jueves, 31 de enero de 2019

Joan Margarit (1938 )

No tires las cartas de amor


Ellas no te abandonarán.
El tiempo pasará, se borrará el deseo
-esta flecha de sombra-
y los sensuales rostros, bellos e inteligentes,
se ocultarán en ti, al fondo de un espejo.
Caerán los años. Te cansarán los libros.
Descenderás aún más
e, incluso, perderás la poesía.
El ruido de ciudad en los cristales
acabará por ser tu única música,
y las cartas de amor que habrás guardado

serán tu última literatura.


("rua das pretas")

miércoles, 30 de enero de 2019

Silvina Ocampo (1903/1993 )

Espera



Cruel es la noche y dura cuando aguardo tu vuelta
al acecho de un paso, del ruido de la puerta
que se abre, de la llave que agitas en la mano
cuando espero que llegues y que tardas tanto.
Crueles son en las calles los rumores de coches
que me dan sueño cuando estoy junto a tus ojos.
Cruel es la lluvia suave, furiosa que fascina
las enormes tormentas, las nubes con sus islas
cuando espero que llegues y que el reloj enclava
sus manecillas de oro en el corazón ávido.
Cruel es que todo sea precioso hasta el retorno
de la espera, y el lento padecer del amor.
Cruel es rezar sin tregua la promesa olvidada
de volver a ser buena, de sentir que redime
estar bien preparada sólo para la dicha.
Cruel es la luz, perfecta, de la luna y del alba
el alma de las horas sobre el campo y el mar
y crueles son los libros, la voluptuosa música,
hasta la anomalía de las caras etruscas.
Y es cruel aún después tener que ser humana
no convertirme, al verte, en perro, de alegría.


("caína bella")

martes, 29 de enero de 2019

Vicente Aleixandre (1898/1984 )

El poeta se acuerda de su vida



Ellas no te abandonarán.
El tiempo pasará, se borrará el deseo
-esta flecha de sombra-
y los sensuales rostros, bellos e inteligentes,
se ocultarán en ti, al fondo de un espejo.
Caerán los años. Te cansarán los libros.
Descenderás aún más
e, incluso, perderás la poesía.
El ruido de ciudad en los cristales
acabará por ser tu única música,
y las cartas de amor que habrás guardado
serán tu última literatura.


("cómo cantaba mayo")

lunes, 28 de enero de 2019

Francisco de Asís Fernández (1945 )

La virtud de amar


Cuando vi el océano en llamas
y a un rey gigante quemándolo todo con sus ojos
entendí la trama de los sueños:
caerán los meteoros sobre la tierra
Y tú te vestirás con hierbas y con flores
en nuestra vida húmeda y el tiempo seco,
vendrán los pájaros con el sonido y la luz
convirtiendo el tesoro de tu mano
en una mariposa
convirtiendo mi amor entero

en un verso de amor.


(tomado del muro fb de alfredo fressia)

domingo, 27 de enero de 2019

Uriel Martínez (1950 )






Flor de azahar


Esta mañana me he acordado
de ti, aquí abajo, en el patio
sin hojas de naranjo
ni flor de azahar; aunque
casi te doblo la edad
no he encontrado en mi
pasado lejano una infusión
de hierbas como la tuya,
un cubo de tierra santa
para mi organismo vuelto
nudos; vuelto del revés,
hecho piedras y huevecillos
de bestezuelas del desierto.
Verdad es que la tarde se irá
despacio, sin tus dedos y manos
sabias; con este dolor antiguo
y tan mío, Patrocinio.


[Inédito]

sábado, 26 de enero de 2019

Idea Vilariño (1920/2009 )

Si no quiero


Si no quiero
si no estoy esperando
si es mentira
si lo hago por vivir
por ir pasando
si estoy aquí sin sueños
sin esperanzas y
sin nada que me sirva
ni le sirva a la vida
y los miro sin asco
con paciencia
y me digo
se creen todo se
dedican la vida
sufren
no dudan nunca
miran besan se ríen
y sin sospechar nada

aseguran que aman.


(tomado del muro fb de amalia mercedes abaria)

viernes, 25 de enero de 2019

Francisca Aguirre (1930 )

Obra maestra



Lo estoy haciendo bien;
lo estoy haciendo
cada vez mejor.
Finalmente
perderé el corazón.
Pero eso no tiene importancia.
Lo principal
es la eficacia.
Lo estoy haciendo bien;
lo estoy haciendo
cada vez mejor.


("la mirada del lobo")

jueves, 24 de enero de 2019

Ana Ilce Gómez (1944/2017 )

De sombras y soles incendiada



Cuando yo era una muchacha de cabellos al viento,
ojo descubriendo apenas el borde
de la luz de la mañana,
de labios romos y diente no afilado
por el dolor de las palabras.

Cuando mis pies sólo sabían de las calles
polvorientas de mi pueblo,
y mi corazón como un río detenido
se asomaba a la vida
y la miraba allá lejos deslizarse,
correr entre los hombres, apretujarse amorosa
contra el tiempo,
o subir a los árboles
desde donde caía lentamente como un pájaro ahogado
sobre los grandes charcos de la tarde.

Cuando mi edad era tan sólo una palabra,
un invierno debatiéndose triunfante
contra el moho,
y en mi pecho no había más cabida
sino para un amor tranquilo como el agua
tranquila de los pozos.

Entonces no presentía en mí la mano que comenzaba
a dibujar el canto,
ni el pie desesperado trazando surcos de vida
para el hombre,
ni a esta mujer que hoy soy,
de sombras y soles incendiada, sitiada
por el fuego del amor,
ulcerada por la pasión de la Palabra.


("la mirada del lobo")

miércoles, 23 de enero de 2019

Susana Benet (1950 )

Instante

                                   a antonio moreno y bárbara

Por un instante he visto
la terraza, sin mí.
Mi pequeño sillón, vacío.
Sobre la mesa, una taza de té
y un libro abierto.
Los gatos dormitando;
las tórtolas, ociosas.
Abriéndose la flor,
sola, en el aire perfumado.
Las ramas de la acacia
levemente mecidas
por la brisa de otoño.
Las nubes deslizándose
con calma por el cielo.
Y he sentido la súbita nostalgia
de vivir el instante que ahora vivo.


("la mirada del lobo")

martes, 22 de enero de 2019

Antonio Fernández Lera (1952 )

Casa sola

                                         (a mi padre cuatro meses después)

3
El otoño está siendo
triste y un poco absurdo.
Nada es extraño ni especial.
El verano
devora las cosas
y luego desaparece
y en las miradas queda un sendero hacia adentro
y en la risa una tos de tristeza y agobio
y nos quedamos quietos
–y sin saber qué hacer–
sin tu risa y tus ojos.


("rua das pretas")

domingo, 20 de enero de 2019

Piedad Bonnett (1951 )

Canción del sodomita



Habrá una grandísima peste...
Éxodo, 9,3.

Han izado el amor. Lo están clavando
coronado de ortigas y de cardos.
Le han cortado las manos, han echado
sal y azufre en sus pálidos muñones.
Ah, mi joven amado, el tiempo es breve.
Suenan ya las trompetas e iracunda
la luna enrojecida afrenta al cielo.
Déjame acariciar tu frente ardida en sueños,
contemplar para siempre tus párpados violeta.
Deja que desanude mi deseo,
que coloque la palma de mi mano
sobre la rosa hirviente que florece en tu pecho.
Ah, mi joven amado que duermes mientras huye
la multitud con un largo sollozo:
una lluvia de sangre cae sobre Sodoma.
Dame tus muslos blancos, tu axila, el dulce cuello,
antes de que en silencio se deslice

el ángel con su espada de exterminio.


("poesi.as")

sábado, 19 de enero de 2019

Jean Genet (1910/1986 )


Me quise ladrón...


Me quise traidor, ladrón, atracador, delator, odioso, destructor, despreciable, cobarde. A base de hachazos y de gritos corté las ataduras que me retenían en el mundo de la moral habitual, a veces deshice metódicamente los nudos. Monstruosamente me alejé de ustedes, de su mundo, de sus ciudades, de sus instituciones [...] Después de ese trabajo (aún inacabado) que tantos sacrificios me costó, obstinándome siempre más en la sublimación de un mundo  que es el contrario del de ustedes, he aquí que sufro la vergüenza de verme abordar con esfuerzo, sanguinolento, a una orilla más poblada que la misma Muerte. Y las gentes que aquí encuentro han llegado  fácilmente, sin peligro, sin haber cortado nada. Están en la infamia como el pez en el agua y ya no puedo, para ganar la soledad, sino dar marcha atrás y engalanarme con las virtudes de sus libros.


("pompas fúnebres", corregidor, bs.as., 1975)

viernes, 18 de enero de 2019

Mary Oliver (1935/2019 )

Hospital Universitario, Boston



Los árboles en el césped del hospital
están lozanos y en crecimiento. Ellos también
reciben el mejor de los cuidados,
como tú, y tantos cuyos nombres desconozco,
en los cuartos limpios en lo alto de esta ciudad,
donde día y noche los doctores siguen
atendiendo, donde las máquinas intrincadas
dibujan con fría devoción
el murmullo de la sangre,
el lento parchado de los huesos,
la desesperación de la mente.

Cuando vengo de visita y damos un paseo
hacia el interior de un día luminoso de verano,
nos sentamos bajo unos árboles —
un castaño de la India, un sicomoro y un
nogal cavilando
por arriba y sobre un seto de lilas
tan viejo como el edificio de ladrillo rojo
al fondo, el hospital
que originalmente fue edificado antes de la Guerra Civil.
Nos sentamos juntos sobre el césped, tomados de la mano
mientras me dices que estás mejor.

¿Cuántos hombres jóvenes, me pregunto,
llegaron aquí arrastrados por los lentos trenes como camillas
de los rojos y terribles campos de batalla
para echarse todo el verano en las pequeñas y bochornosas cámaras
mientras los doctores hacían lo que podían, implorando
utensilios todavía inimaginables, medicinas todavía inexistentes,
sabiduría todavía no adivinada, y cuántos murieron mientras veían las hojas [de los árboles,
ciegos a los esfuerzos que se hacían a su alrededor para mantenerlos con vida?
Veo en tus ojos

que a veces son verdes y a veces grises,
y a veces están llenos de humor, pero no frecuentemente,
y me digo, tú estás mejor,
porque sin ti mi vida sería
un lugar de árboles secos y quebrados.
Más tarde, andando por los corredores hacia la calle,
me regreso y entro a un cuarto vacío.
Ayer alguien estaba aquí con un rostro jadeante.
Ahora la cama está como nueva,
han sacado rodando las máquinas. El silencio
continuo, profundo y neutral,
mientras estoy aquí de pie, amándote.


("luvina", versión gabriela cantú westendarp)

miércoles, 16 de enero de 2019

Rubén Darío (1867/1916 )

Nocturno


                                                   a mariano de cavia.

Los que auscultasteis el corazón de la noche,
los que por el insomnio tenaz habéis oído
el cerrar de una puerta, el resonar de un coche
lejano, un eco vago, un ligero rüido…

En los instantes del silencio misterioso,
cuando surgen de su prisión los olvidados,
en la hora de los muertos, en la hora del reposo,
sabréis leer estos versos de amargor impregnados…

Como en un vaso vierto en ellos mis dolores
de lejanos recuerdos y desgracias funestas,
y las tristes nostalgias de mi alma, ebria de flores,
y el duelo de mi corazón, triste de fiestas.

y el pesar de no ser lo que yo hubiera sido,
la pérdida del reino que estaba para mí,
el pensar que un instante pude no haber nacido,
¡y el sueño que es mi vida desde que yo nací!

Todo esto viene en medio del silencio profundo
en que la noche envuelve la terrena ilusión,
y siento como un eco del corazón del mundo

que penetra y conmueve mi propio corazón.


("life vest under your seat")

lunes, 14 de enero de 2019

Eduardo Errasti (1960 )


Radiografía


La tarjeta de un videoclub
y la de la Seguridad Social.
Dos entradas (siempre me ha gustado
la última fila de los cines).
Un carnet de identidad
con la foto borrosa de alguien
a quien me cuesta reconocer a veces.
Mi Número de Identificación
Fiscal. Trozos de papel con frases
que pudieron haberme llevado
a la gloria aunque ya no me importe
(he perdido demasiados trenes).
Teléfonos de amigos a los que no llamaré
nunca, estoy seguro. Direcciones.
Un par de calendarios atrasados.
Mi cartilla del paro (he de ir
cada tres meses al mercado de esclavos.
Algún día nos pedirán que enseñemos
los dientes). Cuatro décimos de lotería
que no me sacarán de la miseria
(la estadística casi siempre ha jugado
en mi contra). Ni un céntimo.
Muchas noches, cuando estás dormida,
me pregunto ¿Por qué sigues conmigo...?



("rua das pretas")

sábado, 12 de enero de 2019

Uriel Martínez (1950 )

De visita



Estoy de visita en una ciudad
desconocida, en un sitio
donde no se adivina la hora
de los sismos; en un lugar
donde a deshoras riñen
los perros con sus sombras,
donde las sombras pasan
quebradas y silenciosas
sobre altos muros; es una ciudad
donde alguien permanece
despierto porque sí;
una ciudad de querellas
no imaginadas, de puertas
de altas bisagras, de cuerpos
alterados al proyectarse
en muros como biombos.

Una ciudad a la que vuelvo
espaciada y calladamente.


[Inédito]

viernes, 11 de enero de 2019

Ciaran Carson (1948 )


Propuesta



Sucedió  por una manzana. Estábamos en un mercado,
luz solar y lloviznas de agosto parpadeaban a través del techo acristalado

sobre un barril de manzanas, verdes con un rubor rojizo,
el rocío aún parecía relucir sobre ellas. Tomaste una.

Pruébela y vea señorita, dijo el vendedor. Asentiste, y mordiste
la pulpa crujiente. Sentiste el jugo explotar en tu boca

al igual que yo cuando me la pasaste para la segunda mordida.
Se llaman Descubrimiento,  dijo el vendedor, una muy buena

manzana para comer. Compramos una libra de ellas, algo de vino y queso,
y acudimos al campo, donde hicimos un picnic junto a un arroyo.

Me ofreciste una Descubrimiento. Esta vez pude sentir
tu boca a través del jugo.  Mordida a mordida

hasta que la terminamos como uno. Tiramos el centro.
Luego nos preguntamos cosas que nunca nos habíamos preguntado antes.


("ogham", versión marina kohon)

jueves, 10 de enero de 2019

Kobayashi Issa (1763/1827 )

sin título


El hombre que arranca rábanos
me señala el camino
apuntando con uno de ellos


("otra iglesia es imposible", trad. miguel ángel flores)

martes, 8 de enero de 2019

Ana Cristina Cesar (1952/1983 )

El hombre público


Tarde aprendí
qué bueno
es dar el alma como lavada.
No hay razón
para conservar
esta hilacha de noche vieja.
¿Qué significa eso?
Hay una hila
que va siendo cortada
dejando una sombra
en el papel.
Discursos detonan.
No soy yo que estoy allí
de ropa oscura
sonriendo o fingiendo
oír.
Sin embargo
También escribí cosas así,
para personas que ni sé más
quienes son,
de una dulzura
venenosa

de tan honda.


("buenos aires poetry", versión sandra santos)