Un inventario
Revisa los cajones de tu casa.
Ahí encontrarás:
cierres viejos, botones,
llaves, condimentos.
Quizás encuentres
sales minerales,
gotas para los ojos,
papel higiénico.
¡Parece mentira
todo aquello!
Tantas cosas encontradas
para construir una vida
Y el tiempo...
Yo no sé, a veces pienso:
relojes, monstruos, caras, versos,
y agotada, me duermo.
("eg")
domingo, 29 de diciembre de 2019
sábado, 28 de diciembre de 2019
Joan Margarit (1938 )
Principios y finales
na vez fui una chica con futuro.
Leía en latín a Horacio y a Virgilio
y recitaba a Keats completo de memoria.
Al entrar en sus cuevas, los adultos
me capturaron: comencé a parir
hijos de un hombre necio y vanidoso.
Ahora cuando puedo lleno el vaso
y lloro al recordar algún verso de Keats.
Una mujer ignora, cuando es joven,
que no hay lugar alguno
donde poder quedarse para siempre.
Y no comprende por qué nunca llega
aquel o aquella donde hallar descanso.
Las muchachas lo ignoran: los principios
no se parecen nunca a los finales.
("revistaaltazor")
na vez fui una chica con futuro.
Leía en latín a Horacio y a Virgilio
y recitaba a Keats completo de memoria.
Al entrar en sus cuevas, los adultos
me capturaron: comencé a parir
hijos de un hombre necio y vanidoso.
Ahora cuando puedo lleno el vaso
y lloro al recordar algún verso de Keats.
Una mujer ignora, cuando es joven,
que no hay lugar alguno
donde poder quedarse para siempre.
Y no comprende por qué nunca llega
aquel o aquella donde hallar descanso.
Las muchachas lo ignoran: los principios
no se parecen nunca a los finales.
("revistaaltazor")
viernes, 27 de diciembre de 2019
Ana Blandiana (1942 )
Acerca del país de donde venimos
Les voy a hablar acerca del país
De donde venimos.
Yo vengo del país del verano,
Una patria frágil
A la que una hoja, al caer,
Podría extinguirla,
Donde el cielo está tan cargado de estrellas
Que se inclina, a veces, hasta el suelo
Y si te acercas oyes como la hierba
Hace cosquillas a las estrellas que ríen,
Y hay tantas flores
Que te duelen los ojos,
Deslumbrados con el sol,
Y soles hay tantos que cuelgan
De cada árbol;
De donde vengo
No falta sino la muerte,
Y es tanta la felicidad
que es como para dormirse.
("otraiglesiaesimposible" , traducción de sebastián teillier)
Les voy a hablar acerca del país
De donde venimos.
Yo vengo del país del verano,
Una patria frágil
A la que una hoja, al caer,
Podría extinguirla,
Donde el cielo está tan cargado de estrellas
Que se inclina, a veces, hasta el suelo
Y si te acercas oyes como la hierba
Hace cosquillas a las estrellas que ríen,
Y hay tantas flores
Que te duelen los ojos,
Deslumbrados con el sol,
Y soles hay tantos que cuelgan
De cada árbol;
De donde vengo
No falta sino la muerte,
Y es tanta la felicidad
que es como para dormirse.
("otraiglesiaesimposible" , traducción de sebastián teillier)
jueves, 26 de diciembre de 2019
Macedonio Fernández (1874/1952 )
Creía yo
No a todo alcanza Amor, pues que no puedo
romper el gajo con que Muerte toca.
Mas poco Muerte puede
si en el corazón de Amor su miedo muere.
Mas poco muerte puede, pues no puede
entrar su miedo en pecho donde Amor.
Que Muerte rige a Vida; Amor a Muerte.
("antología de la poesía hispanoamericana 1914-1970", josé olivio jiménez, alianza editorial, madrid, 1973)
domingo, 22 de diciembre de 2019
Uriel Martínez (1950 )
El brocal
Tantos días, meses, vidas
esperando la caída del otoño
a mi regazo; y cuando llega
viene frío, con niebla, con
amenaza de tormentas,
con ganzúas para la garganta.
Tanto esperar el fin de octubre
y encontrarte con que malvas,
tiestos, plagas abdican al fin
del verano, al gas LP que ya
está por esfumarse.
Cuántas veces, asomados al brocal
de la vida, buscamos infructuosamente
el caparazón de la tortuga
donde alguien profetizó tu suerte,
tu amor, tu felicidad, tus puntos
sobre las ies.
Cuántos otoños por venir,
cuántas hojas por recoger en patios,
en puertos desconocidos, en andenes
de trenes demorados, cuántas vidas.
Cuántos ecos esperados, cuántas respuestas.
(Inédito)
sábado, 21 de diciembre de 2019
José Juan Tablada (1871/1945 )
Haikais
Aunque jamás se muda,
A tumbos, como carro de mudanza,
Va por la senda la tortuga.
El pequeño mono me mira...
¡Quisiera decirme
Algo que se le olvida!
Recorriendo su tela
Esta luna clarísima
Tiene a la araña en vela.
("antología de la poesía hispanoamericana 1914-1970", josé olivio jiménez, alianza editorial, madrid, 1973)
viernes, 20 de diciembre de 2019
Rosario Castellanos (1925/1974 )
Elegía
Nunca, como a tu lado, fui de piedra.
Y yo que me soñaba nube, agua,
aire sobre la hoja,
fuego de mil cambiantes llamaradas,
sólo supe yacer,
pesar, que es lo que sabe hacer la piedra
alrededor del cuello del ahogado.
("revistaaltazor")
Nunca, como a tu lado, fui de piedra.
Y yo que me soñaba nube, agua,
aire sobre la hoja,
fuego de mil cambiantes llamaradas,
sólo supe yacer,
pesar, que es lo que sabe hacer la piedra
alrededor del cuello del ahogado.
("revistaaltazor")
jueves, 19 de diciembre de 2019
Javier Egea (1952/1999 )
El viajero
(De Miguel, camarada viajero con el frío)
… solo, desamparado,
ciego, sin lumbre, en cárcel tenebrosa.
Garcilaso
I
El asedio tan largo, los pertrechos escasos
y ese frío inhumano y sin embargo suyo,
en sus huesos terriblemente suyo,
latente como un magma,
reverdecido,
le hizo mirar hacia las vegas lejos
y descubrió
qué pequeñas quedaban aspilleras y almenas,
adarves y troneras
por donde penetraba en absurdos jirones
la miserable luz.
Presentían sus manos alamedas de plata,
reinos de trigo,
chopos y acequias.
Alrededor
persistía el aire
el enorme dogal de la casa sitiada.
En el tambor amargo de su frente
retumbaba la espera
y eran sus ojos águilas inmóviles
que a un gesto de la tarde
batirían sus alas sobre edificios yertos
y abrir la brecha,
cruzar las líneas,
romper el cerco.
Es por eso que ahora transitaba las calles
extravíado,
absorto,
furtivamente triste,
mirándose en el hueco de las manos,
entre la inercia, el humo, la soledad, la noche,
como si alguna voz le reclamara
desde no sé qué puente,
desde no sé qué altura inevitable.
Anduvo en un asfalto clandestino,
cruzó por donde duermen las máquinas vacías
y una gran bocanada de rocío
fue poniendo su piel alertada en la noche.
Ingrata,
absurda,
enorme,
la ciudad a lo lejos semejaba
un témpano desnudo que cantara en silencio.
("trianarts")
(De Miguel, camarada viajero con el frío)
… solo, desamparado,
ciego, sin lumbre, en cárcel tenebrosa.
Garcilaso
I
El asedio tan largo, los pertrechos escasos
y ese frío inhumano y sin embargo suyo,
en sus huesos terriblemente suyo,
latente como un magma,
reverdecido,
le hizo mirar hacia las vegas lejos
y descubrió
qué pequeñas quedaban aspilleras y almenas,
adarves y troneras
por donde penetraba en absurdos jirones
la miserable luz.
Presentían sus manos alamedas de plata,
reinos de trigo,
chopos y acequias.
Alrededor
persistía el aire
el enorme dogal de la casa sitiada.
En el tambor amargo de su frente
retumbaba la espera
y eran sus ojos águilas inmóviles
que a un gesto de la tarde
batirían sus alas sobre edificios yertos
y abrir la brecha,
cruzar las líneas,
romper el cerco.
Es por eso que ahora transitaba las calles
extravíado,
absorto,
furtivamente triste,
mirándose en el hueco de las manos,
entre la inercia, el humo, la soledad, la noche,
como si alguna voz le reclamara
desde no sé qué puente,
desde no sé qué altura inevitable.
Anduvo en un asfalto clandestino,
cruzó por donde duermen las máquinas vacías
y una gran bocanada de rocío
fue poniendo su piel alertada en la noche.
Ingrata,
absurda,
enorme,
la ciudad a lo lejos semejaba
un témpano desnudo que cantara en silencio.
("trianarts")
miércoles, 18 de diciembre de 2019
Luis Rosales (1910/1992 )
Elegía del anochecer
Hay hombres que se entierran solamente
para pisotearlos; sin embargo,
reviven, se levantan
como si recogieran sus harapos,
secan su lepra al sol; dime, ¿es preciso
vivir para encontrarlos
una vez, otra vez?; dime, ¿es preciso
seguir viviendo, hermano?
No tengo ya que recordarte; a veces
estoy vivo de ti; no es necesario
que vuelvas; no te has ido,
siento la carne tuya en el cansancio
total, que me anochece
el cuerpo que me ha dado
esta muerte reunida con la mía,
y este dolor quemándome los labios
que repite y repite en mis adentros
una pregunta: Hermano,
¿es preciso vivir?, dime, ¿es preciso
vivir?
Imaginamos
que es nuestro el mundo y que la vida sigue
viviendo; imaginamos
que somos nuestra estatua; y llega un día
en que te basta dar un solo paso
para pisar tu cuerpo, lo que aún queda
de tu cuerpo mortal; para pisarlo
y volverlo a enterrar sin saber cómo
se entierra lo viviente; y arroparlo,
y llevarle el embozo hasta la cara
como una papelera de desahucio.
("trianarts")
Hay hombres que se entierran solamente
para pisotearlos; sin embargo,
reviven, se levantan
como si recogieran sus harapos,
secan su lepra al sol; dime, ¿es preciso
vivir para encontrarlos
una vez, otra vez?; dime, ¿es preciso
seguir viviendo, hermano?
No tengo ya que recordarte; a veces
estoy vivo de ti; no es necesario
que vuelvas; no te has ido,
siento la carne tuya en el cansancio
total, que me anochece
el cuerpo que me ha dado
esta muerte reunida con la mía,
y este dolor quemándome los labios
que repite y repite en mis adentros
una pregunta: Hermano,
¿es preciso vivir?, dime, ¿es preciso
vivir?
Imaginamos
que es nuestro el mundo y que la vida sigue
viviendo; imaginamos
que somos nuestra estatua; y llega un día
en que te basta dar un solo paso
para pisar tu cuerpo, lo que aún queda
de tu cuerpo mortal; para pisarlo
y volverlo a enterrar sin saber cómo
se entierra lo viviente; y arroparlo,
y llevarle el embozo hasta la cara
como una papelera de desahucio.
("trianarts")
martes, 17 de diciembre de 2019
Octavio Paz(1914/1998 )
Pueblo
Las piedras son tiempo
El viento
Siglos de viento
Los árboles son tiempo
Las gentes son piedra
El viento
Vuelve sobre sí mismo y se entierra
En el día de piedra
No hay agua pero brillan los ojos
("antología de la poesía hipsnoamericana 1914-1970", j. olivio jiménez, alianza editorial, madrid, 1973)
lunes, 16 de diciembre de 2019
Nicanor Parra (1914/2018 )
Epitafio
De estatura mediana,
con una voz ni delgada ni gruesa,
hijo mayor de un profesor primario
y de una modista de trastienda;
flaco de nacimiento
aunque devoto de la buena mesa;
de mejillas escuálidas
y de más bien abundantes orejas;
con un rostro cuadrado
en que los ojos se abren apenas
y una nariz de boxeador mulato
baja a la boca de ídolo azteca
-todo esto bañado
por una luz entre irónica y pérfida-
ni muy listo ni tonto de remate
fui y lo que fui: una mezcla
de vinagre y aceite de comer
¡un embutido de ángel y bestia!
("antología de la poesía hispanoamericana 1914-1970", josé olivio jiménez, alianza ed., madrid, 1973)
domingo, 15 de diciembre de 2019
Joan Margarit (1938 )
Las cuatro de la madrugada
Aúlla el primer perro, y enseguida
hay un eco en un patio, otros resuenan
a la vez en un único ladrido,
bronco y sin ritmo alguno.
Ladran, con sus hocicos hacia el cielo.
¿De dónde venís, perros? ¿Qué mañana
evocan los ladridos de la noche?
Oigo como ladráis al sueño de mi hija
desde el jergón, rodeados de excrementos
con los que señaláis un territorio
de callejones, patios, descampados.
Tal como vengo haciendo
con mis poemas, desde donde aúllo
y marco el territorio de la muerte.
("trianarts")
Aúlla el primer perro, y enseguida
hay un eco en un patio, otros resuenan
a la vez en un único ladrido,
bronco y sin ritmo alguno.
Ladran, con sus hocicos hacia el cielo.
¿De dónde venís, perros? ¿Qué mañana
evocan los ladridos de la noche?
Oigo como ladráis al sueño de mi hija
desde el jergón, rodeados de excrementos
con los que señaláis un territorio
de callejones, patios, descampados.
Tal como vengo haciendo
con mis poemas, desde donde aúllo
y marco el territorio de la muerte.
("trianarts")
sábado, 14 de diciembre de 2019
Pablo Antonio Cuadra (1912/2002 )
La noche es una mujer desconocida
Preguntó la muchacha al forastero.
-¿Por qué no pasas? En mi hogar
está encendido el fuego.
Contestó el peregrino: -Soy poeta,
sólo deseo conocer la noche.
Ella, entonces, echó ceniza sobre el fuego
y aproximó en la sombra su voz al forastero:
-¡Tócame! -dijo-. ¡Conocerás la noche!
("antología de la poesía hispanoamericana 1914-1970", josé olivio jiménez, alianza ed., madrid, 1973)
viernes, 13 de diciembre de 2019
Eugenio Montejo (1938/2008 )
Final sin fin
…Y yo me iré
J.R.J.
La que se irá al final será la vida,
la misma vida que ha llevado nuestros pasos
sin tregua a la velocidad de su deseo.
Se llevará también todas sus horas
y los relojes que sonaban y el sonido
y lo que en ellos siempre estuvo oculto
sin ser tiempo ni trastiempo…
Cuando haya de partir –se irá la vida,
ella y su música veloz entre mis venas
que me recorre con remotos cánticos,
ella y su melodiosa geometría
que inventa el ajedrez de estas palabras.
De todo cuanto miro en este instante
será la vida la que parta para siempre o para nunca,
es decir, la que parta sin partir, la que se quede
y con ella mi cuerpo noche y día,
siguiéndolas en sus luces y sus sombras…
Si, tal vez nadie se aleje de este mundo,
aunque se extinga cada quien en su momento.
—Nos iremos sin irnos,
ninguno va a quedarse ni va a irse,
tal como siempre hemos vivido
a orillas de este sueño indescifrable,
donde uno está y no está y nadie sabe nada.
("digopalabratxt")
…Y yo me iré
J.R.J.
La que se irá al final será la vida,
la misma vida que ha llevado nuestros pasos
sin tregua a la velocidad de su deseo.
Se llevará también todas sus horas
y los relojes que sonaban y el sonido
y lo que en ellos siempre estuvo oculto
sin ser tiempo ni trastiempo…
Cuando haya de partir –se irá la vida,
ella y su música veloz entre mis venas
que me recorre con remotos cánticos,
ella y su melodiosa geometría
que inventa el ajedrez de estas palabras.
De todo cuanto miro en este instante
será la vida la que parta para siempre o para nunca,
es decir, la que parta sin partir, la que se quede
y con ella mi cuerpo noche y día,
siguiéndolas en sus luces y sus sombras…
Si, tal vez nadie se aleje de este mundo,
aunque se extinga cada quien en su momento.
—Nos iremos sin irnos,
ninguno va a quedarse ni va a irse,
tal como siempre hemos vivido
a orillas de este sueño indescifrable,
donde uno está y no está y nadie sabe nada.
("digopalabratxt")
jueves, 12 de diciembre de 2019
Mercedes Luna Fuentes (1969 )
Cimientos
De un extremo a otro
cuenta los pasos desde la cama hasta la ventana
de la cama al mueble de caoba
como reina que sostiene en su cuello
diamantes negros de la libertad
ella guarda en el alhajero
algo
semejante al quejido de una niña
bajo escombros
("la habitación higiénica", coed. gobs. sinaloa, colahuila y mantis, guadalajara, méx., 2019)
miércoles, 11 de diciembre de 2019
Dana Gelinas (1962 )
Altos Hornos
8
Cuando vi a las mujeres de Kuwait
sujetar su velo negro sobre nariz y boca
para buscar entre los pozos incinerantes
a los obreros de su casa,
recordé el pañuelo blanco en mi nariz,
perfumado a suavizante de ropa
y a oxígeno,
hasta que una brizna de nada,
o la gravedad solamente,
desaparecieran las moléculas de azufre
que habían entrado en la casa.
No fue verdad. Jamás desaparecieron.
Decrecían. Eran soportadas. Son olvidos de episodios.
Y yo sé dónde se esconden:
En el césped de mi casa,
en mis libros, en la madera de las puertas,
en el centro del tallo de mi cerebro.
Allí permanece el azufre.
("mediodía blanco, antología personal", ed. gobierno del estado de coahuila, méxico, 2014)
martes, 10 de diciembre de 2019
Robert Burns (1759/1796 )
La lágrima
Mi corazón es angustia, y lágrimas caen de mis ojos;
Hace largo, largo tiempo que la alegría me es extraña:
Olvidado y sin amigos soporto mil montañas,
Sin una voz dulce que suene en mis oídos.
Amarte es mi placer, y profundo lastima tu encanto;
Amarte es mi desdicha, y esta pena lo ha demostrado;
Pero el corazón herido que ahora sangra en mi pecho
Se siente como un flujo incansable que pronto será deshecho.
Oh, si yo fuese —si acariciar la felicidad yo pudiese—
Abajo en el arroyo joven, en el cansado castillo verde;
Pues allí deambula entre melodías permanentes
Aquella lágrima seca de tus ojos.
("zenda libros", trad. laura diverso)
Mi corazón es angustia, y lágrimas caen de mis ojos;
Hace largo, largo tiempo que la alegría me es extraña:
Olvidado y sin amigos soporto mil montañas,
Sin una voz dulce que suene en mis oídos.
Amarte es mi placer, y profundo lastima tu encanto;
Amarte es mi desdicha, y esta pena lo ha demostrado;
Pero el corazón herido que ahora sangra en mi pecho
Se siente como un flujo incansable que pronto será deshecho.
Oh, si yo fuese —si acariciar la felicidad yo pudiese—
Abajo en el arroyo joven, en el cansado castillo verde;
Pues allí deambula entre melodías permanentes
Aquella lágrima seca de tus ojos.
("zenda libros", trad. laura diverso)
lunes, 9 de diciembre de 2019
Antonio Pereira (1924/2009 )
Poética
Ahora sé que es un crimen de lesa poesía
exprimirle a la almendra del verbo su licor
y entregarlo a los indiferentes.
Oh, tú, poeta pródigo,
malgastador de lo que sólo es tuyo
durante un breve relajo de los dioses.
Retén el aire en el pulmón florido
hasta la hora en que tu canto sea
disculpado por la necesidad,
no vayas a jurar el verso en vano.
("poéticas)
Ahora sé que es un crimen de lesa poesía
exprimirle a la almendra del verbo su licor
y entregarlo a los indiferentes.
Oh, tú, poeta pródigo,
malgastador de lo que sólo es tuyo
durante un breve relajo de los dioses.
Retén el aire en el pulmón florido
hasta la hora en que tu canto sea
disculpado por la necesidad,
no vayas a jurar el verso en vano.
("poéticas)
domingo, 8 de diciembre de 2019
Uriel Martínez (1950 )
Ruego
Señor, si es tu voluntad
que yo muera alcohólico
no permitas que la resaca
me invada hígado
y pulmones.
Tampoco me orilles a
orinar la cama confundido
con lejanos sueños
húmedos ni con trozos
de cuerpos ensangrentados.
Haz de mí carne de tus culpas
si ese es tu deseo, pero no
me orilles al vómito
ni a la mendicidad
del cuerpo perfecto.
Puedo asumir mis años,
los lejanos recuerdos
de un niño disciplinado,
pero no me hagas tragar
tierra, castigos o enfermedades
procuradas a base de fría
penicilina. Te lo ruego.
(Inédito)
sábado, 7 de diciembre de 2019
Iván Oñate (1948 )
El ángel ajeno
Ángel, cuando di con tu vida
yo era un hombre que venía de alguna mujer y de dos libros
que encontré en alguna cama y sin asombro
los perdí en alguna otra. Ahora soy una disculpa.
Confío que eso quiera decir algo, este momento
que no quisiera decir nada.
De cuando en cuando y de vez en revés
suelo caer a este cuaderno abierto
para escapar de la duración de una lluvia,
de un dolor
o de la duración de mi vida. ¡Pero basta!
Es demasiado mío y demasiado cursi
lamentarse a estas alturas de la noche y
en un puerto del mediterráneo
donde sin buscar nada
encuentro que he perdido un diente.
Si estuvieras a mi lado, correría a desnudarte el pecho
seguro que lo perdí el domingo
mientras te mordía el corazón en un sueño.
Sabes, hoy volví a cruzarme con el hombre
que amenaza hacer un libro con su vida. Agobiado
por tanto ejemplo, terminaré por hacer el mío
embarcado en una borrachera que aún no encuentro.
Seguramente
tendrá la duración de una línea en la palma de tu mano,
o la petrificada juventud
de una estatua
cayendo eterna
a la noche,
a mi vejez,
a la ascendente espuma de la niebla.
O mejor,
te contaría la historia de un muchacho
que se soñó James Dean
y de todo ese juego, lo único que ocurrió
fue que lo encontraran una mañana
crucificado al madero horizontal
de una Winchester treinta treinta.
Debería recordar la historia de aquel muchacho
si me tomara en serio, un poco.
("crearen salamanca")
Ángel, cuando di con tu vida
yo era un hombre que venía de alguna mujer y de dos libros
que encontré en alguna cama y sin asombro
los perdí en alguna otra. Ahora soy una disculpa.
Confío que eso quiera decir algo, este momento
que no quisiera decir nada.
De cuando en cuando y de vez en revés
suelo caer a este cuaderno abierto
para escapar de la duración de una lluvia,
de un dolor
o de la duración de mi vida. ¡Pero basta!
Es demasiado mío y demasiado cursi
lamentarse a estas alturas de la noche y
en un puerto del mediterráneo
donde sin buscar nada
encuentro que he perdido un diente.
Si estuvieras a mi lado, correría a desnudarte el pecho
seguro que lo perdí el domingo
mientras te mordía el corazón en un sueño.
Sabes, hoy volví a cruzarme con el hombre
que amenaza hacer un libro con su vida. Agobiado
por tanto ejemplo, terminaré por hacer el mío
embarcado en una borrachera que aún no encuentro.
Seguramente
tendrá la duración de una línea en la palma de tu mano,
o la petrificada juventud
de una estatua
cayendo eterna
a la noche,
a mi vejez,
a la ascendente espuma de la niebla.
O mejor,
te contaría la historia de un muchacho
que se soñó James Dean
y de todo ese juego, lo único que ocurrió
fue que lo encontraran una mañana
crucificado al madero horizontal
de una Winchester treinta treinta.
Debería recordar la historia de aquel muchacho
si me tomara en serio, un poco.
("crearen salamanca")
viernes, 6 de diciembre de 2019
Antonia Pozzi (1912/1938 )
Luz blanca
Entré, al alba,
en un pequeño cementerio.
Fue en un país lejano,
al pie de una torre grisácea,
huérfana ya de voces
de campanas,
mientras aún la niebla
plateaba
las encinas oscuras,
los altos setos,
los brezos
violeta.
En el pequeño cementerio,
las lápidas,
dirigidas a Oriente,
como en blanca sonrisa,
rostros de ciego parecían
que, alineados, marchasen
al encuentro del sol.
("hoja negra", trad. juan andrés gutiérrez)
Entré, al alba,
en un pequeño cementerio.
Fue en un país lejano,
al pie de una torre grisácea,
huérfana ya de voces
de campanas,
mientras aún la niebla
plateaba
las encinas oscuras,
los altos setos,
los brezos
violeta.
En el pequeño cementerio,
las lápidas,
dirigidas a Oriente,
como en blanca sonrisa,
rostros de ciego parecían
que, alineados, marchasen
al encuentro del sol.
("hoja negra", trad. juan andrés gutiérrez)
jueves, 5 de diciembre de 2019
Manuel del Cabral (1907/1999 )
Aire durando
¿Quién ha matado este hombre
que su voz no está enterrada?
Hay muertos que van subiendo
cuanto más su ataúd baja…
Este sudor… ¿por quién muere?
¿por qué cosa muere un pobre?
¿Quién ha matado estas manos?
¡No cabe en la muerte un hombre!
Hay muertos que van subiendo
cuanto más su ataúd baja…
¿Quién acostó su estatura
que su voz está parada?
Hay muertos como raíces
que hundidas… dan fruto al ala.
¿Quién ha matado estas manos,
este sudor, esta cara?
Hay muertos que van subiendo
cuanto más su ataúd baja…
("zenda libros")
miércoles, 4 de diciembre de 2019
Dulce Chacón (1954/2003 )
Si la mar engaña
a juan
Habladora la mar, habladora:
puso a mis píes diecisiete caracolas
y nada me dijeron.
¿A quién puedo pedir que me resuelva
la palabra instante?
Sé que hasta aquí me trajo el azar,
el color de tus ojos es regalo de dioses
que yo no conozco.
¿Diecisiete días
hacen un instante?
:pregunto a la mar
y a tus dioses.
("trianarts")
a juan
Habladora la mar, habladora:
puso a mis píes diecisiete caracolas
y nada me dijeron.
¿A quién puedo pedir que me resuelva
la palabra instante?
Sé que hasta aquí me trajo el azar,
el color de tus ojos es regalo de dioses
que yo no conozco.
¿Diecisiete días
hacen un instante?
:pregunto a la mar
y a tus dioses.
("trianarts")
martes, 3 de diciembre de 2019
Adrienne Rich (1929/2012 )
La extranjera
Mirando como antes he mirado, derecho al corazón
de la calle hasta el río
caminando por los ríos de las avenidas
sintiendo el temblor de las cuevas bajo el asfalto
viendo encenderse las luces en las torres
caminando como antes he caminado
como un hombre, como una mujer, en la ciudad
mi ira visionaria despejando mi vista
y las detalladas percepciones de misericordia
floreciendo de esa ira
si al entrar en un cuarto desde la aguda luz brumosa
los oigo hablar un idioma muerto
si preguntan mi identidad
¿qué puedo decir sino que
soy la andrógina?
yo soy la mente viva que no pueden describir
en su idioma muerto
el sustantivo perdido, el verbo que sobrevive
sólo en infinitivo
las letras de mi nombre están escritas entre los párpados
del recién nacido
La Novena Sinfonía de Beethoven entendida por fin como un mensaje sexual
Un hombre aterrorizado de impotencia
o infertilidad, sin saber la diferencia,
un hombre tratando de decir algo
aullando desde la música
climatérica de su enteramente
aislada alma
gritando al Gozo desde el túnel de su yo
una música sin la sombra
de otra persona dentro, música
que trata de decir algo que el hombre
no quiere que salga, quisiera guardar si pudiera
amordazada y amarrada y azotada con cuerdas de Gozo
donde todo es silencio y
el golpear de un puño sangriento sobre
una mesa astillada.
("material de lectura", unam, s/c al traductor)
Mirando como antes he mirado, derecho al corazón
de la calle hasta el río
caminando por los ríos de las avenidas
sintiendo el temblor de las cuevas bajo el asfalto
viendo encenderse las luces en las torres
caminando como antes he caminado
como un hombre, como una mujer, en la ciudad
mi ira visionaria despejando mi vista
y las detalladas percepciones de misericordia
floreciendo de esa ira
si al entrar en un cuarto desde la aguda luz brumosa
los oigo hablar un idioma muerto
si preguntan mi identidad
¿qué puedo decir sino que
soy la andrógina?
yo soy la mente viva que no pueden describir
en su idioma muerto
el sustantivo perdido, el verbo que sobrevive
sólo en infinitivo
las letras de mi nombre están escritas entre los párpados
del recién nacido
La Novena Sinfonía de Beethoven entendida por fin como un mensaje sexual
Un hombre aterrorizado de impotencia
o infertilidad, sin saber la diferencia,
un hombre tratando de decir algo
aullando desde la música
climatérica de su enteramente
aislada alma
gritando al Gozo desde el túnel de su yo
una música sin la sombra
de otra persona dentro, música
que trata de decir algo que el hombre
no quiere que salga, quisiera guardar si pudiera
amordazada y amarrada y azotada con cuerdas de Gozo
donde todo es silencio y
el golpear de un puño sangriento sobre
una mesa astillada.
("material de lectura", unam, s/c al traductor)
lunes, 2 de diciembre de 2019
Bruce Chatwin (1940/1989 )
Un explorador blanco de África, ansioso por abreviar su travesía, pagó a sus porteadores para que realizaran una serie de marchas forzadas. Pero ellos, casi al llegar a su punto de destino, descargaron los bultos y se negaron a moverse. Aunque les ofreció pagas adicionales no consiguió que modificaran su comportamiento. Dijeron que debían esperar que los alcanzaran sus almas.
("los trazos de la canción", ed. península, barcelona, 2000, trad. eduardo goligorsky)
domingo, 1 de diciembre de 2019
Uriel Martínez (1950 )
Tareas
3
se tumba de nuevo
en el cuadril izquierdo, en
movimiento perpetuo
como pez en pecera;
se perece por recobrar el sueño
como el hombre que perdió
la luz perpetua, la lucidez
del condenado;
se mesa las greñas como la
criatura con la teta seca,
el seno que la nodriza
le niega;
en sueños se revuelve
como el emplazado a
cadena perpetua lejos
de su semejante;
despierta de madrugada
y se abraza a las brasas
que arden,
que despiertan-
(Inédito)
3
se tumba de nuevo
en el cuadril izquierdo, en
movimiento perpetuo
como pez en pecera;
se perece por recobrar el sueño
como el hombre que perdió
la luz perpetua, la lucidez
del condenado;
se mesa las greñas como la
criatura con la teta seca,
el seno que la nodriza
le niega;
en sueños se revuelve
como el emplazado a
cadena perpetua lejos
de su semejante;
despierta de madrugada
y se abraza a las brasas
que arden,
que despiertan-
(Inédito)
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