de la vida, para otros es una salida honorable, reivindicativa de la libertad del individuo. Pero cuando alguien muere o algo muere en los otros, no hacemos más que pensar en nuestra propia muerte. Exigimos, por tanto, una explicación que siempre es efímera, momentánea, porque en estas coordenadas las respuestas nunca pueden ser completas ni plenamente satisfactorias.
(Del prólogo de Juan Rulfo. Biografía no autorizada)
(nota clonada de "radar libros", autora Reina Roffe, Página/12, Buenos Aires.)
miércoles, 24 de octubre de 2012
Gabo y sus raíces
Bogotá.- Ahora que Gabo cumple 50 años de residencia en México sus colegas periodistas de El Espectador han empezado a desempolvar polvos de aquellos lodos de los años cincuenta, cuando el hijo de Macondo se iniciaba en la brega de la nota diaria y las crónicas en carne viva. Foto calcada del sitio El Espectador. |
martes, 23 de octubre de 2012
El cine de Visconti
No recuerdo quién observó, hace ya muchos años, que todas las películas de Visconti acaban con alguien con lágrimas en los ojos.
De haber prestado atención a ese comentario, aunque fuese para tratar
de rebatirlo, nos habríamos ahorrado muchos de los malentendidos que han
acompañado a Luchino Visconti desde el comienzo de su carrera hasta su
muerte y que, a mi entender, han empañado la visión de su obra.
Este detalle, que su reiteración -no recuerdo si hay alguna excepción que confirme la regla- y su colocación en un punto tan determinante de las películas impiden considerar anecdótico, indica la estrecha relación de Visconti, por demás frecuente en el cine italiano, con el melodrama, y quizá habría hecho menos escandaloso de lo que puede parecer un iluminador paralelismo con Vincente Minnelli, que encuentro más pertinente que las habituales comparaciones con Rossellini, De Sica, no digamos con Fellini o Antonioni. Y quizá hubiera disipado el mayor de los espejismos que obstaculizan la comprensión de Visconti, es decir, la manía de encuadrarle en el realismo, escuela o estilo que es tan limitador y deformante en su caso como cuando se aplica a Jean Renoir, no por casualidad uno de sus maestros (Visconti fue ayudante suyo en Toni, 1943).
Lo cierto es que ni sus primeros largos, Ossessione (1942) ni La Terra Trema (1948), pese a las apariencias, tienen gran cosa que ver con el realismo, pese a que se tendiera a establecer, por entonces, una apresurada ecuación entre cine italiano y neorrealismo; ambas películas eran, como otras varias de Visconti, adaptaciones literarias -aunque no reconocidas como tales-, con una pronunciadísima voluntad estilística que tiende no precisamente a la “transparencia” sino a la más radical estilización, tanto pictórica (véanse los encuadres y la iluminación en claroscuros, cuando no tenebrista, de La Terra Trema) como teatral (su uso del espacio, la composición en profundidad y su estilo de dirección de actores lo proclaman abiertamente) e incluso operística en casos que no es preciso señalar. Nada extraño ni nuevo, tampoco, en el cine italiano, aunque llevado a altas cimas de perfección y apoyado en una amplia cultura y un gusto exquisito.
Entre el verismo de Giovanni Verga y la novela negra de James M. Cain, sin embargo, hay poco en común, salvo que constituyen los primeros “velos” o “filtros” -más aún que cimientos narrativos- con los que Visconti trata de establecer una distancia que le permita comprender con lucidez y ver con claridad aquello que narra y que, hasta cuando más remoto y distante pueda parecer, le afecta siempre muy profunda y personalmente. Otros armazones le darán, a lo largo de su carrera, Zavattini, Dostoievski, Lampedusa, Albert Camus, Thomas Mann, Gabriele D'Annunzio. Las fuentes son muy diversas, a veces sorprendentes, pero la estilización es la misma, e igualmente cuando se aplica a la puesta en escena -sistemáticamente resaltada como una representación- de guiones originales (en los que participaba siempre Visconti).
Por lo demás, desde muy pronto -salvo por la tendencia a considerar una obra “menor” Bellissima (1951)- se vió que Visconti entendía el cine como artificio, ilusión y máscara, de modo no muy distinto que la ópera en su película siguiente, Senso (1954). Por si cabía alguna duda, ni la más prodigiosa fantasía permite aplicar el calificativo de “realista” a su adaptación de Noches blancas, en 1957, y no sólo por el decorado, sino por la propia elección y la manera de hablar y de moverse de sus intérpretes.
Quizá Rocco y sus hermanos pueda parecer, si no se presta atención a su forma, “realista”, pero en el mismo sentido que -no sin razón, en el fondo- Como un torrente de Minnelli o Anatomía de un asesinato de Preminger. Porque, al igual que El Gatopardo y otras varias situadas en el pasado, es cierto que reflejan una realidad, pero siempre quintaesenciada y reelaborada; de otro modo, hubieran sido documentos, no cine ni una manifestación artística.
Conviene, por eso, prestar atención a las películas más menospreciadas de Visconti, las que sus paladines sectarios dejaron de lado porque no se ajustaban al esquema que querían promocionar. Esto incluye su participación en una obra colectiva coordinada por Mario Serandrei y Giuseppe De Santis en 1945, Giorni di gloria, cortos y episodios, como Appunti su un fatto di cronaca (1951), Il lavoro (de Boccaccio "70) o el dedicado -en Nosotras las mujeres- a Anna Magnani y largos “malditos” como Vaghe stelle dell"Orsa..., L'étranger (creo que la V.O. es la francesa), la más testamentaria y reveladora, Gruppo di famiglia in un interno, o El Inocente, probablemente las más melodramáticas, preferibles a sus películas tardías más afamadas y prestigiosa, como Muerte en Venecia, La caída de los dioses e incluso Luis II de Baviera.
El ciclo que le dedica la Seminci puede ser una buena oportunidad para mirar de otra manera a Visconti, cuando ya no puede ser usado como un arma arrojadiza y excluyente de otras maneras de entender el cine, y descubrir que era, desde sus primeros pasos, un gran director, aunque no, quizá, el paradigma del “intelectual comprometido” o el “auténtico” creador del neorrealismo, sino algo más modesto, menos pasajero y efímero, y en el fondo más complejo, conflictivo, rico y amplio, desde luego más interesante, es decir, uno de esos cineastas que han entendido el cine como un arte de síntesis, capaz de englobar y aunar, potenciándolas, casi todas las formas de expresión clásicas, desde la narrativa y la poesía hasta la escultura, la danza y la arquitectura, además de las ya mencionadas, precisamente para no contentarse con reproducir sumisamente la realidad, sino para recrearla, con los medios propios del arte, reinterpretándola y haciéndola más inteligible, gracias precisamente a las tupidas redes de artificio con las que ha sido capturada y moldeada para que cobre sentido para el espectador.
La sensibilidad y la inteligencia que conjuntamente definen lo mejor de Visconti, lo menos autocomplaciente y lo más medido, cualquiera que sea su longitud: es decir, tanto los 160 minutos de La Terra Trema, las tres horas de Rocco e i suoi fratelli o los 205 minutos de Il Gattopardo como los tres cuartos de hora de Il lavoro o los 8 minutos de Appunti.
(Ensayo de Miguel Marías, 24 octubre 2001, tomado del sitio El Cultural.)
Este detalle, que su reiteración -no recuerdo si hay alguna excepción que confirme la regla- y su colocación en un punto tan determinante de las películas impiden considerar anecdótico, indica la estrecha relación de Visconti, por demás frecuente en el cine italiano, con el melodrama, y quizá habría hecho menos escandaloso de lo que puede parecer un iluminador paralelismo con Vincente Minnelli, que encuentro más pertinente que las habituales comparaciones con Rossellini, De Sica, no digamos con Fellini o Antonioni. Y quizá hubiera disipado el mayor de los espejismos que obstaculizan la comprensión de Visconti, es decir, la manía de encuadrarle en el realismo, escuela o estilo que es tan limitador y deformante en su caso como cuando se aplica a Jean Renoir, no por casualidad uno de sus maestros (Visconti fue ayudante suyo en Toni, 1943).
Lo cierto es que ni sus primeros largos, Ossessione (1942) ni La Terra Trema (1948), pese a las apariencias, tienen gran cosa que ver con el realismo, pese a que se tendiera a establecer, por entonces, una apresurada ecuación entre cine italiano y neorrealismo; ambas películas eran, como otras varias de Visconti, adaptaciones literarias -aunque no reconocidas como tales-, con una pronunciadísima voluntad estilística que tiende no precisamente a la “transparencia” sino a la más radical estilización, tanto pictórica (véanse los encuadres y la iluminación en claroscuros, cuando no tenebrista, de La Terra Trema) como teatral (su uso del espacio, la composición en profundidad y su estilo de dirección de actores lo proclaman abiertamente) e incluso operística en casos que no es preciso señalar. Nada extraño ni nuevo, tampoco, en el cine italiano, aunque llevado a altas cimas de perfección y apoyado en una amplia cultura y un gusto exquisito.
Entre el verismo de Giovanni Verga y la novela negra de James M. Cain, sin embargo, hay poco en común, salvo que constituyen los primeros “velos” o “filtros” -más aún que cimientos narrativos- con los que Visconti trata de establecer una distancia que le permita comprender con lucidez y ver con claridad aquello que narra y que, hasta cuando más remoto y distante pueda parecer, le afecta siempre muy profunda y personalmente. Otros armazones le darán, a lo largo de su carrera, Zavattini, Dostoievski, Lampedusa, Albert Camus, Thomas Mann, Gabriele D'Annunzio. Las fuentes son muy diversas, a veces sorprendentes, pero la estilización es la misma, e igualmente cuando se aplica a la puesta en escena -sistemáticamente resaltada como una representación- de guiones originales (en los que participaba siempre Visconti).
Por lo demás, desde muy pronto -salvo por la tendencia a considerar una obra “menor” Bellissima (1951)- se vió que Visconti entendía el cine como artificio, ilusión y máscara, de modo no muy distinto que la ópera en su película siguiente, Senso (1954). Por si cabía alguna duda, ni la más prodigiosa fantasía permite aplicar el calificativo de “realista” a su adaptación de Noches blancas, en 1957, y no sólo por el decorado, sino por la propia elección y la manera de hablar y de moverse de sus intérpretes.
Quizá Rocco y sus hermanos pueda parecer, si no se presta atención a su forma, “realista”, pero en el mismo sentido que -no sin razón, en el fondo- Como un torrente de Minnelli o Anatomía de un asesinato de Preminger. Porque, al igual que El Gatopardo y otras varias situadas en el pasado, es cierto que reflejan una realidad, pero siempre quintaesenciada y reelaborada; de otro modo, hubieran sido documentos, no cine ni una manifestación artística.
Conviene, por eso, prestar atención a las películas más menospreciadas de Visconti, las que sus paladines sectarios dejaron de lado porque no se ajustaban al esquema que querían promocionar. Esto incluye su participación en una obra colectiva coordinada por Mario Serandrei y Giuseppe De Santis en 1945, Giorni di gloria, cortos y episodios, como Appunti su un fatto di cronaca (1951), Il lavoro (de Boccaccio "70) o el dedicado -en Nosotras las mujeres- a Anna Magnani y largos “malditos” como Vaghe stelle dell"Orsa..., L'étranger (creo que la V.O. es la francesa), la más testamentaria y reveladora, Gruppo di famiglia in un interno, o El Inocente, probablemente las más melodramáticas, preferibles a sus películas tardías más afamadas y prestigiosa, como Muerte en Venecia, La caída de los dioses e incluso Luis II de Baviera.
El ciclo que le dedica la Seminci puede ser una buena oportunidad para mirar de otra manera a Visconti, cuando ya no puede ser usado como un arma arrojadiza y excluyente de otras maneras de entender el cine, y descubrir que era, desde sus primeros pasos, un gran director, aunque no, quizá, el paradigma del “intelectual comprometido” o el “auténtico” creador del neorrealismo, sino algo más modesto, menos pasajero y efímero, y en el fondo más complejo, conflictivo, rico y amplio, desde luego más interesante, es decir, uno de esos cineastas que han entendido el cine como un arte de síntesis, capaz de englobar y aunar, potenciándolas, casi todas las formas de expresión clásicas, desde la narrativa y la poesía hasta la escultura, la danza y la arquitectura, además de las ya mencionadas, precisamente para no contentarse con reproducir sumisamente la realidad, sino para recrearla, con los medios propios del arte, reinterpretándola y haciéndola más inteligible, gracias precisamente a las tupidas redes de artificio con las que ha sido capturada y moldeada para que cobre sentido para el espectador.
La sensibilidad y la inteligencia que conjuntamente definen lo mejor de Visconti, lo menos autocomplaciente y lo más medido, cualquiera que sea su longitud: es decir, tanto los 160 minutos de La Terra Trema, las tres horas de Rocco e i suoi fratelli o los 205 minutos de Il Gattopardo como los tres cuartos de hora de Il lavoro o los 8 minutos de Appunti.
(Ensayo de Miguel Marías, 24 octubre 2001, tomado del sitio El Cultural.)
lunes, 22 de octubre de 2012
Viciado el jurado FIL 2012
El escritor, pintor y diplomático mexicano Fernando del Paso pidió que se renueve para el próximo año el jurado del premio de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, ante la polémica surgida por la entrega que se hará este año al escritor peruano Alfredo Bryce Echenique, acusado de plagio.
"La Feria Internacional del Libro debe renovar cien por ciento su jurado para el próximo año", aseguró al diario "Reforma" Del Paso, quien obtuvo el galardón en 2007.
El novelista dijo que aunque es posible leer alguna frase o alguna idea, olvidarla por un tiempo y después considerarla como propia, es inexplicable que se haya hecho con 36 artículos de prensa, como ocurrió con Bryce Echenique.
"Lo que no me explico es cómo una persona puede hacer eso con 36 artículos periodísticos", afirmó el pintor, quien será homenajeado en el marco del encuentro literario, que iniciará el próximo 24 de noviembre y se prolongará hasta el 2 de diciembre, por el aniversario 25 de su novela "Noticias del Imperio".
Del Paso afirmó que aunque no puede negar la calidad de los textos de Bryce Echenique, que considera en novelas como "Un mundo para Julius", "un inmenso talento literario, digno de cualquier premio", no se pueden separar las obras de ficción y periodística.
"Creo que Echenique debió renunciar, pero no se renuncia fácilmente a 150.000 dólares", afirmó.
El jurado de la FIL Guadalajara lo integran siete escritores y críticos literarios, que se designan cada año.
Los miembros los proponen los presidentes del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), de la FIL, del Fondo de Cultura Económica y el Secretario de Cultura del estado de Jalisco. En cada edición se deben renovar al menos dos miembros y cinco pueden repetir dos veces consecutivas.
Ante las críticas que desató en el ámbito intelectual y literario mexicano la entrega del galardón al peruano, la Comisión de Premiación decidió darle el premio a Bryce Echenique en su hogar peruano días antes de realizarse la feria.
Tras conocer la determinación, Bryce Echenique dijo que es algo que le "apena mucho".
"Yo no lo decidí. Lo han decidido por mí. Si me piden que no vaya, ¿qué voy a hacer?", dijo Bryce, de 73 años, en declaraciones telefónicas desde Lima publicadas el viernes por el rotativo mexicano.
Según anunció el jueves la FIL, feria de las letras más importantes de Latinoamérica, el pergamino de reconocimiento se lo entregará a Bryce Echenique un jurado en su casa y los 150.000 dólares le serán enviados por transferencia bancaria.
Respecto a la polémica, el presidente de la FIL, Raúl Padilla, ratificó a medios mexicanos que la determinación del jurado "es inapelable".
"A futuro tenemos que transparentar más el mecanismo o renovar el mecanismo de la elección del jurado, la verdad es que esta asociación en 22 años ha escogido a las mejores mentes para integrar el jurado", aseguró.
El escritor peruano se mantiene en que no ha cometido plagio, a pesar de que se le comprobó la copia de 16 artículos periodísticos y fue multado en su país en 2009.
Los jurados del premio de la FIL Guadalajara 2012 fueron el rumano-canadiense Andrei Mihailescu, el peruano Julio Ortega, la argentina Leila Guerriero, la colombiana Margarita Valencia, el británico Mark Millington y la puertorriqueña Mayra Santos-Febres.
(¿Qué sensación vivirá un escritor premiado con 150 mil dólares que sus anfitriones le piden que NO asista a la ceremonia pública de premiación, sino que se le entregará a solas mientras el peruano finge que se encuentra enfermo, deshauciado o padece una enfermedad contagiosa? Quizá experimente un gran gozo al suponer que el galardón se lo entregaría el analfabeta Enrique Peña Nieto. Nota de la agencia Dpa en el sitio La Tercera, diario chileno.)
"La Feria Internacional del Libro debe renovar cien por ciento su jurado para el próximo año", aseguró al diario "Reforma" Del Paso, quien obtuvo el galardón en 2007.
El novelista dijo que aunque es posible leer alguna frase o alguna idea, olvidarla por un tiempo y después considerarla como propia, es inexplicable que se haya hecho con 36 artículos de prensa, como ocurrió con Bryce Echenique.
"Lo que no me explico es cómo una persona puede hacer eso con 36 artículos periodísticos", afirmó el pintor, quien será homenajeado en el marco del encuentro literario, que iniciará el próximo 24 de noviembre y se prolongará hasta el 2 de diciembre, por el aniversario 25 de su novela "Noticias del Imperio".
Del Paso afirmó que aunque no puede negar la calidad de los textos de Bryce Echenique, que considera en novelas como "Un mundo para Julius", "un inmenso talento literario, digno de cualquier premio", no se pueden separar las obras de ficción y periodística.
"Creo que Echenique debió renunciar, pero no se renuncia fácilmente a 150.000 dólares", afirmó.
El jurado de la FIL Guadalajara lo integran siete escritores y críticos literarios, que se designan cada año.
Los miembros los proponen los presidentes del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), de la FIL, del Fondo de Cultura Económica y el Secretario de Cultura del estado de Jalisco. En cada edición se deben renovar al menos dos miembros y cinco pueden repetir dos veces consecutivas.
Ante las críticas que desató en el ámbito intelectual y literario mexicano la entrega del galardón al peruano, la Comisión de Premiación decidió darle el premio a Bryce Echenique en su hogar peruano días antes de realizarse la feria.
Tras conocer la determinación, Bryce Echenique dijo que es algo que le "apena mucho".
"Yo no lo decidí. Lo han decidido por mí. Si me piden que no vaya, ¿qué voy a hacer?", dijo Bryce, de 73 años, en declaraciones telefónicas desde Lima publicadas el viernes por el rotativo mexicano.
Según anunció el jueves la FIL, feria de las letras más importantes de Latinoamérica, el pergamino de reconocimiento se lo entregará a Bryce Echenique un jurado en su casa y los 150.000 dólares le serán enviados por transferencia bancaria.
Respecto a la polémica, el presidente de la FIL, Raúl Padilla, ratificó a medios mexicanos que la determinación del jurado "es inapelable".
"A futuro tenemos que transparentar más el mecanismo o renovar el mecanismo de la elección del jurado, la verdad es que esta asociación en 22 años ha escogido a las mejores mentes para integrar el jurado", aseguró.
El escritor peruano se mantiene en que no ha cometido plagio, a pesar de que se le comprobó la copia de 16 artículos periodísticos y fue multado en su país en 2009.
Los jurados del premio de la FIL Guadalajara 2012 fueron el rumano-canadiense Andrei Mihailescu, el peruano Julio Ortega, la argentina Leila Guerriero, la colombiana Margarita Valencia, el británico Mark Millington y la puertorriqueña Mayra Santos-Febres.
(¿Qué sensación vivirá un escritor premiado con 150 mil dólares que sus anfitriones le piden que NO asista a la ceremonia pública de premiación, sino que se le entregará a solas mientras el peruano finge que se encuentra enfermo, deshauciado o padece una enfermedad contagiosa? Quizá experimente un gran gozo al suponer que el galardón se lo entregaría el analfabeta Enrique Peña Nieto. Nota de la agencia Dpa en el sitio La Tercera, diario chileno.)
Rubén Bonifaz Nuño (1923 )
XIII
Apenas saco la cabeza
por debajo de tu zapato;
mi epitafio, Flaca, ya legible,
escrito en tu suela me acongoja.
Pero ellas pasan, minuciosas
de las minucias que despiertan
el secreto de los sostenes,
el restiramiento de las faldas.
Esas minucias, en su número,
mínimas; máximas, sin número,
en sus variedades convincentes;
enrejadas por los imanes
de las cárceles donde se acendran,
hoy, encandilado, me convocan.
Como fe de bautismo nueva,
ellas mi salvación escriben:
que meta, a fondo, la cabeza
por debajo de su zapato.
(texto tomado de Calacas, editorial El Colegio Nacional, México, 2003.)
Apenas saco la cabeza
por debajo de tu zapato;
mi epitafio, Flaca, ya legible,
escrito en tu suela me acongoja.
Pero ellas pasan, minuciosas
de las minucias que despiertan
el secreto de los sostenes,
el restiramiento de las faldas.
Esas minucias, en su número,
mínimas; máximas, sin número,
en sus variedades convincentes;
enrejadas por los imanes
de las cárceles donde se acendran,
hoy, encandilado, me convocan.
Como fe de bautismo nueva,
ellas mi salvación escriben:
que meta, a fondo, la cabeza
por debajo de su zapato.
(texto tomado de Calacas, editorial El Colegio Nacional, México, 2003.)
domingo, 21 de octubre de 2012
Uriel Martínez (1950 )
Los diques
este martes el sol tira
rayos infrarrojos en una cara
de la ciudad; la otra
es guarecida por las nubes;
sin que venga al caso
y mientras el cd habla
de nuestros muertos
poco a poco los diques
quisieran reventar en llanto;
el día es inexplicable
como ciertas noches de otoño
como algunas tardes cuando
nadie viene, nadie habla, nadie responde;
acaso nuestros muertos
se encuentren de asueto,
desprendidos de mi mano,
pero sólo es un acaso,
un quizá, un quien sabe.
este martes el sol tira
rayos infrarrojos en una cara
de la ciudad; la otra
es guarecida por las nubes;
sin que venga al caso
y mientras el cd habla
de nuestros muertos
poco a poco los diques
quisieran reventar en llanto;
el día es inexplicable
como ciertas noches de otoño
como algunas tardes cuando
nadie viene, nadie habla, nadie responde;
acaso nuestros muertos
se encuentren de asueto,
desprendidos de mi mano,
pero sólo es un acaso,
un quizá, un quien sabe.
sábado, 20 de octubre de 2012
Óscar Naranjo y el narco en México
La historia de por qué lo conocí se remonta al inicio de ese mismo año, cuando el general Rosso José Serrano coincidió con García Márquez en una cena y le contó anécdotas de las capturas de los seis jefes del cartel de Cali. “Debes escribir un libro”, le dijo García Márquez. “Escríbelo tú”, respondió Serrano. Una semana después me llamaron. El libro sería una memoria en primera persona de Serrano y García Márquez haría la edición.
Yo iba a ser el ghost writer.
Y así se hizo (el libro, tal vez algunos lo recuerden, se publicó con el título de Jaque mate), y muy rápidamente me encontré en el despacho del entonces coronel Naranjo. Recuerdo la impresión que me causó: un tipo elegante, culto, refinado y cosmopolita. Una especie de James Bond colombiano. Naranjo llevaba 22 años en la Policía, siempre en labores de inteligencia, y junto con Serrano había cambiado completamente el esquema de lucha contra el narcotráfico.
Hace poco Naranjo fue nombrado en México por el nuevo presidente Peña Nieto como asesor para temas de narcotráfico. Y allá las críticas arrecian.
No sé —nadie puede saberlo— cuánto de sus éxitos pueda ser transferible a otro país. En la Policía colombiana, su carisma personal y liderazgo fue fundamental para lograr de sus agentes sacrificios y absoluta lealtad, algo que en México, por tratarse de un extranjero y por generar desconfianza en los rangos del Ejército —él es un policía— parece difícil. Supongo además que constitucionalmente no podrá dar órdenes directas a las fuerzas armadas mexicanas, aunque sí aconsejar y compartir sus experiencias con quienes puedan hacerlo.
Si bien comprendo las reticencias de algunos sectores políticos mexicanos, ya que esto implica que un extranjero esté cerca del tema más sensible de seguridad nacional de México, no comprendo las furibundas críticas: acusarlo de hacer el juego al cartel de Sinaloa (contra Los Zetas) o de ser un “infiltrado” de Estados Unidos —como he leído—, me parece injusto y, sobre todo, infundado. En Colombia, hasta la cúpula de las Farc desmentiría estas alocadas versiones.
Más bien pienso que es importante para México y Colombia estar alerta y abrir canales de lucha conjunta contra los carteles mexicanos, pues estos pasaron de ser intermediarios a apropiarse del negocio, y ya están en Colombia, muy cerca de las materias primas. En muchos casos la cocaína, en el puerto colombiano de Buenaventura, ya es mexicana.
Hay algo que se debe considerar: si el proceso de paz entre el Gobierno y las Farc llega a buen puerto y la guerrilla se desmoviliza, ¿quién controlará los espacios de cultivo de coca que hasta ahora maneja la guerrilla?, ¿quedarán en manos de facciones de las Farc renuentes a la probable desmovilización?, ¿trabajarán para los carteles mexicanos, que en algunos casos ya son sus aliados? Ese será el nuevo escenario transnacional de lucha. Ante estos retos impuestos por el salvaje capitalismo de la economía ilegal, la idea de una colaboración anticarteles desde México con la asesoría de Naranjo, gran conocedor del terreno y las circunstancias en las zonas de cultivo, no me parece nada descabellada.
(nota de Santiago Gamboa clonada del sitio El Espectador, Colombia.)
Yo iba a ser el ghost writer.
Y así se hizo (el libro, tal vez algunos lo recuerden, se publicó con el título de Jaque mate), y muy rápidamente me encontré en el despacho del entonces coronel Naranjo. Recuerdo la impresión que me causó: un tipo elegante, culto, refinado y cosmopolita. Una especie de James Bond colombiano. Naranjo llevaba 22 años en la Policía, siempre en labores de inteligencia, y junto con Serrano había cambiado completamente el esquema de lucha contra el narcotráfico.
Hace poco Naranjo fue nombrado en México por el nuevo presidente Peña Nieto como asesor para temas de narcotráfico. Y allá las críticas arrecian.
No sé —nadie puede saberlo— cuánto de sus éxitos pueda ser transferible a otro país. En la Policía colombiana, su carisma personal y liderazgo fue fundamental para lograr de sus agentes sacrificios y absoluta lealtad, algo que en México, por tratarse de un extranjero y por generar desconfianza en los rangos del Ejército —él es un policía— parece difícil. Supongo además que constitucionalmente no podrá dar órdenes directas a las fuerzas armadas mexicanas, aunque sí aconsejar y compartir sus experiencias con quienes puedan hacerlo.
Si bien comprendo las reticencias de algunos sectores políticos mexicanos, ya que esto implica que un extranjero esté cerca del tema más sensible de seguridad nacional de México, no comprendo las furibundas críticas: acusarlo de hacer el juego al cartel de Sinaloa (contra Los Zetas) o de ser un “infiltrado” de Estados Unidos —como he leído—, me parece injusto y, sobre todo, infundado. En Colombia, hasta la cúpula de las Farc desmentiría estas alocadas versiones.
Más bien pienso que es importante para México y Colombia estar alerta y abrir canales de lucha conjunta contra los carteles mexicanos, pues estos pasaron de ser intermediarios a apropiarse del negocio, y ya están en Colombia, muy cerca de las materias primas. En muchos casos la cocaína, en el puerto colombiano de Buenaventura, ya es mexicana.
Hay algo que se debe considerar: si el proceso de paz entre el Gobierno y las Farc llega a buen puerto y la guerrilla se desmoviliza, ¿quién controlará los espacios de cultivo de coca que hasta ahora maneja la guerrilla?, ¿quedarán en manos de facciones de las Farc renuentes a la probable desmovilización?, ¿trabajarán para los carteles mexicanos, que en algunos casos ya son sus aliados? Ese será el nuevo escenario transnacional de lucha. Ante estos retos impuestos por el salvaje capitalismo de la economía ilegal, la idea de una colaboración anticarteles desde México con la asesoría de Naranjo, gran conocedor del terreno y las circunstancias en las zonas de cultivo, no me parece nada descabellada.
(nota de Santiago Gamboa clonada del sitio El Espectador, Colombia.)
Embestidas con Trojan
Desde que recibí aquel mensaje en el que, sabiendo que soy seropositivo, X me proponía que lo cogiera sin forro y le diera mi leche, tengo una duda que desde hace varias semanas intento despejar. X, a quien apodé “Torito” por el buen estado de salud, la robustez y la fuerza que denotan sus fotos, me dice que nunca usa preservativos para coger porque adhiere a la teoría difundida por médicos e investigadores disidentes según la cual el VIH no existe. Me pregunto entonces qué representa sino al virus aquella imagen de una esfera similar a un abrojo que ilustra la mayoría de los artículos sobre VIH/sida que vengo leyendo desde 1990, cuando me enteré de que estaba infectado. A lo largo de los años me fui amigando con aquella imagen, porque sentía que ése era el virus con el que iba a tener que convivir durante toda mi vida, o al menos hasta que apareciera una cura. Me pregunto además por qué me asalta esta duda recién ahora, si desde las primeras declaraciones del hoy esfumado médico argentino disidente Eduardo Leschot, allá por el año ’95, me la paso leyendo artículos, mirando videos de YouTube y películas sobre las diferentes posturas de los médicos e investigadores que sostienen que el VIH no existe o que si existe no es la causa del sida. El virólogo disidente Stephan Lanka, en un reportaje publicado en el blog Disidencia del sida, explica que el VIH nunca fue aislado ni fotografiado según lo requiere el método científico. Para entender todos sus argumentos, uno tendría que ponerse a estudiar biología. La cuestión es que el tipo de afirmaciones como “El VIH no existe” sirve como argumento para quienes prefieren no usar preservativo, sin evaluar a fondo cuáles son los riesgos de infectarse o infectar a otrxs. En casos extremos llega a ser nociva para toda una población, como fue el caso de Sudáfrica, cuando durante su presidencia, entre 1999 y 2008, Thabo Mbeki adhirió a las tesis negacionistas, y el Estado dejó de proporcionar tratamientos efectivos contra el VIH, lo que provocó cientos de miles de muertes debido al sida (Wikipedia, “Negacionismo del VIH/sida”).
Torito se basa, para justificar su decisión de coger a pelo, en la postura de Roberto Giraldo, uno de los médicos disidentes que sostiene que el VIH no existe. En un reportaje disponible en YouTube, Giraldo afirma que las causas de la inmunodeficiencia son cinco: químicas (drogas, contaminación del aire), físicas (campos electromagnéticos, uso de celulares), nutricionales (mala alimentación), mentales (ansiedad, depresión, miedo, etc.) o biológicas (agentes de origen vivo, infecciones por bacterias, hongos, virus o exposición a semen). Al menos Giraldo, se trate de un virus o no, admite que la inmunodeficiencia puede tener como causa la exposición al semen. Creo que esta parte Torito no la escuchó, o no le importó. En cuanto a mí, me hago a la idea de que esa imagen con la que me había familiarizado y que representa al VIH no tiene rigor científico pero, por si acaso, sigo cogiendo con forro.(nota de Pablo Pérez, "Se busca virus", reproducida del sitio "soy" en Página/12, Buenos Aires.)
viernes, 19 de octubre de 2012
La vida de matinée sin Sylvia
“Lo verde empieza en los Pirineos”, en la estela de Alfredo Landa, protagonista del film del mismo título, caravanas de españolitos salidos entraban en Francia cada fin de semana para ocupar los cines de Biarritz y Perpiñán ávidos de carne femenina en dosis no permitidas por la pacata y pudibunda censura nacional, católica y franquista. En 1974 muchos productores españoles rodaban películas en doble versión, la primera para el consumo interno, en la segunda, destinada al mercado internacional, las actrices españolas pasaban continuamente de la ducha a la cama y exhibían sus velados encantos, especialmente apreciados por sus compatriotas en sus visitas al extranjero. El escándalo estalló, contaban, en Santiago de Compostela, capital de la catolicidad, cuando un exhibidor se confundió de copia y proyectó la versión destinada a la exportación. En 1974, Sylvia Kristel, protagonista de “Emmanuelle” se convertía en el icono erótico internacional, la respuesta europea, envuelta con papel de regalo, al porno en crudo y sin coartadas de la industria norteamericana. Ante las pronunciadas curvas y las explosivas perfomances de las porno stars del otro lado del Atlántico, Sylvia Kristel ofrecía una visión más refinada, un aire ingenuo, unas proporciones menos contundentes. El film tenía además un argumento reconocible y mostraba unas imágenes más cuidadas y exóticas, entre el folleto turístico y el catálogo de lencería, entre el chic y el kitsch..
El eterno debate sobre los márgenes entre el erotismo y la pornografía se agitaba en un país, España, en el que unos años antes, “Helga”, una película didáctica alemana sobre partos había batido records de asistencia en un cine de “arte y ensayo” dela GranVíamadrileña por sus explícitas escenas ginecológicas. La obstetricia ¿era erótica o pornográfica?. Las puertas a los verdes campos que empezaban al otro lado de los Pirineos estaban a punto de caer con estrépito dando origen al desmadre consentido del “destape”, malamente acotado por la necesidad de que los desnudos se ajustaran a las necesidades del guión. Haciendo de la necesidad virtud muchos guionistas españoles escribían guiones que se ajustaban a los desnudos que exigían los productores volcados en películas “S”, inédita y efímera clasificación que marcaba una sutil diferencia entre el erotismo y la pornografía, cajón de sastre en el se vieron confinadas jóvenes artistas nacionales o de importación. Durante muchos años la censura obligaba a que las actrices que por necesidades del guión hubieran de mostrar comportamientos impropios como el adulterio y vestimentas sucintas fueran extranjeras. Un chiste español, españolísimo, de los años cincuenta decía que las hormigas insaciables de “Cuando rugela Marabunta”, film catastrofista, eran mujeres desnudas en la versión original.
Pasó la marea del destape, Susana Estrada, icono casero del subgénero enseñó sus pechos a Tierno Galván en un acto público, la foto publicada en casi todos los medios de comunicación supuso el canto del cisne del destapismo en los inicios de la movida. En uno de los escasísimos cines X que subsisten en Madrid, un cartel, tan cutre como el establecimiento indica que la sala solo exhibe películas de sexo explícito o que hacen apología de la violencia, pero el reclamo ya no surte efecto, los huidizos y escasos espectadores que pasan por sus destartaladas puertas desde la mañana van al cine a cualquier cosa menos a ver películas. A través de la red, o en el horario nocturno de algunos canales de televisión, la pornografía está al alcance de todos y ha perdido su aura clandestina. Sylvia Kristel, belleza triste, rubia mariposa holandesa, quedó atrapada para siempre, clavada con alfiler de oro en la vitrina. Ni “Emannuelle 2”, “Adiós Emmanuelle” o “Emmanuelle 4” hicieron nada para liberarla de su encierro. Los moralistas de siempre le han puesto con su muerte reciente, a los sesenta años, moraleja y epitafio. Las chicas malas acaban así. El tabaco, las drogas, el alcohol, la promiscuidad y las malas compañías destruyeron a la ninfa del sillón de mimbre, mueble al que dio categoría de fetiche. Una historia paralela a la de la infeliz María Schneider que adquirió calidad de icono del sexo tras ser sodomizada a la mantequilla por un decrépito Marlon Brando en un film de Bertolucci, en este caso ni tan buenas compañías pudieron hacer nada para salvarla.
(¿Qué hacías cuando pasabas frente a una sala de cine, en Torreón, en que se exhibía la primera película de Sylvia Kristel?, seguramente te seguías de largo por que no tenías la cartilla militar que te acreditaba como autorizado para verla, olerla, intuirla. Quizá te consolabas escuchando los primeros acordes del extended play de Los Beatles en el Parque Morelos de Gómez Palacio, en cuya plaza había una rockola, veintera o tragaperras que era un consuelo. Artículo de Moncho Alpuente, "Adiós, Emmanuelle, adiós." en Público online.)
El eterno debate sobre los márgenes entre el erotismo y la pornografía se agitaba en un país, España, en el que unos años antes, “Helga”, una película didáctica alemana sobre partos había batido records de asistencia en un cine de “arte y ensayo” dela GranVíamadrileña por sus explícitas escenas ginecológicas. La obstetricia ¿era erótica o pornográfica?. Las puertas a los verdes campos que empezaban al otro lado de los Pirineos estaban a punto de caer con estrépito dando origen al desmadre consentido del “destape”, malamente acotado por la necesidad de que los desnudos se ajustaran a las necesidades del guión. Haciendo de la necesidad virtud muchos guionistas españoles escribían guiones que se ajustaban a los desnudos que exigían los productores volcados en películas “S”, inédita y efímera clasificación que marcaba una sutil diferencia entre el erotismo y la pornografía, cajón de sastre en el se vieron confinadas jóvenes artistas nacionales o de importación. Durante muchos años la censura obligaba a que las actrices que por necesidades del guión hubieran de mostrar comportamientos impropios como el adulterio y vestimentas sucintas fueran extranjeras. Un chiste español, españolísimo, de los años cincuenta decía que las hormigas insaciables de “Cuando rugela Marabunta”, film catastrofista, eran mujeres desnudas en la versión original.
Pasó la marea del destape, Susana Estrada, icono casero del subgénero enseñó sus pechos a Tierno Galván en un acto público, la foto publicada en casi todos los medios de comunicación supuso el canto del cisne del destapismo en los inicios de la movida. En uno de los escasísimos cines X que subsisten en Madrid, un cartel, tan cutre como el establecimiento indica que la sala solo exhibe películas de sexo explícito o que hacen apología de la violencia, pero el reclamo ya no surte efecto, los huidizos y escasos espectadores que pasan por sus destartaladas puertas desde la mañana van al cine a cualquier cosa menos a ver películas. A través de la red, o en el horario nocturno de algunos canales de televisión, la pornografía está al alcance de todos y ha perdido su aura clandestina. Sylvia Kristel, belleza triste, rubia mariposa holandesa, quedó atrapada para siempre, clavada con alfiler de oro en la vitrina. Ni “Emannuelle 2”, “Adiós Emmanuelle” o “Emmanuelle 4” hicieron nada para liberarla de su encierro. Los moralistas de siempre le han puesto con su muerte reciente, a los sesenta años, moraleja y epitafio. Las chicas malas acaban así. El tabaco, las drogas, el alcohol, la promiscuidad y las malas compañías destruyeron a la ninfa del sillón de mimbre, mueble al que dio categoría de fetiche. Una historia paralela a la de la infeliz María Schneider que adquirió calidad de icono del sexo tras ser sodomizada a la mantequilla por un decrépito Marlon Brando en un film de Bertolucci, en este caso ni tan buenas compañías pudieron hacer nada para salvarla.
(¿Qué hacías cuando pasabas frente a una sala de cine, en Torreón, en que se exhibía la primera película de Sylvia Kristel?, seguramente te seguías de largo por que no tenías la cartilla militar que te acreditaba como autorizado para verla, olerla, intuirla. Quizá te consolabas escuchando los primeros acordes del extended play de Los Beatles en el Parque Morelos de Gómez Palacio, en cuya plaza había una rockola, veintera o tragaperras que era un consuelo. Artículo de Moncho Alpuente, "Adiós, Emmanuelle, adiós." en Público online.)
Kofi Annan: por despenalización
México, D.F..- El exsecretario general de las Naciones Unidas, Kofi
Annan, afirmó que la estrategia del presidente Felipe Calderón contra el
narcotráfico ha fracasado y provocado la muerte de muchas personas, por lo que
sugirió un cambio de estrategia basado en el despenalización de las drogas.
“Es necesario un cambio de política, pero tiene que hacerse con cuidado, porque hay emociones muy fuertes en ambos lados. Pero tenemos que empezar el debate, hay que revisar todo el enfoque”, señaló.
Durante una conferencia en el centro de estudios Brookings de Washington, el diplomático ghanés sostuvo que cuando se observan los resultados de la estrategia de Calderón, “la mayoría de la gente dirá que no ha funcionado. Ha muerto demasiada gente”.
Annan recordó que el año pasado participó en la elaboración de un informe de la Comisión Global de Políticas sobre Drogas dirigida por el expresidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, que recomendó regular el consumo de mariguana y despenalizar el uso de otras sustancias.
“Nuestra principal conclusión fue recomendar la descriminalización –no la legalización– porque hemos llenado las prisiones de gente joven cuyas vidas salen destrozadas por una onza (de droga)”, apuntó.
Por ello, dijo, es necesario un cambio de política e iniciar el debate sobre el consumo y venta de drogas.
Añadió que a menudo los gobiernos se enfocan demasiado en el asunto del suministro y olvidan el de la demanda, cuando ambos aspectos tienen que trabajar juntos.
“Hay que enfrentar esto a través de la educación y la salud, en lugar de con acciones brutales”, sentenció Annan, quien también expresó su preocupación por las tiendas de armas ubicadas en la frontera entre Estados Unidos y México, mismas que están llenando de armas el norte de este último país.
Durante la conferencia, Annan presentó su libro de memorias Interventions: A Life in War and Peace, publicado el pasado 4 de septiembre, donde relata distintas etapas de su vida, desde su niñez en Ghana hasta su incursión en la diplomacia, en Ginebra y, sobre todo, su periodo al frente de la ONU entre 1997 y 2006.
(El fracaso de la estrategia del gobierno federal de combate al comercio ilícito de drogas en México hasta un ciego lo sabe. Nota tomada del sitio Proceso.)
“Es necesario un cambio de política, pero tiene que hacerse con cuidado, porque hay emociones muy fuertes en ambos lados. Pero tenemos que empezar el debate, hay que revisar todo el enfoque”, señaló.
Durante una conferencia en el centro de estudios Brookings de Washington, el diplomático ghanés sostuvo que cuando se observan los resultados de la estrategia de Calderón, “la mayoría de la gente dirá que no ha funcionado. Ha muerto demasiada gente”.
Annan recordó que el año pasado participó en la elaboración de un informe de la Comisión Global de Políticas sobre Drogas dirigida por el expresidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, que recomendó regular el consumo de mariguana y despenalizar el uso de otras sustancias.
“Nuestra principal conclusión fue recomendar la descriminalización –no la legalización– porque hemos llenado las prisiones de gente joven cuyas vidas salen destrozadas por una onza (de droga)”, apuntó.
Por ello, dijo, es necesario un cambio de política e iniciar el debate sobre el consumo y venta de drogas.
Añadió que a menudo los gobiernos se enfocan demasiado en el asunto del suministro y olvidan el de la demanda, cuando ambos aspectos tienen que trabajar juntos.
“Hay que enfrentar esto a través de la educación y la salud, en lugar de con acciones brutales”, sentenció Annan, quien también expresó su preocupación por las tiendas de armas ubicadas en la frontera entre Estados Unidos y México, mismas que están llenando de armas el norte de este último país.
Durante la conferencia, Annan presentó su libro de memorias Interventions: A Life in War and Peace, publicado el pasado 4 de septiembre, donde relata distintas etapas de su vida, desde su niñez en Ghana hasta su incursión en la diplomacia, en Ginebra y, sobre todo, su periodo al frente de la ONU entre 1997 y 2006.
(El fracaso de la estrategia del gobierno federal de combate al comercio ilícito de drogas en México hasta un ciego lo sabe. Nota tomada del sitio Proceso.)
jueves, 18 de octubre de 2012
FIL premia de nuevo a Bryce Echenique
Guadalajara, Jal.- Ante la creciente ola de inconformidades y
protestas por la entrega del Premio FIL de Literatura al peruano Alfredo Bryce
Echenique, acusado de plagio, el comité organizador anticipará la entregará del
galardón, dotado de 150 mil dólares, y lo hará de manera privada en la
residencia del artista, se anunció oficialmente hoy.
De esta manera, el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances sufre un cambio drástico, por primera vez en sus 21 ediciones anteriores, no exentas de algunos exabruptos como el retiro del anterior nombre, Premio Juan Rulfo, después de que los herederos del escritor jalisciense retiraron su anuencia tras sentirse ignorados por el presidente del comité organizador, Raúl Padilla López.
Hasta el año pasado, la entrega del galardón era el evento central de la Feria Internacional del Libro (FIL) suya ceremonia tenía lugar en la ceremonia de apertura.
Bryce Echenique ha sido acusado formalmente en su país de al menos decena y media de plagios de artículos de distintos autores y cuya publicación ha sido documentada por la investigadora chilena María Soledad de la Cerda, quien, además, ya preveía una situación similar y pugnaba, junto con una serie de escritores, que no se le entregara tal galardón.
Actualmente, Byrce enfrenta en su propio país un juicio judicial que lo obliga a pagar a los plagiados más de 150 mil dólares de compensación por apropiarse indebidamente de lo escrito por otros autores.
La Comisión de Premiación de la Feria que encabeza Padilla López, se reunió la víspera y acordó hacer personalmente la entrega –a través de un comisionado especial— “en la ciudad de su residencia” (Lima, Perú), porque el dictamen del jurado “es inapelable”.
No obstante, en el comunicado difundido esta tarde, la Comisión señaló que comprende y respeta el malestar de quienes han protestado contra la decisión del jurado; pero insistió:
“Reiteramos, sin embargo, que, como lo establece la convocatoria, la decisión del jurado es inapelable. Luego de una amplia valoración de los distintos argumentos que se han manifestado alrededor de este asunto, se decidió, por esta, ocasión modificar el formato de entrega del galardón. La Asociación del Premio ha determinado entregar a Alfredo Bryce Echenique el reconocimiento que recibió por decisión del jurado.”
Refirió que se tomó tal medida por consenso de la Comisión de Premiación, “integrada por Raúl Padilla López, presidente de la Asociación Civil Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo y representante de la Universidad de Guadalajara; Roberto Vázquez Díaz, secretario Técnico y representante del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes; Joaquín Díez-Canedo Flores, director General y representante del Fondo de Cultura Económica; Jorge Souza Jauffred, director de Literatura de la Secretaría de Cultura y representante del Gobierno de Jalisco, con la presencia de los representantes de Banamex, Grupo Modelo, Grupo Continental y del Ayuntamiento de Guadalajara”.
(El anuncio de otorgar el premio en casa, en Lima, al escritor más que reconocido por su obra de ficción, es la concesión de la distinción por segunda vez, ya que la primera fue por decisión "unánime" y la segunda "inapelable", con y sin los "bemoles" de aquellos que se han -y seguirán-, rasgándose las vestiduras duras. Nota de Felipe Cobián en el sitio Proceso.)
De esta manera, el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances sufre un cambio drástico, por primera vez en sus 21 ediciones anteriores, no exentas de algunos exabruptos como el retiro del anterior nombre, Premio Juan Rulfo, después de que los herederos del escritor jalisciense retiraron su anuencia tras sentirse ignorados por el presidente del comité organizador, Raúl Padilla López.
Hasta el año pasado, la entrega del galardón era el evento central de la Feria Internacional del Libro (FIL) suya ceremonia tenía lugar en la ceremonia de apertura.
Bryce Echenique ha sido acusado formalmente en su país de al menos decena y media de plagios de artículos de distintos autores y cuya publicación ha sido documentada por la investigadora chilena María Soledad de la Cerda, quien, además, ya preveía una situación similar y pugnaba, junto con una serie de escritores, que no se le entregara tal galardón.
Actualmente, Byrce enfrenta en su propio país un juicio judicial que lo obliga a pagar a los plagiados más de 150 mil dólares de compensación por apropiarse indebidamente de lo escrito por otros autores.
La Comisión de Premiación de la Feria que encabeza Padilla López, se reunió la víspera y acordó hacer personalmente la entrega –a través de un comisionado especial— “en la ciudad de su residencia” (Lima, Perú), porque el dictamen del jurado “es inapelable”.
No obstante, en el comunicado difundido esta tarde, la Comisión señaló que comprende y respeta el malestar de quienes han protestado contra la decisión del jurado; pero insistió:
“Reiteramos, sin embargo, que, como lo establece la convocatoria, la decisión del jurado es inapelable. Luego de una amplia valoración de los distintos argumentos que se han manifestado alrededor de este asunto, se decidió, por esta, ocasión modificar el formato de entrega del galardón. La Asociación del Premio ha determinado entregar a Alfredo Bryce Echenique el reconocimiento que recibió por decisión del jurado.”
Refirió que se tomó tal medida por consenso de la Comisión de Premiación, “integrada por Raúl Padilla López, presidente de la Asociación Civil Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo y representante de la Universidad de Guadalajara; Roberto Vázquez Díaz, secretario Técnico y representante del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes; Joaquín Díez-Canedo Flores, director General y representante del Fondo de Cultura Económica; Jorge Souza Jauffred, director de Literatura de la Secretaría de Cultura y representante del Gobierno de Jalisco, con la presencia de los representantes de Banamex, Grupo Modelo, Grupo Continental y del Ayuntamiento de Guadalajara”.
(El anuncio de otorgar el premio en casa, en Lima, al escritor más que reconocido por su obra de ficción, es la concesión de la distinción por segunda vez, ya que la primera fue por decisión "unánime" y la segunda "inapelable", con y sin los "bemoles" de aquellos que se han -y seguirán-, rasgándose las vestiduras duras. Nota de Felipe Cobián en el sitio Proceso.)
¿Todos los enfermos mentales, en política?
Barcelona. - Según un estudio de los investigadores suecos del Instituto Karolinska publicado en el Journal of Psychiatric Research y realizado durante 40 años, un alto número de pacientes con esquizofrenia o trastorno bipolar se han dedicado a trabajos creativos. Sin embargo, el estudio indica que "excepto para el trastorno bipolar, los individuos con un conjunto de profesiones creativas no eran más propensos a sufrir trastornos psiquiátricos".
Pese a todo, asociaciones de enfermos mentales defienden que relacionar genialidad con creatividad no es más que un prejuicio, y que la existencia de casos como los mencionados es una cuestión que se explica con la estadística.
El investigador principal, que ha utilizado registros suecos, el doctor Simon Kyaga, asegura que la actividad de una persona con autismo y el impulso maníaco de una persona con trastorno bipolar puede proporcionar el foco y la determinación necesaria para el genio y la creatividad.
Del mismo modo, prosigue el investigador, los pensamientos desordenados asociados con la esquizofrenia podrían suponer un elemento de suma importancia en la originalidad de una obra maestra.
Otro especialista, Beth Murphy, dice que es importante no idealizar a las personas con problemas de salud mental, que con demasiada frecuencia son presentados como “genios creativos”.
La lista de casos de escritores y artistas que sufrieron trastornos mentales es amplia. La novelista Virginia Woolf, por poner un ejemplo, sufría una depresión crónica y acabó suicidándose lanzándose al río. Hans Christian Andersen, autor de El patito feo y La sirenita, también padecía depresión, o Ernest Hemingway, que decidió acabar con su vida de un tiro con una escopeta.
No todo son malas noticias. El doctor Kyaga, según recoge la BBC, considera que "si uno considera que ciertos fenómenos de la enfermedad son beneficiosos, se abre el camino para un nuevo enfoque al tratamiento".
(Esa maldita costumbre de hacer generalizaciones puede llevar a un despistado a suponer que FCH fue un genio al emprender su lucha privada contra el narcotráfico, pero con un saldo a su favor de cien mil muertos, miles de daños colaterales y cientos de miles de desplazados, ¿o no? Ese esquema puede aplicarse también a los que entran en funciones el uno de diciembre sin conocer la o por lo redondo en materia de lectura y comprensión.)
Pese a todo, asociaciones de enfermos mentales defienden que relacionar genialidad con creatividad no es más que un prejuicio, y que la existencia de casos como los mencionados es una cuestión que se explica con la estadística.
El investigador principal, que ha utilizado registros suecos, el doctor Simon Kyaga, asegura que la actividad de una persona con autismo y el impulso maníaco de una persona con trastorno bipolar puede proporcionar el foco y la determinación necesaria para el genio y la creatividad.
Del mismo modo, prosigue el investigador, los pensamientos desordenados asociados con la esquizofrenia podrían suponer un elemento de suma importancia en la originalidad de una obra maestra.
Otro especialista, Beth Murphy, dice que es importante no idealizar a las personas con problemas de salud mental, que con demasiada frecuencia son presentados como “genios creativos”.
La lista de casos de escritores y artistas que sufrieron trastornos mentales es amplia. La novelista Virginia Woolf, por poner un ejemplo, sufría una depresión crónica y acabó suicidándose lanzándose al río. Hans Christian Andersen, autor de El patito feo y La sirenita, también padecía depresión, o Ernest Hemingway, que decidió acabar con su vida de un tiro con una escopeta.
No todo son malas noticias. El doctor Kyaga, según recoge la BBC, considera que "si uno considera que ciertos fenómenos de la enfermedad son beneficiosos, se abre el camino para un nuevo enfoque al tratamiento".
(Esa maldita costumbre de hacer generalizaciones puede llevar a un despistado a suponer que FCH fue un genio al emprender su lucha privada contra el narcotráfico, pero con un saldo a su favor de cien mil muertos, miles de daños colaterales y cientos de miles de desplazados, ¿o no? Ese esquema puede aplicarse también a los que entran en funciones el uno de diciembre sin conocer la o por lo redondo en materia de lectura y comprensión.)
miércoles, 17 de octubre de 2012
Avalan a Bryce Echenique
Un centenar de escritores y académicos de América y Europa han salido en defensa del jurado de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara 2012 tras la polémica concesión del premio de Literatura a Alfredo Bryce Echenique. Ante las acusaciones de plagio contra el autor peruano (Lima, 1939), un total de 109 intelectuales han emitido un comunicado en el que aseguran que el jurado otorgó el galardón "en reconocimiento de la alta e indiscutible calidad literaria de su obra narrativa".
"La campaña de prensa que algunos órganos de comunicación han emprendido en su contra [de Bryce Echenique] nos resulta de una violencia inusitada, alarmante en una sociedad democrática, y como acto de fuerza introduciría una peligrosa persecución moral en decisiones de tipo artístico, algo sin duda ajeno a los ciudadanos de la cultura", reza el texto, colgado en la web de la feria mexicana y firmado, entre otros, por la escritora española Almudena Grandes y académicos de Yale, Cambridge y Oxford.
El 3 de septiembre en Guadalajara (México) se dio a conocer que Alfredo Bryce Echenique era el ganador del premio en la categoría de Lenguas Romances. Como ya es costumbre en estas ceremonias, el jurado leyó su veredicto ante la prensa y contactó por teléfono al ganador. La primera pregunta se refirió al escándalo del supuesto plagio, que ya dura años. Con voz tranquila, Bryce Echenique se defendió. "He ido ganando las respectivas demandas", alegó.
(nota en el sitio El País.)
"La campaña de prensa que algunos órganos de comunicación han emprendido en su contra [de Bryce Echenique] nos resulta de una violencia inusitada, alarmante en una sociedad democrática, y como acto de fuerza introduciría una peligrosa persecución moral en decisiones de tipo artístico, algo sin duda ajeno a los ciudadanos de la cultura", reza el texto, colgado en la web de la feria mexicana y firmado, entre otros, por la escritora española Almudena Grandes y académicos de Yale, Cambridge y Oxford.
El 3 de septiembre en Guadalajara (México) se dio a conocer que Alfredo Bryce Echenique era el ganador del premio en la categoría de Lenguas Romances. Como ya es costumbre en estas ceremonias, el jurado leyó su veredicto ante la prensa y contactó por teléfono al ganador. La primera pregunta se refirió al escándalo del supuesto plagio, que ya dura años. Con voz tranquila, Bryce Echenique se defendió. "He ido ganando las respectivas demandas", alegó.
(nota en el sitio El País.)
Últimos tragos con el poeta
Era tarde en la noche de Trujillo y sobre la peatonal apenas quedaban algunos noctámbulos paseantes que caminaban entre la Plaza y la Feria del Libro de la ciudad de la eterna primavera. En el único bar abierto, Antonio Cisneros bebía y hablaba y desde la calle lo saludaban, vaya a saber por qué y de dónde lo conocían: si habían estado en su recital de poesía, o compartido un vino con él, o charlado y reído y posiblemente peleado más temprano. Cisneros los saludaba también y decía, vaso en mano: “¡El pueblo me aclama!”. Cisneros hablaba de una adorada y secreta playa del norte del Perú. De su madre de ochenta y pico que iba a morirse después que él. De Niza y los aburridos cócteles diplomáticos. De José María Eguren, su poeta admirado, el que –decía– había quedado injustamente a la sombra de César Vallejo, ahogado por la dicotomía de Vallejo doloroso y Eguren juguetón: “Yo creo que ha sido tan desgarrado como Vallejo, pero de otra manera”. Pero sobre todo hablaba de una cantina que había encontrado por la mañana, cerca del centro de Trujillo, un antro donde bebe el pueblo, decía, un tugurio magnífico lleno de humo y hospitalidad.
Antonio Cisneros era altísimo y tenía toda la elegancia y el desparpajo de un hombre que había sido hermoso (que seguía siendo hermoso). Hacía reír hasta el dolor de estómago, provocaba hasta hacer arder las orejas, hasta el borde mismo de la ofensa, y luego retrocedía con un sablazo de ternura, la misma que está en poemas como “El viaje de Alejandra”: “Sólo sé que mi hija menor partió en la madrugada. Iba serena, con su mochila al hombro, y aunque acaba de cumplir los 23, parece un coatí adolescente. Cúbrela con tu manto, Madre mía”.Podía ser escéptico hasta la corrosión y enseguida desactivar la ironía con el relato de alguna pena íntima –cuando su mujer cubana lo abandonó enfermo en un hospital de Cannes, por ejemplo–, y después deslumbrar con el recuerdo del swinging London que vivió, y todo lo hacía sin solemnidad ni reclamo de respeto ni nada. Asistía a mesas de ignotos escritores latinoamericanos con conducta militante y escuchaba como si tuvieran algo interesante para decirle a él, que era un gigante. Se despertaba antes que todos y se acostaba el último. Parecía el más joven y el más vivido. Era un gusto Antonio, un gusto intenso como el alcohol fuerte en la garganta, como el golpe frío de una ola de mar.
(nota de Mariana Enríquez tomada del sitio "radar/libros", Página/12, Clarín, Buenos Aires.)
martes, 16 de octubre de 2012
Cerca del Parlamento griego
lunes, 15 de octubre de 2012
Más agresiones contra periodistas
TIJUANA, B.C.- El cuerpo del periodista Abel López Aguilar fue
localizado esta madrugada en Tijuana, Baja California, horas después de haber
sido privado de la libertad.
La Procuraduría General de Justicia de la entidad confirmó la muerte del fotoperiodista, quien recibió un disparo de arma de fuego en el cráneo.
Según la dependencia, el domingo en la tarde, López Aguilar –director del portal de noticias Tijuana Informativo– se encontraba en su domicilio cuando fue secuestrado por un grupo armado.
Su cuerpo fue localizado alrededor de las 05:00 horas de este lunes en la calle Lago Balkash de la colonia Torres del Lago, en la delegación Cerro Colorado, con un impacto de bala en la cabeza.
Las autoridades estatales informaron que no cuentan con una pista que los lleve al esclarecimiento de este crimen, pero una de las líneas de investigación está relacionada con el trabajo del periodista.
El asesinato de López Aguilar se suma a las más de 65 muertes de reporteros registradas desde el año 2000, entre ellas la de Regina Martínez, corresponsal de la revista Proceso, ejecutada en abril pasado en Xalapa, Veracruz.
De acuerdo con PEN Club Internacional, desde ese año al menos 67 periodistas, escritores y blogueros han sido asesinados, 12 más están desaparecidos y un sinnúmero son o han sido amenazados y hostigados por presuntos miembros del crimen organizado.
Por otra parte,en Michoacán, la agencia de noticias Apro en línea dio cuenta de los daños que sufrió el coche del fotógrafo de la agencia Cuartosuro, Alán Ortega, mientras cubría un desalojo de normalistas por parte de dos policías que con bastones quebraron los cristales del auto y trataron de golpearlo.
(Como si no bastara la mala fama que le dio al país el asesino FCH, que se va el uno de diciembre, los gobiernos estatales y municipales se esmeran en echarle más combustible al fuego, al fin y al cabo nadie responderá por las bajas en el gremio de periodistas. Nota tomada del sitio Proceso.)
La Procuraduría General de Justicia de la entidad confirmó la muerte del fotoperiodista, quien recibió un disparo de arma de fuego en el cráneo.
Según la dependencia, el domingo en la tarde, López Aguilar –director del portal de noticias Tijuana Informativo– se encontraba en su domicilio cuando fue secuestrado por un grupo armado.
Su cuerpo fue localizado alrededor de las 05:00 horas de este lunes en la calle Lago Balkash de la colonia Torres del Lago, en la delegación Cerro Colorado, con un impacto de bala en la cabeza.
Las autoridades estatales informaron que no cuentan con una pista que los lleve al esclarecimiento de este crimen, pero una de las líneas de investigación está relacionada con el trabajo del periodista.
El asesinato de López Aguilar se suma a las más de 65 muertes de reporteros registradas desde el año 2000, entre ellas la de Regina Martínez, corresponsal de la revista Proceso, ejecutada en abril pasado en Xalapa, Veracruz.
De acuerdo con PEN Club Internacional, desde ese año al menos 67 periodistas, escritores y blogueros han sido asesinados, 12 más están desaparecidos y un sinnúmero son o han sido amenazados y hostigados por presuntos miembros del crimen organizado.
Por otra parte,en Michoacán, la agencia de noticias Apro en línea dio cuenta de los daños que sufrió el coche del fotógrafo de la agencia Cuartosuro, Alán Ortega, mientras cubría un desalojo de normalistas por parte de dos policías que con bastones quebraron los cristales del auto y trataron de golpearlo.
(Como si no bastara la mala fama que le dio al país el asesino FCH, que se va el uno de diciembre, los gobiernos estatales y municipales se esmeran en echarle más combustible al fuego, al fin y al cabo nadie responderá por las bajas en el gremio de periodistas. Nota tomada del sitio Proceso.)
Piedad Bonnett (1951 )
El poeta
bebe el agua del Tigris y del Eufrates,
se desvela y a veces tiene caspa,
y en los salones tiene reservado su puesto
y los zorros lamen su mano antes de huir espantados
por el bronco sonido de su verso.
De púas, de cuchillos, es la piel del poeta.
Con el despertar de la luz sangra la piel del poeta.
A veces, desalado, silencioso,
desierto de los pies a la cabeza,
anochece de bruces en su cama.
La envidia del poeta es amarilla,
su ilusión es azul como un cielo sin guardas.
A ratos a sí mismo se devora, se corta en pedacitos,
se reparte,
se mira en el espejo, escupe, llora
sobre los baldosines de la infancia.
El poeta envejece, engorda, eructa,
y en ocasiones el poeta muere.
La poesía, que es inmortal, lo mira desde arriba,
ciega de luz y ajena como una estrella antigua.
(texto tomado del sitio "clave, revista de poesía".)
domingo, 14 de octubre de 2012
EL BARRANCO
Dicen que las sirenas están condenadas
a morir sin conocer el mar sediento.
Dicen también que las circes nunca
se alivian de mareos y neuralgias.
Hay quienes afirman que sirenas, medusas
y circes no existen más que en seres desquiciados.
Sostienen también que las escamas
de estos seres fabulosos sangran en luna llena.
Que son criaturas a quienes les cierran puertas
cuando piden abrigo, agua para la sed y fuego en noche oscura.
Tampoco hay quien desmienta que procuran
el barranco como última salida.
a morir sin conocer el mar sediento.
Dicen también que las circes nunca
se alivian de mareos y neuralgias.
Hay quienes afirman que sirenas, medusas
y circes no existen más que en seres desquiciados.
Sostienen también que las escamas
de estos seres fabulosos sangran en luna llena.
Que son criaturas a quienes les cierran puertas
cuando piden abrigo, agua para la sed y fuego en noche oscura.
Tampoco hay quien desmienta que procuran
el barranco como última salida.
sábado, 13 de octubre de 2012
El cielo de todos tan temido
Barranquilla es una pequeña ciudad al norte de Colombia. Un florido laboratorio infernal que ha producido “monstruos bien criados” como Shakira o Sofía Vergara. Fue por estos lados del país por donde entró la modernidad a la nación, debido a la cercanía de Puerto Colombia, lugar donde desembarcaban grandes transatlánticos y buques de carga que traían noticias del mundo moderno. Pero de eso hace mucho tiempo y la que se conoce aún como la puerta de oro de Colombia sigue siendo, a pesar de todo, el esplendoroso pasado, un pueblo chico con monseñor y catedral primada. Por un lado está la elite barranquillera, inmigrantes italianos, judíos, que prestan a sus primogénitas de vez en cuando como reinas de los “Carnavales de Curramba”, como para que los de abajo no digan que no comparten con ellos sus joyas más preciadas. Por el otro lado, el pueblo, el vulgo, hambriento de fútbol y de necesidades, protagonistas a diario en los tabloides más sangrientos de la ciudad. Y en medio de este minado paisaje emerge la comunidad lgbti barranquillera, que hasta hace pocos años poco opinaba y se limitaba a aparecer en las crónicas judiciales poniendo su parte de muertos que nadie reclamaba.
Pero las cosas han cambiado notablemente. Ahora la comunidad tiene voz y voto, aparece en prensa y televisión, denuncia cuanto atropello se produce contra cualquiera de sus miembros y firma pactos de convivencia con la policía. También se abren día a día espacios de encuentro gays, campañas de prevención del sida y otras enfermedades de trasmisión sexual. Proliferan saunas, videobares y discotecas cuyos rimbombantes nombres invitan a los gays de hoy a la sofisticación, como si en verdad estuvieran en el extinto Studio 54 y Steve Rubell aguardara en la puerta el arribo de Cher, Dalí, Truman Capote o Lady Godiva, aunque extrañamente no se vea por ninguno de estos bares a los representantes de la alta sociedad, pero sí a un buen número de emuladores, niños de clase media y media alta que miran de reojo al que dejan plantado en la puerta de la disco porque “se reservan el derecho de admisión”. “Viste qué ropa tan fea llevaba puesta”, murmuran las imberbes ninfas, y rematan su comentario con: “Es que hay mucha cuncia* en esta ciudad, que se vayan a las discos del sur”. A pesar de estos despiadados prejuicios, justo en el norte de Barranquilla emerge uno de los bares gay que ha acogido sin reservas a todo tipo de homosexuales en esta ciudad: desde clásicas travestis que clausuraron con bombos y platillos sus shows de doblete, pasando por clásicos universitarios, actores de teatro, activistas y todo aquel que quiera entrar a sus interiores, porque las puertas del cielo estarán abiertas para todo el que desee entrar.
Sky se llama el lugar. Más que una discoteca, es un centro de la cultura pop donde se encuentran el show travesti, íntimos conciertos de cantantes nacionales e internacionales, teatro, performance y la infaltable rumba que hace delirar a los gays hasta agotar la última gota del vaso. Durante los últimos años Hemel Noreña, el propietario de Sky, ha sido víctima de una implacable persecución por parte de homófobos que ven en su local un centro de perdición. La zona donde la discoteca está ubicada es netamente comercial, así que no altera en nada el orden del sector, ya que no interfiere en ningún lugar residencial. Hasta el momento Hemel ha librado varias batallas para que las puertas del cielo no sean cerradas definitivamente. El es como un padre para un grueso número de miembros lgbti barranquillero, al punto de que en las redes sociales el apellido de más de una transgénero es Noreña, en agradecimiento a su propietario por permitirles el acceso a sus instalaciones.
Francis: “A mí me gusta Sky por la música y por el ambiente. Además es muy tranquilo, casi nunca se forman problemas allí dentro.
Jason: Yo prefiero Studio 54, es que a Sky va mucha travesti, o sea, gente nada que ver.
Mirando con detalle a Jason, veo que tiene una gruesa capa de polvo compacto en su cara, lleva unos lentes de contacto azules, que en su piel tostada le dan un cierto aspecto anfibio, viste un pantalón y una camisa tan ajustados como un guante de goma.
¿Qué pasa con los travestis, Jason, por qué no los toleras?–Es que me dan miedo –responde el muchacho y de inmediato saca un brillo de labios que pasa por su boca.
Resulta lamentable que esta nueva generación vea con recelo a la población transgénero, si fueron ellxs lxs primeros en poner la cara en una sociedad machista como la nuestra, si gracias a ellxs, a sus tradicionales y constantes apariciones en cada carnaval, han logrado que la gente se acostumbre a su presencia, y que hoy no se mire con asco o desagrado a la new generation, con sus nuevos looks andróginos, o las poses amaneradas que hacen raro contraste con sus fisonomías de cuerpos trabajados en el gimnasio o los anabólicos.
Por su parte, Fabián, un muchachito de escasos 18 años, argumenta que a la hora de elegir un sitio donde rumbear prefiere aquellos donde haya gente joven, ya que algunos sitios de ambiente de Barranquilla, en su opinión, son visitados por puros viejos.
¿Qué es ser viejo para ti, Fabián?–Pues alguien así como usted –responde el chico con algo de saña.
Yo tengo 34 años.–Por eso mismo, cuando se es gay, después de los 30, estás literalmente muerto.
Así las cosas, prefiero dejar a los chicos en el portal, me alejo con prudencia y a cierta distancia volteo para mirarlos por última vez. Parecen french puddles de diversos colores olfateándose el trasero los unos a los otros.
* Cuncia: gay de bajo estrato.
(texto de John Better, "Pista de sky", tomado del sitio "soy", Clarín, Buenos Aires.)
Pero las cosas han cambiado notablemente. Ahora la comunidad tiene voz y voto, aparece en prensa y televisión, denuncia cuanto atropello se produce contra cualquiera de sus miembros y firma pactos de convivencia con la policía. También se abren día a día espacios de encuentro gays, campañas de prevención del sida y otras enfermedades de trasmisión sexual. Proliferan saunas, videobares y discotecas cuyos rimbombantes nombres invitan a los gays de hoy a la sofisticación, como si en verdad estuvieran en el extinto Studio 54 y Steve Rubell aguardara en la puerta el arribo de Cher, Dalí, Truman Capote o Lady Godiva, aunque extrañamente no se vea por ninguno de estos bares a los representantes de la alta sociedad, pero sí a un buen número de emuladores, niños de clase media y media alta que miran de reojo al que dejan plantado en la puerta de la disco porque “se reservan el derecho de admisión”. “Viste qué ropa tan fea llevaba puesta”, murmuran las imberbes ninfas, y rematan su comentario con: “Es que hay mucha cuncia* en esta ciudad, que se vayan a las discos del sur”. A pesar de estos despiadados prejuicios, justo en el norte de Barranquilla emerge uno de los bares gay que ha acogido sin reservas a todo tipo de homosexuales en esta ciudad: desde clásicas travestis que clausuraron con bombos y platillos sus shows de doblete, pasando por clásicos universitarios, actores de teatro, activistas y todo aquel que quiera entrar a sus interiores, porque las puertas del cielo estarán abiertas para todo el que desee entrar.
Sky se llama el lugar. Más que una discoteca, es un centro de la cultura pop donde se encuentran el show travesti, íntimos conciertos de cantantes nacionales e internacionales, teatro, performance y la infaltable rumba que hace delirar a los gays hasta agotar la última gota del vaso. Durante los últimos años Hemel Noreña, el propietario de Sky, ha sido víctima de una implacable persecución por parte de homófobos que ven en su local un centro de perdición. La zona donde la discoteca está ubicada es netamente comercial, así que no altera en nada el orden del sector, ya que no interfiere en ningún lugar residencial. Hasta el momento Hemel ha librado varias batallas para que las puertas del cielo no sean cerradas definitivamente. El es como un padre para un grueso número de miembros lgbti barranquillero, al punto de que en las redes sociales el apellido de más de una transgénero es Noreña, en agradecimiento a su propietario por permitirles el acceso a sus instalaciones.
“Gente nada que ver”
Este es un término muy de moda entre los chicos gay de esta ciudad. Cuando lo dicen, tuercen la boca como si pasara por sus paladares una desagradable cuchara de emulsión de bacalao. A las afueras del Portal del Prado, un famoso centro comercial, epicentro de encuentros homosexuales, me he tomado la molestia de reunirme con varios muchachos que no superan los 22 años y preguntarles qué les atrae a la hora de ir a un bar lgbti.Francis: “A mí me gusta Sky por la música y por el ambiente. Además es muy tranquilo, casi nunca se forman problemas allí dentro.
Jason: Yo prefiero Studio 54, es que a Sky va mucha travesti, o sea, gente nada que ver.
Mirando con detalle a Jason, veo que tiene una gruesa capa de polvo compacto en su cara, lleva unos lentes de contacto azules, que en su piel tostada le dan un cierto aspecto anfibio, viste un pantalón y una camisa tan ajustados como un guante de goma.
¿Qué pasa con los travestis, Jason, por qué no los toleras?–Es que me dan miedo –responde el muchacho y de inmediato saca un brillo de labios que pasa por su boca.
Resulta lamentable que esta nueva generación vea con recelo a la población transgénero, si fueron ellxs lxs primeros en poner la cara en una sociedad machista como la nuestra, si gracias a ellxs, a sus tradicionales y constantes apariciones en cada carnaval, han logrado que la gente se acostumbre a su presencia, y que hoy no se mire con asco o desagrado a la new generation, con sus nuevos looks andróginos, o las poses amaneradas que hacen raro contraste con sus fisonomías de cuerpos trabajados en el gimnasio o los anabólicos.
Por su parte, Fabián, un muchachito de escasos 18 años, argumenta que a la hora de elegir un sitio donde rumbear prefiere aquellos donde haya gente joven, ya que algunos sitios de ambiente de Barranquilla, en su opinión, son visitados por puros viejos.
¿Qué es ser viejo para ti, Fabián?–Pues alguien así como usted –responde el chico con algo de saña.
Yo tengo 34 años.–Por eso mismo, cuando se es gay, después de los 30, estás literalmente muerto.
Así las cosas, prefiero dejar a los chicos en el portal, me alejo con prudencia y a cierta distancia volteo para mirarlos por última vez. Parecen french puddles de diversos colores olfateándose el trasero los unos a los otros.
Nos vemos en el cielo
Barranquilla cuenta en la actualidad con alrededor de menos de 10 bares en su totalidad. La mayoría de ellos, principalmente los del norte, manejan políticas de exclusión a la hora de dejar entrar a sus clientes. Afortunadamente en Sky no es así, y cada fin de semana abre sus puertas para que ángeles y demonios celebren por la diversidad el poder estar otro día sobre este mundo. Porque para mucha gente gay la discoteca es su paraíso y su infierno, y ya rayando la mañana salen de vuelta a sus vidas, a sus pesares, pero con la esperanza de mirar hacia arriba y saber que por lo menos hay alguien que nunca les negará el azul del cielo.* Cuncia: gay de bajo estrato.
(texto de John Better, "Pista de sky", tomado del sitio "soy", Clarín, Buenos Aires.)
viernes, 12 de octubre de 2012
Los heterónimos de Olga Orozco
A Olga Orozco la envuelve un halo de hermetismo y rigor: un cierto grado de dificultad para acceder a su poesía, el lenguaje barroco, la preferencia por lo nocturno y lo esotérico. Resulta extraño imaginar fuera de su identidad de poeta oficiante, maestra de ceremonias oscuras, a la autora de “Pavana para una pequeña difunta”, legendaria por sus lecturas, su presencia, su voz hipnótica. Sin embargo, Olga Orozco trabajó como periodista y, dentro de su amplia producción, se destacó su trabajo en la revista Claudia, el mensuario para público femenino fundado por César y Mina Civita en 1957 que cambiaría por completo el concepto de publicación “para mujeres”: sí, Claudia –de más de cien páginas, una revista refinada y cara– tenía una amplísima sección de moda y traía figurines pero también traía notas sobre el Di Tella, la nouvelle vague o Simone de Beauvoir; tenía colaboradores como Raúl Gustavo Aguirre, Pedro Orgambide, Miguel Brascó o Kive Staif; publicaba cuentos de Calvino y Bradbury. No era, en fin, una revista para amas de casa sumisas: era una revista para mujeres sofisticadas, modernas.
Olga Orozco no fue una colaboradora más de Claudia: usaba ocho seudónimos para firmar en la revista y, con frecuencia, era autora de cuatro o más notas, algunas de extensión insólita –diez, doce páginas–. Una pequeña parte de ese trabajo acaba de compilarse en Yo, Claudia con selección y prólogo de la poeta y docente Marisa Negri.“Conocí a Olga en una charla en el ICI, a mediados de los ’90”, cuenta Negri. “La fui a escuchar y recuerdo que me emocioné mucho, lloré toda la lectura. Después me acerqué a ella y le regalé unas runas. Ella me prestó atención y me dijo ‘usted y yo tenemos que hablar’. Empecé a visitarla, a tomar el té con ella todas las tardes. Y allí me habló de Claudia y sus seudónimos, de cómo le permitían juegos. Cómo, en verdad, esas distintas firmas eran heterónimos.” Escribe Negri en su prólogo: “Fue Valeria Guzmán para el consultorio sentimental con las lectoras; Martín Yanez para sus agudas críticas literarias; Sergio Medina para las notas sobre avances técnicos o sobre estrellas de Hollywood; Richard Reiner para los artículos esotéricos; Elena Prado o Carlota Ezcurra para notas de vida social o puericultura; Valentine Charpentier para escritos biográficos y de viajes y hasta el desafortunado Jorge Videla (ella misma se asombraba de la elección de ese nombre) para algunas notas sobre el tango u otros temas considerados ‘masculinos’”.
La gran estrella de Yo, Claudia es Valeria Guzmán, la consultora sentimental. Irónica cuando hace falta, cálida con las adolescentes candorosas, implacable con los machistas, esta Olga/ Valeria es una delicia de humor que se toma a los lectores muy en serio. A una Mirta P. de Capital que quiere cambiarse el color de ojos, le dice: “Es posible cambiar el aspecto cromático de los ojos. Para enrojecimientos transitorios te recomiendo picar cebollas, envolverte en una nube de humo espeso, provocarte intensos dolores físicos o lamentables fracasos sentimentales”. A una Marilú de Capital que encuentra los abrazos de su novio “contrarios a su educación puritana” le dice que “lo importante es saber si va en contra de sus sentimientos”.
La misma mezcla de diversión y seriedad se puede encontrar en sus reseñas bibliográficas, firmadas como Martín Yanez. Con gran despreocupación, por ejemplo, reseña duramente Del otro lado de Paco Urondo (“despliega una poesía fácil, conversada, una actitud ‘espontánea’ enemiga de la pose y el asombro, pero traicionada muchas veces por elementos rebuscados que se acoplan a intrascendencias y a lugares comunes”) y Satori en París de Jack Kerouac. (“Autenticidad o pose, nada de lo que dice para explicar su nuevo estado es trascendente.”) Pero quizá el seudónimo con el trabajo más notable sea Valentine Charpentier –el favorito de Olga, según confesaba–, especialista en perfiles, historias y actualidad. En Yo, Claudia se incluyen extensos artículos sobre Marie Curie, Gala, Lord Byron, Katherine Mansfield, mujeres piratas, mujeres del Renacimiento, mujeres al volante, la melena masculina y hasta Jorge Luis Borges. Son textos muy largos, investigaciones minuciosas, de biblioteca, escritas con espíritu de divulgación y con mucho estilo. Sobre Borges escribe: “Un hombre borroso, un hombre que, a fuerza de negar el destino comúnmente anecdótico de cualquier hombre, parece estar logrando que lo invada una sustancia neblinosa, un laborioso aire que lo esfuma”. Sobre las mujeres del Renacimiento arranca con una frase muy Orozco: “Hay una época en que el cielo de Italia abre sus celajes sobre una larga fiesta de esplendores”.
“Es increíble su erudición en tantos temas distintos”, dice Negri. “Escribe sobre Gardel, y es notable, es un texto que aún hoy es bastante polémico. Escribe sobre Marilyn Monroe y se manda un artículo que parece de novela negra. Cuando escribe sobre mancias, Nostradamus y videncia va de Swedenborg y Kant a los ornitorrincos. Lo cubrió casi todo.”
A Marisa Negri –que en 2009 compiló poesía de Orozco en el libro El jardín posible– le interesa, casi tanto como recuperar el trabajo periodístico de la poeta, que se descubra a esa mujer que ella conoció, tan diferente a la imagen de intelectual distante de lectura ardua en la que está congelada. “Olga era divertidísima. Tuvo un bar, que se llamaba La Fantasma. Era rara y deliciosa. Tenía perspectiva de género, te hacía reír, no hacía nada de taco. Fue mi maestra: rescatar su trabajo, que ella había disfrutado y respetaba mucho, es un compromiso que estoy cumpliendo.”
(Otra cara oculta de la poeta argentina: sus heterónimos masculinos, entre éstos el de un militar despiadado y sanguinario. Nota de Mariana Enríquez tomada del sitio "radar libros" en Página/12, Clarín, Buenos Aires.)
jueves, 11 de octubre de 2012
Una colección de barbies ciegas
Antes de que empiece un nuevo mes, con todas las listas de provisiones, la ropa para la escuela y las planillas de contactos para urgencias, apenas puedo llevar un control de todo lo que tengo que comprar, completar o tirar. El nuevo año lectivo significa que llegarán a nuestro departamento un montón de cosas nuevas –y todavía no resolví qué hacer con lo del año pasado.
Hace poco saqué de un estante un trabajo artístico de gran tamaño en madera que había hecho mi hija de 7 años y traté de decidir qué destino darle. Por un lado, no podía imaginarme tirando a la basura esa reliquia preciosa de su infancia. Por el otro, vivo en Manhattan y necesitaba hacer lugar para sus nuevas creaciones. Paralizada por la indecisión, volví a ponerlo en el estante.
Este es el dilema cultural que sirve de base a una industria del almacenamiento que mueve miles de millones de dólares: amamos nuestras cosas y también soñamos con deshacernos de ellas. Según la Self Storage Association, uno de cada 10 hogares estadounidenses alquila una unidad de depósito. Aun así, nuestros armarios, buhardillas, sótanos y garajes están repletos. El Departamento de Energía estima que 25% de las personas que tienen un garaje para dos autos en Estados Unidos no estacionan en él sus vehículos.
Todo este amontonamiento puede generar niveles altísimos de desesperación. Conozco a un tipo que borró temerariamente todos los correos de su bandeja de entrada para alcanzar el éxtasis de la “bandeja de entrada cero”. Otra conocida celebra el Año Nuevo tirando todo lo que tiene en la heladera. “¿Incluso un frasco de ketchup por la mitad?”, inquirí. “Todo”, me respondió.
Ejercer control sobre las cosas tiene algo que nos hace sentir que controlamos más la vida. Si bien estamos siendo constantemente bombardeados por mensajes de “¡Más!” y “¡Compre ya!”, también se nos ofrece la tentadora promesa de “¡Con menos será más feliz!”.
La simplicidad es complicada, sin embargo. Ni siquiera el filósofo y escritor Henry David Thoreau, en su famosa admonición “¡Simplicidad, simplicidad, simplicidad!” pudo limitarse a una sola “simplicidad”.
Yo afirmaría que, como no queremos considerarnos materialistas o preocupados por adquirir cosas, a menudo negamos la importancia de nuestras posesiones y no dedicamos tiempo suficiente a pensar de qué manera aumentan nuestra felicidad. Las cosas que poseemos ejercen una fuerte influencia en la atmósfera de nuestras casas. Mi enorme biblioteca de literatura para niños, la colección de adornos de porcelana de Maine de mi amiga: también estas cosas contribuyen a nuestro sentimiento de identidad.
Objetos recibidos como regalos conmemoran hitos importantes como bodas, nacimientos y graduaciones. Las fotos nos recuerdan a los seres que amamos. Las posesiones por sí solas no pueden hacernos felices, pero sí pueden desempeñar un papel importante en una vida feliz.
La clave para resolver la contradicción implícita en la posesión –las seducciones encontradas de la acumulación y la eliminación– consiste en cultivar una verdadera simplicidad, en la que estemos rodeados por cosas útiles y queridas y, al mismo tiempo, estemos libres del peso opresivo de las posesiones insignificantes.
Para esto, es útil considerar, primero, el “efecto legado”: cuanto más poseemos un objeto, más lo valoramos. Tal vez no haya querido particularmente ese jarro de cerveza de cerámica con el escudo de una facultad de derecho. Pero ahora que está en mi estantería, me cuesta muchísimo abandonarlo. Y cuanto más tiempo lo tengo, más lo valoro. Por esa razón, resulta muy productivo desconfiar de las cosas heredadas, las ferias americanas y las ofertas promocionales. La baratija de aspecto inocente que elegimos por un capricho podría echar raíces en casa durante años.
La segunda consideración es el encanto de la postergación: el hecho de que sea más fácil conservar la creación artística de mi hija que decidir cuándo deshacerme de ella.
En una oportunidad en que ayudé a una amiga a limpiar sus armarios, descubrimos un montón de trajes de oficina polvorientos guardados de la época en que trabajaba en un banco de inversión. “Um, ¿para qué los guardás?”, le pregunté. “Bueno, tal vez mi hija quiera usarlos algún día –me respondió–. Son lindos trajecitos”. “Estás loca”, le dije amablemente. “Es imposible que tu hija que está en primer grado llegue a usar un traje que ya tiene décadas”.
La tercera consideración es la nostalgia, lo que a mí me gusta llamar “el efecto remera de la universidad”. Es algo que me resulta particularmente fuerte cuando asocio un objeto a la infancia de mis hijas. Justamente por sus asociaciones con la etapa de la dentición, hace poco me costó mucho tirar un tubo de pasta dental Orajel a medio usar. Para lidiar con ese impulso, aprovecho el efecto del poder de la nostalgia cuidando y preservando deliberadamente los recuerdos.
Funciona de la siguiente manera: cuando decido que es ésta la creación artística que verdaderamente vale la pena guardar, la coloco en un lugar destacado en un estante. Y esa acción me da rienda suelta para arrojar a la basura la mayoría de los otros trabajos de mi hija. Puedo querer mucho una creación artística de primer grado, pero no puedo tenerles cariño a todas. Uno de mis secretos es el siguiente: en algún lugar, mantener un estante vacío, y en algún lugar, mantener un cajón de trastos.
Todos necesitamos simplicidad, orden y suficiente espacio para acomodar nuevas posibilidades. También necesitamos, sin embargo, una abundancia exuberante y colecciones de cosas que son valiosas para nosotros.
Decidiendo a conciencia qué incorporar, sabemos qué podemos dejar fuera. Como advirtió el arquitecto Frank Lloyd Wright, “llegar a saber qué se debe abandonar y qué poner, dónde y cuánto, significa estar formado en el conocimiento de la simplicidad”.
(Si hay algo que te contraría es pensar en deshacerte de los recibos pagados de la luz, el teléfono y el agua cada diciembre. Pero no puedes echar al basurero la muñeca que te regaló la vecina de cuatro años del segundo piso, ni del perro de peluche que te dio una amiga -puesto que no puedes tener una mascota en el departamento-. Hace poco, otra conocida te regaló una tv en ¡¡Blanco y negro!!, que en la primera oportunidad obsequiaste a quien la quiso y pasó a recogerla. Pero conservaste dos lámparas y dos cortinas para lavar las que ya estaban sin asearlas como ocho meses; y, al mismo tiempo, una lámpara la llevaste a la basura y otra la donaste. La fiebre te hizo deshacerte de cuatro bolsas de sopa Knorr que llevaban cinco años de haber caducado. Sabes que el próximo diciembre te desharás de algunas agendas viejas sin checar teléfonos ordenados alfabéticamente pues son números de teléfonos fijos, ya que en ese entonces no se conocían los celulares ni los e-mails. ¡Qué viejo es el mundo y sus habitantes! Nota de la escritora Gretchen Rubin para New York Times, "El encanto de la acumulación". Traducción de Cristina Sardoy para el sitio "revistañ", Clarín.)
Hace poco saqué de un estante un trabajo artístico de gran tamaño en madera que había hecho mi hija de 7 años y traté de decidir qué destino darle. Por un lado, no podía imaginarme tirando a la basura esa reliquia preciosa de su infancia. Por el otro, vivo en Manhattan y necesitaba hacer lugar para sus nuevas creaciones. Paralizada por la indecisión, volví a ponerlo en el estante.
Este es el dilema cultural que sirve de base a una industria del almacenamiento que mueve miles de millones de dólares: amamos nuestras cosas y también soñamos con deshacernos de ellas. Según la Self Storage Association, uno de cada 10 hogares estadounidenses alquila una unidad de depósito. Aun así, nuestros armarios, buhardillas, sótanos y garajes están repletos. El Departamento de Energía estima que 25% de las personas que tienen un garaje para dos autos en Estados Unidos no estacionan en él sus vehículos.
Todo este amontonamiento puede generar niveles altísimos de desesperación. Conozco a un tipo que borró temerariamente todos los correos de su bandeja de entrada para alcanzar el éxtasis de la “bandeja de entrada cero”. Otra conocida celebra el Año Nuevo tirando todo lo que tiene en la heladera. “¿Incluso un frasco de ketchup por la mitad?”, inquirí. “Todo”, me respondió.
Ejercer control sobre las cosas tiene algo que nos hace sentir que controlamos más la vida. Si bien estamos siendo constantemente bombardeados por mensajes de “¡Más!” y “¡Compre ya!”, también se nos ofrece la tentadora promesa de “¡Con menos será más feliz!”.
La simplicidad es complicada, sin embargo. Ni siquiera el filósofo y escritor Henry David Thoreau, en su famosa admonición “¡Simplicidad, simplicidad, simplicidad!” pudo limitarse a una sola “simplicidad”.
Yo afirmaría que, como no queremos considerarnos materialistas o preocupados por adquirir cosas, a menudo negamos la importancia de nuestras posesiones y no dedicamos tiempo suficiente a pensar de qué manera aumentan nuestra felicidad. Las cosas que poseemos ejercen una fuerte influencia en la atmósfera de nuestras casas. Mi enorme biblioteca de literatura para niños, la colección de adornos de porcelana de Maine de mi amiga: también estas cosas contribuyen a nuestro sentimiento de identidad.
Objetos recibidos como regalos conmemoran hitos importantes como bodas, nacimientos y graduaciones. Las fotos nos recuerdan a los seres que amamos. Las posesiones por sí solas no pueden hacernos felices, pero sí pueden desempeñar un papel importante en una vida feliz.
La clave para resolver la contradicción implícita en la posesión –las seducciones encontradas de la acumulación y la eliminación– consiste en cultivar una verdadera simplicidad, en la que estemos rodeados por cosas útiles y queridas y, al mismo tiempo, estemos libres del peso opresivo de las posesiones insignificantes.
Para esto, es útil considerar, primero, el “efecto legado”: cuanto más poseemos un objeto, más lo valoramos. Tal vez no haya querido particularmente ese jarro de cerveza de cerámica con el escudo de una facultad de derecho. Pero ahora que está en mi estantería, me cuesta muchísimo abandonarlo. Y cuanto más tiempo lo tengo, más lo valoro. Por esa razón, resulta muy productivo desconfiar de las cosas heredadas, las ferias americanas y las ofertas promocionales. La baratija de aspecto inocente que elegimos por un capricho podría echar raíces en casa durante años.
La segunda consideración es el encanto de la postergación: el hecho de que sea más fácil conservar la creación artística de mi hija que decidir cuándo deshacerme de ella.
En una oportunidad en que ayudé a una amiga a limpiar sus armarios, descubrimos un montón de trajes de oficina polvorientos guardados de la época en que trabajaba en un banco de inversión. “Um, ¿para qué los guardás?”, le pregunté. “Bueno, tal vez mi hija quiera usarlos algún día –me respondió–. Son lindos trajecitos”. “Estás loca”, le dije amablemente. “Es imposible que tu hija que está en primer grado llegue a usar un traje que ya tiene décadas”.
La tercera consideración es la nostalgia, lo que a mí me gusta llamar “el efecto remera de la universidad”. Es algo que me resulta particularmente fuerte cuando asocio un objeto a la infancia de mis hijas. Justamente por sus asociaciones con la etapa de la dentición, hace poco me costó mucho tirar un tubo de pasta dental Orajel a medio usar. Para lidiar con ese impulso, aprovecho el efecto del poder de la nostalgia cuidando y preservando deliberadamente los recuerdos.
Funciona de la siguiente manera: cuando decido que es ésta la creación artística que verdaderamente vale la pena guardar, la coloco en un lugar destacado en un estante. Y esa acción me da rienda suelta para arrojar a la basura la mayoría de los otros trabajos de mi hija. Puedo querer mucho una creación artística de primer grado, pero no puedo tenerles cariño a todas. Uno de mis secretos es el siguiente: en algún lugar, mantener un estante vacío, y en algún lugar, mantener un cajón de trastos.
Todos necesitamos simplicidad, orden y suficiente espacio para acomodar nuevas posibilidades. También necesitamos, sin embargo, una abundancia exuberante y colecciones de cosas que son valiosas para nosotros.
Decidiendo a conciencia qué incorporar, sabemos qué podemos dejar fuera. Como advirtió el arquitecto Frank Lloyd Wright, “llegar a saber qué se debe abandonar y qué poner, dónde y cuánto, significa estar formado en el conocimiento de la simplicidad”.
(Si hay algo que te contraría es pensar en deshacerte de los recibos pagados de la luz, el teléfono y el agua cada diciembre. Pero no puedes echar al basurero la muñeca que te regaló la vecina de cuatro años del segundo piso, ni del perro de peluche que te dio una amiga -puesto que no puedes tener una mascota en el departamento-. Hace poco, otra conocida te regaló una tv en ¡¡Blanco y negro!!, que en la primera oportunidad obsequiaste a quien la quiso y pasó a recogerla. Pero conservaste dos lámparas y dos cortinas para lavar las que ya estaban sin asearlas como ocho meses; y, al mismo tiempo, una lámpara la llevaste a la basura y otra la donaste. La fiebre te hizo deshacerte de cuatro bolsas de sopa Knorr que llevaban cinco años de haber caducado. Sabes que el próximo diciembre te desharás de algunas agendas viejas sin checar teléfonos ordenados alfabéticamente pues son números de teléfonos fijos, ya que en ese entonces no se conocían los celulares ni los e-mails. ¡Qué viejo es el mundo y sus habitantes! Nota de la escritora Gretchen Rubin para New York Times, "El encanto de la acumulación". Traducción de Cristina Sardoy para el sitio "revistañ", Clarín.)
miércoles, 10 de octubre de 2012
Houdini desaparece al narco
En un estado, Coahuila, donde los presos se fugan por la puerta, como ocurrió con los 131 reclusos de la cárcel de Piedras Negras, y donde a cientos personas se las ha comido la tierra desde que comenzó la guerra contra el narco en 2006 (como denuncia el colectivo Fuerzas Unidas por nuestros desaparecidos de Coahuila), el robo del cadáver del líder de los Zetas, Heriberto Lazcano Lazcano, 'El Lazca', más que sorpresa ha suscitado escepticismo. Y la falta de informaciones claras alimenta tanto las especulaciones como la desconfianza.
La noticia de su muerte en un operativo de la Marina mexicana, el cuerpo de más prestigio de las fuerzas armadas del país, saltó casi a media noche del lunes, más de 24 horas después de que fuera abatido el 'narco' a la salida de un partido de beisbol.
Para entonces, según los datos aportados el martes por el procurador de Coahuila, Homero Ramos, el cadáver ya había sido robado de la funeraria y ya se sabía su identidad porque se habían cotejado las huellas dactilares, pero el comunicado oficial no lo confirmaba. Hablaba solo de que había "fuertes indicios" de que el fallecido fuera el líder Zeta, expresión que pronto se convirtió en un irónico 'trending topic' de Twitter.
El presidente Felipe Calderón felicitó a la Marina por el nuevo éxito contra el crimen organizado y se congratuló de haber neutralizado durante su gobierno a 25 de los 37 líderes más buscados. Pero del esperpéntico robo del cadáver, ni una palabra.
Las redes sociales comenzaron a calentarse con el tema, incluso se burlaban de que los datos de EEUU y México no coincidieran en cuestiones tan básicas como la altura del capo. Y la rueda de prensa ofrecida por el procurador de Coahuila solo generó más preguntas. ¿No se custodiaba el cuerpo? ¿Se está buscando al muerto? ¿Por qué no se dio la información completa desde el principio? ¿Está realmente muerto el ex militar que lideró al cártel más sanguinario de México durante los últimos diez años? ¿Es casualidad que en las últimas semanas se estén multiplicando las detenciones de Zetas, a los que se atribuyen algunos de los crímenes que han conmocionado más el país?
"Lejos de ser el gran golpe del gobierno al crimen organizado y al Cártel de Los Zetas, se queda en una serie de especulaciones", lamentó, por su parte, el presidente de la comisión de Seguridad Pública del Senado, Omar Fayad, del PRI. "Y es más, ya corre una hipótesis de que es un testigo protegido y que por eso el cuerpo desaparece en condiciones tan singulares".
No es la primera vez que los mexicanos dudan de las versiones oficiales vinculadas a grandes 'éxitos' contra el narcotráfico. En agosto de 2010, cuando algunos investigadores apuntaban a la posible vinculación entre el gobierno federal y el Cártel de Sinaloa, se informó de la muerte de Nacho Coronel, la mano derecha de 'El Chapo', lo que para el ejecutivo era una muestra de que se luchaba contra todos los grupos por igual.
Y aunque se mostraron fotos de cadáver algunas informaciones sobre su abatimiento también generaron dudas. A la autora de 'Los señores del narco', Anabel Hernández, le chocó por ejemplo que Coronel estuviera solo (también ahora genera sorpresa que 'El Lazca' no llevara escoltas) y que el ejército optara por matar en lugar de capturar vivo a una de las personas con más información de la principal organización criminal del continente.
Según la especialista de la Universidad de Texas Guadalupe, Correa Contreras, que lleva años estudiando a este grupo, Lazcano era un líder "emblemático" pero, a su juicio, su relevo es sencillo en una organización de estructura horizontal, como son los Zetas.
En declaraciones a ELMUNDO.es, Correa explicó que el grupo que transformó no solo la forma de matar en México (cambiaron el tiro en la nuca por la decapitación o el descuartizamiento) sino todo el panorama del 'narco' en el país, es una "organización muy sofisticada que opera con células independientes que no se conocen entre sí". Por eso y por su estructura paramilitar, considera que seguirá funcionando "igual que un ejército se mantiene vivo aunque maten a uno de sus mandos".
Otros expertos creen, sin embargo, que el sistema de control del territorio por medio del terror y desde las bases que implantó 'El Lazca' puede entrar en crisis al caer su promotor y recuerdan que Los Zetas viven ahora una fuerte división entre los que seguían a Lazcano y el ala de Miguel Treviño Morales, el Z-40, lo que está provocando mayor inestabilidad.
No obstante, la empresa de inteligencia Stratfor afirmó a principio de año que este cártel era el que más había crecido en los últimos tiempos y son muchos los que consideran que la diversificación de su negocio criminal (que va desde el tráfico de drogas y personas hasta la piratería de discos) es lo que le da más fuerza no solo en México sino en los diversos países de Centro y Sudamérica en los que está presente.
El presidente Calderón ha apretado el acelerador en su lucha contra el crimen organizado en la recta final de su mandato sobre todo contra el cártel del Golfo (descabezado en los últimos meses) y Los Zetas. De hecho, destacan las numerosas detenciones efectuadas en los últimos días de miembros de este cártel a los que se les atribuye algunos de los crímenes que más han conmocionado a México en los últimos años. Sin embargo, no todos los expertos consideran que hay pruebas suficientes para adjudicárselos a ellos.
En cualquier caso, todos los analistas creen que hay cierta reestructuración de las fuerzas criminales, entre otros motivos, apunta Correa, ante la incertidumbre sobre cuál será la estrategia del próximo presidente, Enrique Peña Nieto, que tomará posesión el 1 de diciembre.
Ahora, con 'El Lazca' fuera de juego solo un hombre se interpone entre Calderón y lo que él consideraría el éxito total de su gobierno a pesar de las numerosas críticas que ha tenido una guerra que se ha cobrado más de 50.000 muerto: 'El Chapo' Guzmán, un criminal al que tanto México como EEUU, según sus gobiernos, siguen los pasos de cerca desde hace tiempo.
(La facilidad para "desaparecer" el cuerpo de un muerto peligroso y por cuya vida se ofrecieron millones de pesos en México y en Estados Unidos, hace sospechar que el mago Mandrake, el gran Houdini o David Copperfield están del lado de los criminales. La verdad, tiene razón la autora de la nota, María Verza, vivimos un "esperpento" del corte de Valle-Inclán, que recuerda en mucho el cuerpo sin vida que nos presentaron hace tiempo de los despojos del narco llamado "El señor de los cielos". Nota tomada del sitio El Mundo.)
Para entonces, según los datos aportados el martes por el procurador de Coahuila, Homero Ramos, el cadáver ya había sido robado de la funeraria y ya se sabía su identidad porque se habían cotejado las huellas dactilares, pero el comunicado oficial no lo confirmaba. Hablaba solo de que había "fuertes indicios" de que el fallecido fuera el líder Zeta, expresión que pronto se convirtió en un irónico 'trending topic' de Twitter.
El presidente Felipe Calderón felicitó a la Marina por el nuevo éxito contra el crimen organizado y se congratuló de haber neutralizado durante su gobierno a 25 de los 37 líderes más buscados. Pero del esperpéntico robo del cadáver, ni una palabra.
Las redes sociales comenzaron a calentarse con el tema, incluso se burlaban de que los datos de EEUU y México no coincidieran en cuestiones tan básicas como la altura del capo. Y la rueda de prensa ofrecida por el procurador de Coahuila solo generó más preguntas. ¿No se custodiaba el cuerpo? ¿Se está buscando al muerto? ¿Por qué no se dio la información completa desde el principio? ¿Está realmente muerto el ex militar que lideró al cártel más sanguinario de México durante los últimos diez años? ¿Es casualidad que en las últimas semanas se estén multiplicando las detenciones de Zetas, a los que se atribuyen algunos de los crímenes que han conmocionado más el país?
Versiones oficiales en duda
"Genera muchas dudas esta situación", dijo el senador del izquierdista PRD Armando Ríos Piter que recordó que los gobiernos del PAN ya han vivido esta especie de telenovelas. De hecho, la que hoy muchos recordaban fue la del líder del cártel de Sinaloa, Joaquín 'El Chapo' Guzmán, que se escapó en 2001 de una cárcel de máxima seguridad, teóricamente, en un carrito de lavandería y hoy es el narcotraficante más buscado del mundo."Lejos de ser el gran golpe del gobierno al crimen organizado y al Cártel de Los Zetas, se queda en una serie de especulaciones", lamentó, por su parte, el presidente de la comisión de Seguridad Pública del Senado, Omar Fayad, del PRI. "Y es más, ya corre una hipótesis de que es un testigo protegido y que por eso el cuerpo desaparece en condiciones tan singulares".
No es la primera vez que los mexicanos dudan de las versiones oficiales vinculadas a grandes 'éxitos' contra el narcotráfico. En agosto de 2010, cuando algunos investigadores apuntaban a la posible vinculación entre el gobierno federal y el Cártel de Sinaloa, se informó de la muerte de Nacho Coronel, la mano derecha de 'El Chapo', lo que para el ejecutivo era una muestra de que se luchaba contra todos los grupos por igual.
Y aunque se mostraron fotos de cadáver algunas informaciones sobre su abatimiento también generaron dudas. A la autora de 'Los señores del narco', Anabel Hernández, le chocó por ejemplo que Coronel estuviera solo (también ahora genera sorpresa que 'El Lazca' no llevara escoltas) y que el ejército optara por matar en lugar de capturar vivo a una de las personas con más información de la principal organización criminal del continente.
Y ahora ¿qué?
Al margen de la polémica sobre el robo del cadáver, los expertos no creen que la muerte del líder de Los Zetas conlleve una reducción de la violencia, al menos en el corto plazo. De hecho, los estados de Nuevo León y Veracruz, donde este cártel es muy fuerte, están en alerta ante un posible rebrote de la violencia.Según la especialista de la Universidad de Texas Guadalupe, Correa Contreras, que lleva años estudiando a este grupo, Lazcano era un líder "emblemático" pero, a su juicio, su relevo es sencillo en una organización de estructura horizontal, como son los Zetas.
En declaraciones a ELMUNDO.es, Correa explicó que el grupo que transformó no solo la forma de matar en México (cambiaron el tiro en la nuca por la decapitación o el descuartizamiento) sino todo el panorama del 'narco' en el país, es una "organización muy sofisticada que opera con células independientes que no se conocen entre sí". Por eso y por su estructura paramilitar, considera que seguirá funcionando "igual que un ejército se mantiene vivo aunque maten a uno de sus mandos".
Otros expertos creen, sin embargo, que el sistema de control del territorio por medio del terror y desde las bases que implantó 'El Lazca' puede entrar en crisis al caer su promotor y recuerdan que Los Zetas viven ahora una fuerte división entre los que seguían a Lazcano y el ala de Miguel Treviño Morales, el Z-40, lo que está provocando mayor inestabilidad.
No obstante, la empresa de inteligencia Stratfor afirmó a principio de año que este cártel era el que más había crecido en los últimos tiempos y son muchos los que consideran que la diversificación de su negocio criminal (que va desde el tráfico de drogas y personas hasta la piratería de discos) es lo que le da más fuerza no solo en México sino en los diversos países de Centro y Sudamérica en los que está presente.
El presidente Calderón ha apretado el acelerador en su lucha contra el crimen organizado en la recta final de su mandato sobre todo contra el cártel del Golfo (descabezado en los últimos meses) y Los Zetas. De hecho, destacan las numerosas detenciones efectuadas en los últimos días de miembros de este cártel a los que se les atribuye algunos de los crímenes que más han conmocionado a México en los últimos años. Sin embargo, no todos los expertos consideran que hay pruebas suficientes para adjudicárselos a ellos.
En cualquier caso, todos los analistas creen que hay cierta reestructuración de las fuerzas criminales, entre otros motivos, apunta Correa, ante la incertidumbre sobre cuál será la estrategia del próximo presidente, Enrique Peña Nieto, que tomará posesión el 1 de diciembre.
Ahora, con 'El Lazca' fuera de juego solo un hombre se interpone entre Calderón y lo que él consideraría el éxito total de su gobierno a pesar de las numerosas críticas que ha tenido una guerra que se ha cobrado más de 50.000 muerto: 'El Chapo' Guzmán, un criminal al que tanto México como EEUU, según sus gobiernos, siguen los pasos de cerca desde hace tiempo.
(La facilidad para "desaparecer" el cuerpo de un muerto peligroso y por cuya vida se ofrecieron millones de pesos en México y en Estados Unidos, hace sospechar que el mago Mandrake, el gran Houdini o David Copperfield están del lado de los criminales. La verdad, tiene razón la autora de la nota, María Verza, vivimos un "esperpento" del corte de Valle-Inclán, que recuerda en mucho el cuerpo sin vida que nos presentaron hace tiempo de los despojos del narco llamado "El señor de los cielos". Nota tomada del sitio El Mundo.)
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