El niño y el farol
I
Por el jardín, de flores
de sombra,viene el niño;
un farol muy lustroso
le relumbra en la mano.
Alumbrada, la cara
del niño resplandece.
En su pelo, los años
dulcemente sonríen.
El niño, que levanta
el farol en su mano,
va hurgando los rincones
del jardín, ya sin nadie.
Va en busca de la gracia
de alguna fantasía.
El jardín sigue al niño,
agitadas sus plantas.
("antología de la poesía hispanoamericana 1914-1970", josé olivio jiménez, alianza editorial, madrid, 1973)
jueves, 31 de octubre de 2019
miércoles, 30 de octubre de 2019
Vicente Huidobro (1893/1948 )
El espejo de agua
Mi espejo, corriente por las noches,
Se hace arroyo y se aleja de mi cuarto.
Mi espejo, más profundo que el orbe
Donde todos los cisnes se ahogaron.
Es un estanque en la muralla
Y en medio duerme tu desnudez anclada.
Sobre sus olas, bajo cielos sonámbulos,
Mis sueños se alejan como barcos.
De pie en la popa siempre me veréis cantando.
Una rosa secreta se hincha en mi pecho
Y un ruiseñor ebrio aletea en mi dedo.
("antología de la poesía hispanoamericana 1914-1970", josé olivio jiménez, alianza editorial, madrid, 1973)
Mi espejo, corriente por las noches,
Se hace arroyo y se aleja de mi cuarto.
Mi espejo, más profundo que el orbe
Donde todos los cisnes se ahogaron.
Es un estanque en la muralla
Y en medio duerme tu desnudez anclada.
Sobre sus olas, bajo cielos sonámbulos,
Mis sueños se alejan como barcos.
De pie en la popa siempre me veréis cantando.
Una rosa secreta se hincha en mi pecho
Y un ruiseñor ebrio aletea en mi dedo.
("antología de la poesía hispanoamericana 1914-1970", josé olivio jiménez, alianza editorial, madrid, 1973)
martes, 29 de octubre de 2019
Tom Maver (1985 )
El Sagrado Corazón
En la sala de techos altos y descascarados
del Hospital Israelita, mi abuela terminaba de morir.
La mayor parte del tiempo dormía como un bebé.
En su cuarto, cuando fueron apareciendo
los primeros síntomas, la miraba a ella
y luego el cuadro inmenso
del Sagrado Corazón de Jesús que estaba
en la cabecera de su cama, rodeado de santitos.
En medio de la sordidez del hospital y de ese cáncer
que la postraba, quería un poco de amparo,
ver ese corazón ofrecido chorreando una luz
que sus venas aceptaran mansamente
junto a las corrientes de morfina,
y no sólo su cuerpo de costado con la panza
hinchada y el cansancio que la tumbaba
como si estuviera tranquila. Viéndola así
recordé cuando iba a dormir a su casa,
y con la radio prendida que pasaba
de nueve a tres de la mañana
tangos y folclores, me contaba historias de santos populares.
Y de pronto, tirada ahí, casi nunca despierta,
parecía encarnar a la Difunta Correa secándose
en el desierto sanjuanino, siendo capaz de dar amor
incluso después de muerta, alimentando hasta la inconsciencia
a ese tumor que bebía con suavidad del Sagrado Corazón
de mi abuela, hasta quedarse dormidos, uno
en brazos del otro, quién sabe si soñándose mutuamente.
("revista corónica")
En la sala de techos altos y descascarados
del Hospital Israelita, mi abuela terminaba de morir.
La mayor parte del tiempo dormía como un bebé.
En su cuarto, cuando fueron apareciendo
los primeros síntomas, la miraba a ella
y luego el cuadro inmenso
del Sagrado Corazón de Jesús que estaba
en la cabecera de su cama, rodeado de santitos.
En medio de la sordidez del hospital y de ese cáncer
que la postraba, quería un poco de amparo,
ver ese corazón ofrecido chorreando una luz
que sus venas aceptaran mansamente
junto a las corrientes de morfina,
y no sólo su cuerpo de costado con la panza
hinchada y el cansancio que la tumbaba
como si estuviera tranquila. Viéndola así
recordé cuando iba a dormir a su casa,
y con la radio prendida que pasaba
de nueve a tres de la mañana
tangos y folclores, me contaba historias de santos populares.
Y de pronto, tirada ahí, casi nunca despierta,
parecía encarnar a la Difunta Correa secándose
en el desierto sanjuanino, siendo capaz de dar amor
incluso después de muerta, alimentando hasta la inconsciencia
a ese tumor que bebía con suavidad del Sagrado Corazón
de mi abuela, hasta quedarse dormidos, uno
en brazos del otro, quién sabe si soñándose mutuamente.
("revista corónica")
lunes, 28 de octubre de 2019
Vicente Gerbasi (1913/1992 )
Ámbito de la angustia
No se ha meditado aún sobre estas tristes ruinas.
Participo de la gran alegría que hace cantar con el vino,
luego me hieren los lamentos como a un árbol la tempestad nocturna.
Se pierden conmigo en la sombra
como se pierde la noche en el bálsamo misterioso de la muerte.
Busco mi voz abandonada sobre los mares, en el aire de las islas,
en las comarcas donde habitan los desterrados y los místicos,
y vago bajo la lluvia de los bosques en la soledad.
Como el árbol al borde del abismo, me salva la inquietud perenne,
y me acerca a Dios que vigila tras las músicas terrestres.
Alguien puede llamar a la puerta de alguna vivienda en la noche,
mas solamente aparecerá el rostro del silencio
en medio de la pesadumbre.
No hemos meditado aún para amar y ser serenos.
Oh, si tendiéramos la tristeza como niebla delgada,
serenamente, sobre estos vastos dominios desolados.
("antología de la poesía hispanoamericana 1914-1970", josé olivio jiménez, alianza editorial, madrid, 1973)
No se ha meditado aún sobre estas tristes ruinas.
Participo de la gran alegría que hace cantar con el vino,
luego me hieren los lamentos como a un árbol la tempestad nocturna.
Se pierden conmigo en la sombra
como se pierde la noche en el bálsamo misterioso de la muerte.
Busco mi voz abandonada sobre los mares, en el aire de las islas,
en las comarcas donde habitan los desterrados y los místicos,
y vago bajo la lluvia de los bosques en la soledad.
Como el árbol al borde del abismo, me salva la inquietud perenne,
y me acerca a Dios que vigila tras las músicas terrestres.
Alguien puede llamar a la puerta de alguna vivienda en la noche,
mas solamente aparecerá el rostro del silencio
en medio de la pesadumbre.
No hemos meditado aún para amar y ser serenos.
Oh, si tendiéramos la tristeza como niebla delgada,
serenamente, sobre estos vastos dominios desolados.
("antología de la poesía hispanoamericana 1914-1970", josé olivio jiménez, alianza editorial, madrid, 1973)
domingo, 27 de octubre de 2019
Uriel Martínez (1950 )
Dos arco iris
He visto dos arco iris
después de la lluvia;
he recordado que al final
de ese arco en tensión
hay cofres de doblones
de oro para aquel que llegue
por ellos.
La maraña y el vacío que anidan
en el plexo solar me impiden
cualquier salida asì sea
a la puerta de casa.
Es un martes por la tarde
cuando más allá del sol
se exhiben nubes
de presagio de otras
tormentas, más recias.
He visto momentáneamente
dos arco iris desvanecerse,
no me arrepiento de haberlos
descubierto y no haber pedido
deseo alguno,
para que si ya has muerto.
(inedito)
sábado, 26 de octubre de 2019
Gabriel Ferrater (1922/1972 )
Canción del atreverse a poder
Atrévete a poder ser fuerte, y no te detengas:
atrévete a poder ser viejo, que si tienes hijos
un testamento les atará bien corto.
Atrévete a poder que no te guste mucho
ir testado por un mundo que se separa.
Si te sobran hijos, arréglales una guerra.
Atrévete a poder dar trabajo a “charnegos”.
Con tu sueldo, comprarán vino bastante agrio
para que en tres años les pudra los dientes.
No te dé miedo: tú toma el opio de los ricos
(opio, te llega de Escocia y de Roma).
Tú, muchacho nuevo, confía en años futuros.
Bastante tiempo tendrás de hacerte amigos virgilios
que te leguen eneidas que salvar.
Atrévete a poder hacerte persona augusta
cuando tengas tiempo. Y hoy, Octavio, chico,
atrévete a poder degollar a Cicerón.
Barbado Alfonso, emperador de España,
primo de un Santo, y Sabio tú mismo,
fíjate bien, que vendrán otros más sabios
a historiarte, y dirán que eres mal rey:
les has perdido una sucia batalla
que ellos se han atrevido a poderse hacer suya.
Fíjate bien, general, que una patria
se atreve a poner mucha esperanza en ti.
No te atrevas, no, a poder perder batallas.
Pero tampoco hace falta ganarlas todas.
Si tienes napalm con que sembrar campos del Norte,
atrévete a poder perder guerras del Sur.
("antigua vamurta",traducido por pere gimferrer, j.a. goytisolo y josé m. valverde)
viernes, 25 de octubre de 2019
Rosabetty Muñoz (1960 )
No se crían hijos para verlos morir
Ella es una sábana flotando sobre nosotros.
Nada detiene el remolino que alienta su vuelo.
Desde su vientre deshabitado
los ovarios violeta se abren como flores nocturnas.
La ansiedad es un arrecife
donde acerados corales hieren los cuerpos amados.
Sin hijos bajo sus ojos
quisiéramos las madres
ofrecerle un trozo de pañal
para vendar sus muñones o un arca
donde recoger los salados restos.
("revistaaltazor")
Cuando el mar se llevó a sus tres hijos
ella estaba acodada en la puerta de
su casa, pensando en ollas aladas y repletas.
De pronto cayó en un vacío del que surgió
vieja y encorvada. No necesitó entrar para
vestirse de negro. Ya estaba recogiendo flores
cuando salió su hombre con la radio en la
mano, desamparado y tembloroso.
Ella es una sábana flotando sobre nosotros.
Nada detiene el remolino que alienta su vuelo.
Desde su vientre deshabitado
los ovarios violeta se abren como flores nocturnas.
La ansiedad es un arrecife
donde acerados corales hieren los cuerpos amados.
Sin hijos bajo sus ojos
quisiéramos las madres
ofrecerle un trozo de pañal
para vendar sus muñones o un arca
donde recoger los salados restos.
("revistaaltazor")
jueves, 24 de octubre de 2019
Rosabetty Muñoz (1960 )
Hay ovejas y ovejas
Las que comen de cualquier pastizal
y duermen con una sonrisa de satisfacción
en los potreros.
Las que caminan ciegamente
por los caminos acostumbrados.
Las que beben despreocupadas
en los arroyos.
Las que no trepan por pendientes peligrosas.
Esas van a dar lana abundante
en las esquilas
y serán sabrosas invitadas
en las fiestas de fin de año.
Hay también
las que tuercen las patas
buscando campos de margaritas
y se quedan horas y horas
contemplando los barrancos.
Esas balan toda la gran noche de su vida
encogidas de miedo.
Y hay, por fin,
las malas ovejas descarriadas.
Para ellas y por ellas
son las escondidas raíces
y los mejores y más deliciosos pastos.
("revistaaltazor")
Las que comen de cualquier pastizal
y duermen con una sonrisa de satisfacción
en los potreros.
Las que caminan ciegamente
por los caminos acostumbrados.
Las que beben despreocupadas
en los arroyos.
Las que no trepan por pendientes peligrosas.
Esas van a dar lana abundante
en las esquilas
y serán sabrosas invitadas
en las fiestas de fin de año.
Hay también
las que tuercen las patas
buscando campos de margaritas
y se quedan horas y horas
contemplando los barrancos.
Esas balan toda la gran noche de su vida
encogidas de miedo.
Y hay, por fin,
las malas ovejas descarriadas.
Para ellas y por ellas
son las escondidas raíces
y los mejores y más deliciosos pastos.
("revistaaltazor")
miércoles, 23 de octubre de 2019
Rosario Castellanos (1925/1974 )
Destierro
Hablábamos la lengua
de los dioses, pero era también nuestro silencio
igual al de las piedras.
Éramos el abrazo de amor en que se unían
el cielo con la tierra.
No, no estábamos solos.
Sabíamos el linaje de cada uno
y los nombres de todos.
Ay, y nos encontrábamos como las muchas ramas
de la ceiba se encuentran en el tronco.
No era como ahora
que parecemos aventadas nubes
o dispersadas hojas.
Estábamos entonces cerca, apretados, juntos.
No era como ahora.
("trianarts")
Hablábamos la lengua
de los dioses, pero era también nuestro silencio
igual al de las piedras.
Éramos el abrazo de amor en que se unían
el cielo con la tierra.
No, no estábamos solos.
Sabíamos el linaje de cada uno
y los nombres de todos.
Ay, y nos encontrábamos como las muchas ramas
de la ceiba se encuentran en el tronco.
No era como ahora
que parecemos aventadas nubes
o dispersadas hojas.
Estábamos entonces cerca, apretados, juntos.
No era como ahora.
("trianarts")
martes, 22 de octubre de 2019
Salvador Novo (1904/1974 )
Retrato de niño
En este retrato
hay un niño mirándome con ojos grandes;
este niño soy yo
y hay la fecha: 1906.
Es la primera vez que me miré atentamente.
Por supuesto que yo hubiera querido
que ese niño hubiera sido más serio,
con esa mano más serena,
con esa sonrisa más fotográfica.
Esta retrospección no remedia, empero,
lo que el fotógrafo, el cumpleaños,
mi mamá, yo y hasta tal vez la fisiología
dimos por resultado en 1906.
("antología de la poesía hispanoamericana 1914-1970", josé olivio jiménez, alianza editorial, madrid, 1973)
lunes, 21 de octubre de 2019
Manuel Vázquez Montalbán (1939/2003 )
Quand vous serain bien vieille
Cuando seas muy vieja
y yo me haya muerto
descubrirás una tarde las horas
especiales
el aroma de los soles ponientes
lo profundo oscuro del aire
anochecido en las calles sin retorno
vagarás eternamente en busca del espejo
que devuelve instantes felices
-de azul el mar
en nuestra carne sol y deseo-
ante la muerte del tiempo en el cristal
oirás las músicas que nos drogaron
los ruidos cotidianos que nos resucitaban
deslices
de aguas de jabón hacia simas
terribles
cajas de música postales cerebrales
y en el espejo fijo el spot de nuestra vida
con dentaduras blancas y pieles doradas
jóvenes antiguos felices invencibles
mas no dejes que oscurezcan tus ojos
y el espejo extinga su realidad y tu deseo
porque te verías vieja y solitaria
con los ojos dormidos por la angustia
el viento
que se lleva las hojas de un otoño horroroso
cuando seas muy vieja
y yo me haya muerto
rompe espejos retratos recuerdos
ponte bragas de corista diadema de acanto
sal desnuda al balcón y méate en el mundo
antes que te fusilen las ventanas cerradas.
("trianarts")
domingo, 20 de octubre de 2019
Raymond Carver (1938/1988 )
Lluvia
Esta mañana me desperté con la urgencia
terrible de quedarme en la cama todo el día
y leer. La combatí por un minuto.
Después miré la lluvia por la ventana.
Y me rendí. Me puse por entero
en manos de esta mañana lluviosa.
¿Volvería a vivir mi vida otra vez?
¿Cometería los mismos errores imperdonables?
Sí, si tuviera la menor oportunidad. Sí.
("revistaaltazor", versión sandra toro)
Esta mañana me desperté con la urgencia
terrible de quedarme en la cama todo el día
y leer. La combatí por un minuto.
Después miré la lluvia por la ventana.
Y me rendí. Me puse por entero
en manos de esta mañana lluviosa.
¿Volvería a vivir mi vida otra vez?
¿Cometería los mismos errores imperdonables?
Sí, si tuviera la menor oportunidad. Sí.
("revistaaltazor", versión sandra toro)
sábado, 19 de octubre de 2019
Dolores Etchecopar (1956 )
Madre
mi madre es suave como un campo de maíz
pero a veces se oscurece
entonces me siento sobre una piedra
para que me trague el sol
("blogpoemas")
mi madre es suave como un campo de maíz
pero a veces se oscurece
entonces me siento sobre una piedra
para que me trague el sol
("blogpoemas")
viernes, 18 de octubre de 2019
Juan Hernández Ramírez (1951 )
El granizo
El cielo enfurecido brama
y está vestido de manta gris
para espantar a los conejos
dientones de la pradera.
Con su honda de nubes
y mecates de lluvia
tira piedras de agua a la tierra
hasta dejar una blanca capa
en la hondonada
en donde se esconde el tañido del viento.
Los niños de pies descalzos
juegan a comerse el agua
de la piedra celeste.
En el pelo húmedo de los niños
danza un espejo blanco
y el césped se tiñe de verde
con resplandor de colibríes.
("xochitlajtoli, poesía contemporánea en lenguas originarias de méxico", ed. círculo de poesía, 2019)
El cielo enfurecido brama
y está vestido de manta gris
para espantar a los conejos
dientones de la pradera.
Con su honda de nubes
y mecates de lluvia
tira piedras de agua a la tierra
hasta dejar una blanca capa
en la hondonada
en donde se esconde el tañido del viento.
Los niños de pies descalzos
juegan a comerse el agua
de la piedra celeste.
En el pelo húmedo de los niños
danza un espejo blanco
y el césped se tiñe de verde
con resplandor de colibríes.
("xochitlajtoli, poesía contemporánea en lenguas originarias de méxico", ed. círculo de poesía, 2019)
jueves, 17 de octubre de 2019
Irma Pineda (1974 )
Cándida
Mi madre descifró para mis ojos
el lenguaje de las estrellas
Depositó en mis oídos los cantos de la gente nube
Me enseñó los signos de mi nombre
A usar el ajo en la comida
a evitar el limón cuando viene la regla
a no temer el crujido del techo de madera y teja
cuando la tierra tiembla
Ella resolvía las dudas
Pero nunca le pregunté a mi madre
cómo transcurre la vida
cuando los soldados se llevan al marido
Cómo se enfrenta lo cotidiano
con la incertidumbre tras los pies a cada paso
Con qué palabras se explica a los hijos
qué es "un desaparecido"
Con qué unidad se mide la ausencia
los días oscuros
Cómo nombrar de un solo golpe
las ciudades recorridas buscando un rostro
los espíritus consultados para tener indicios
de dónde encontrar a un desaparecido
("xochitlajtoli, poesía contemporánea en lenguas originarias de méxico", ed. círculo de poesías, 2019)
Mi madre descifró para mis ojos
el lenguaje de las estrellas
Depositó en mis oídos los cantos de la gente nube
Me enseñó los signos de mi nombre
A usar el ajo en la comida
a evitar el limón cuando viene la regla
a no temer el crujido del techo de madera y teja
cuando la tierra tiembla
Ella resolvía las dudas
Pero nunca le pregunté a mi madre
cómo transcurre la vida
cuando los soldados se llevan al marido
Cómo se enfrenta lo cotidiano
con la incertidumbre tras los pies a cada paso
Con qué palabras se explica a los hijos
qué es "un desaparecido"
Con qué unidad se mide la ausencia
los días oscuros
Cómo nombrar de un solo golpe
las ciudades recorridas buscando un rostro
los espíritus consultados para tener indicios
de dónde encontrar a un desaparecido
("xochitlajtoli, poesía contemporánea en lenguas originarias de méxico", ed. círculo de poesías, 2019)
miércoles, 16 de octubre de 2019
Pedro Uc Be (1963 )
Se han secado
Secos despertaron mis labios,
buscaron precipitados los tuyos
pero también se habían secado.
No es la falta de besos,
ni la falta de humedad de tu cuerpo.
Es la lluvia que desarraigaron
los blanco guardianes de monte,
los patronatos premios contra la milpa,
los rasgos de billetes verdes,
es la complicidad del indio vacío.
Secaron los cenotes sagrados,
convirtieron mi calabazo en coca cola,
intoxicaron tu pezón con pócima,
petrolizaron mi jícara de pozole
y tus labios los convirtieron en disecado pez.
Se han secado mis labios,
se han secado tus labios,
se han robado nuestras aguas,
sólo nos queda el amor,
pero, ¿cómo humedecerlo?
("xochitlajtoli, poesía contemporánea en lenguas originarias de méxico", ed. círculo de poesía, méx., 2019)
Secos despertaron mis labios,
buscaron precipitados los tuyos
pero también se habían secado.
No es la falta de besos,
ni la falta de humedad de tu cuerpo.
Es la lluvia que desarraigaron
los blanco guardianes de monte,
los patronatos premios contra la milpa,
los rasgos de billetes verdes,
es la complicidad del indio vacío.
Secaron los cenotes sagrados,
convirtieron mi calabazo en coca cola,
intoxicaron tu pezón con pócima,
petrolizaron mi jícara de pozole
y tus labios los convirtieron en disecado pez.
Se han secado mis labios,
se han secado tus labios,
se han robado nuestras aguas,
sólo nos queda el amor,
pero, ¿cómo humedecerlo?
("xochitlajtoli, poesía contemporánea en lenguas originarias de méxico", ed. círculo de poesía, méx., 2019)
martes, 15 de octubre de 2019
Mikeas Sánchez (1980 )
Mojk'jkaya
Seis
Hablo también por todas las vìrgenes y rameras
que nunca conocieron el amor
aquéllas que apagaron bajo su cama
la hoguera del deseo
mientras esperaban la hora de la muerte
con su rosario de plata.
Hablo por todas las muchachas perpetuas
que guardaron todo el odio bajo el plisado de su falda
haciendo de su cama un santuario
donde ningún hombre quiso guarecerse
y tuvieron hijos ciegos e hijas tuertas
que mordieron sus vientres
hasta el final de sus días.
("xochitlajtoli, poesía contemporánea en lenguas originarias de méxico", ed. círculo de poesía, méx., 2019)
Seis
Hablo también por todas las vìrgenes y rameras
que nunca conocieron el amor
aquéllas que apagaron bajo su cama
la hoguera del deseo
mientras esperaban la hora de la muerte
con su rosario de plata.
Hablo por todas las muchachas perpetuas
que guardaron todo el odio bajo el plisado de su falda
haciendo de su cama un santuario
donde ningún hombre quiso guarecerse
y tuvieron hijos ciegos e hijas tuertas
que mordieron sus vientres
hasta el final de sus días.
("xochitlajtoli, poesía contemporánea en lenguas originarias de méxico", ed. círculo de poesía, méx., 2019)
lunes, 14 de octubre de 2019
Manuel Espinosa Sainos (1972 )
foto muro fb del autor
A distancia
Cubre mis pezones
con la saliva de tu ausencia,
lámelos una y otra vez,
quiero sentir en mi piel
el fruto de tu abandono,
vierte tu néctar en mi espalda,lámeme otra vez,
bésame bruscamente
con los labios de la soledad,
muerde mi boca desde allá
donde las piedras despiertan,
acarìciame todo,
hasta sangrar mi cuerpo,
hazme el amor
con toda la rudeza de la distancia.
("xochitlajtoli, poesía contemporánea en lenguas originarias de méxico", ed. círculo de poesía, 2019)
domingo, 13 de octubre de 2019
Uriel Martínez (1950 )
Lluvia
Si me pidieras música no dudaría
en ofrecerte la voz de María Bethânia
mientras la lluvia tupida, uniforme
se embroca en las prendas
que el vecino retira de las cuerdas
y moja su camisa azul.
Si me pidieras silencio mientras
escuchas las cortinas del cielo
reacomodarse sobre nubes apretadas,
no sé si me quedaría callado,
al tanto del agua que cae
en asfalto y patios.
Si me pidieras café humeante,
un tarro de té verde, una infusión
de manzanilla y miel, tres gotas
de limón en la palma de tu mano,
un colirio mientras la tarde
se vuelve noche, te diría que sí
y dejaría el cuaderno, el lápiz,
el aliento para después.
(Inédito)
sábado, 12 de octubre de 2019
Sixto Cabrera González (1974 )
Poema
Removemos la tierra
Como hormigas rojas
Que buscan
Entre recuerdos y páginas
Los versos perdidos
("xochitlajtoli, poesía contemporánea en lenguas originarias de méxico", ed. círculo de poesía, 2019)
Removemos la tierra
Como hormigas rojas
Que buscan
Entre recuerdos y páginas
Los versos perdidos
("xochitlajtoli, poesía contemporánea en lenguas originarias de méxico", ed. círculo de poesía, 2019)
viernes, 11 de octubre de 2019
Claribel Alegría (1924/2018 )
Carta a un desterrado
Mi querido Odiseo:
Ya no es posible más
esposo mío
que el tiempo pase y vuele
y no te cuente yo
de mi vida en Itaca.
Hace ya muchos años
que te fuiste
tu ausencia nos pesó
a tu hijo
y a mí.
Empezaron a cercarme
pretendientes
eran tantos
tan tenaces sus requiebros
que apiadándose un dios
de mi congoja
me aconsejó tejer
una tela sutil
interminable
que te sirviera a ti
como sudario.
Si llegaba a concluirla
tendría yo sin mora
que elegir un esposo.
Me cautivó la idea
que al levantarse el sol
me ponía a tejer
y destejía por la noche.
Así pasé tres años
pero ahora, Odiseo,
mi corazón suspira por un joven
tan bello como tú cuando eras mozo
tan hábil con el arco
y con la lanza.
Nuestra casa está en ruinas
y necesito un hombre
que la sepa regir
Telémaco es un niño todavía
y tu padre un anciano
preferible, Odiseo
que no vuelvas
los hombres son más débiles
no soportan la afrenta.
De mi amor hacia ti
no queda ni un rescoldo
Telémaco está bien
ni siquiera pregunta por su padre
es mejor para ti
que te demos por muerto.
Sé por los forasteros
de Calipso
y de Circe
aprovecha Odiseo
si eliges a Calipso
recuperarás la juventud
si es Circe la elegida
serás entre sus chanchos
el supremo.
Espero que esta carta
no te ofenda
no invoques a los dioses
será en vano
recuerda a Menelao
con Helena
por esa guerra loca
han perdido la vida
nuestros mejores hombres
y estás tú donde estás.
No vuelvas, Odiseo
te suplico.
Tu discreta Penélope.
("elhacedordesueños")
Mi querido Odiseo:
Ya no es posible más
esposo mío
que el tiempo pase y vuele
y no te cuente yo
de mi vida en Itaca.
Hace ya muchos años
que te fuiste
tu ausencia nos pesó
a tu hijo
y a mí.
Empezaron a cercarme
pretendientes
eran tantos
tan tenaces sus requiebros
que apiadándose un dios
de mi congoja
me aconsejó tejer
una tela sutil
interminable
que te sirviera a ti
como sudario.
Si llegaba a concluirla
tendría yo sin mora
que elegir un esposo.
Me cautivó la idea
que al levantarse el sol
me ponía a tejer
y destejía por la noche.
Así pasé tres años
pero ahora, Odiseo,
mi corazón suspira por un joven
tan bello como tú cuando eras mozo
tan hábil con el arco
y con la lanza.
Nuestra casa está en ruinas
y necesito un hombre
que la sepa regir
Telémaco es un niño todavía
y tu padre un anciano
preferible, Odiseo
que no vuelvas
los hombres son más débiles
no soportan la afrenta.
De mi amor hacia ti
no queda ni un rescoldo
Telémaco está bien
ni siquiera pregunta por su padre
es mejor para ti
que te demos por muerto.
Sé por los forasteros
de Calipso
y de Circe
aprovecha Odiseo
si eliges a Calipso
recuperarás la juventud
si es Circe la elegida
serás entre sus chanchos
el supremo.
Espero que esta carta
no te ofenda
no invoques a los dioses
será en vano
recuerda a Menelao
con Helena
por esa guerra loca
han perdido la vida
nuestros mejores hombres
y estás tú donde estás.
No vuelvas, Odiseo
te suplico.
Tu discreta Penélope.
("elhacedordesueños")
jueves, 10 de octubre de 2019
Juventino Gutiérrez Gómez (1985 )
El manjar
Leticia,
esta mañana los periódicos declaran
que ya no eres la mesera
más deseada por los altos ejecutivos de Sanborn`s
Eres el plato del día en un terreno baldío.
("xochitlajoli", poesía contemporánea en lenguas originarias de Mèxico, ed. círculo de poesía, Méx. 2019)
Leticia,
esta mañana los periódicos declaran
que ya no eres la mesera
más deseada por los altos ejecutivos de Sanborn`s
Eres el plato del día en un terreno baldío.
("xochitlajoli", poesía contemporánea en lenguas originarias de Mèxico, ed. círculo de poesía, Méx. 2019)
miércoles, 9 de octubre de 2019
Rómulo Bustos (1954 )
Poema de las pertenencias
A la hermana pertenecía el lado izquierdo
de la casa
Y las piedras pulidas que parecen soles
También eran suyos el color amarillo
Y la palabra alamud pronunciada suavemente,
los botones en forma de pequeños emperadores,
el santo y seña para entrar y salir de los espejos
(una vez quedó aprisionada en el espejo de la sala
y debió revelarme su secreto)
Eran míos
el fulgor de las nubes que anuncian la lluvia,
el juego de la peregrina, el palo yaya, las telas
crujientes como las alas de las grandes moscas,
la mitad de la palabra para abrir el día...
La otra mitad era de la hermana
Subíamos a la ventana bajo los trompeteros
y repetíamos: sayana, sayana
y la luz se asomaba como doblando una esquina
del mundo
A veces no despertábamos y desde el sueño
soñábamos sayana
Era entonces más brillante el cielo
Nunca nos preguntamos
a quién pertenecían los dados cargados
del tiempo
("arcadia")
A la hermana pertenecía el lado izquierdo
de la casa
Y las piedras pulidas que parecen soles
También eran suyos el color amarillo
Y la palabra alamud pronunciada suavemente,
los botones en forma de pequeños emperadores,
el santo y seña para entrar y salir de los espejos
(una vez quedó aprisionada en el espejo de la sala
y debió revelarme su secreto)
Eran míos
el fulgor de las nubes que anuncian la lluvia,
el juego de la peregrina, el palo yaya, las telas
crujientes como las alas de las grandes moscas,
la mitad de la palabra para abrir el día...
La otra mitad era de la hermana
Subíamos a la ventana bajo los trompeteros
y repetíamos: sayana, sayana
y la luz se asomaba como doblando una esquina
del mundo
A veces no despertábamos y desde el sueño
soñábamos sayana
Era entonces más brillante el cielo
Nunca nos preguntamos
a quién pertenecían los dados cargados
del tiempo
("arcadia")
martes, 8 de octubre de 2019
Efraín Huerta (1914/1982 )
Eres, amor, el brazo con heridas
Eres, amor, el brazo con heridas
y la pisada en falso sobre un cielo.
Eres el que se duerme, solitario,
en el pequeño bosque de mi pecho.
Eres, amor, la flor del falso nombre.
Eres el viejo llanto y la tristeza,
la soledad y el río de la virtud,
el brutal aletazo del insomnio
y el sacrificio de una noche ciega.
Eres, amor, la flor del falso nombre.
Eres un frágil nido, recinto de veneno,
despiadada piedad, ángel caído,
enlutado candor de adolescencia
que hubiese transcurrido como un sueño.
Eres, amor, la flor del falso nombre.
Eres lo que me mata, lo que ahoga
el pequeño ideal de ir viviendo.
Eres desesperanza, triste estatua
de polvo nada más, de envidia sorda.
Eres, amor, la flor del falso nombre.
("cómo cantaba mayo en la noche")
Eres, amor, el brazo con heridas
y la pisada en falso sobre un cielo.
Eres el que se duerme, solitario,
en el pequeño bosque de mi pecho.
Eres, amor, la flor del falso nombre.
Eres el viejo llanto y la tristeza,
la soledad y el río de la virtud,
el brutal aletazo del insomnio
y el sacrificio de una noche ciega.
Eres, amor, la flor del falso nombre.
Eres un frágil nido, recinto de veneno,
despiadada piedad, ángel caído,
enlutado candor de adolescencia
que hubiese transcurrido como un sueño.
Eres, amor, la flor del falso nombre.
Eres lo que me mata, lo que ahoga
el pequeño ideal de ir viviendo.
Eres desesperanza, triste estatua
de polvo nada más, de envidia sorda.
Eres, amor, la flor del falso nombre.
("cómo cantaba mayo en la noche")
lunes, 7 de octubre de 2019
Álvaro Luquín (1984 )
No encuentro a mi mamá
¿Qué pasó entre nosotros, madre,
aquel funesto 11 de septiembre?
Nos debatíamos entre torres y aviones
mientras llenaban de sensores mi pecho.
Por qué no escapé de aquel dealer
que usó mi ingenuidad
y mi obsesión por el Acid House.
Si mal no recuerdo, el cardiólogo
dijo, en tono melancólico: tu cuerpo
no aguanta una línea más.
Lloramos. No. Tú lloraste.
Y antes de irnos le pregunté…
Me dijo que sí. Que fue culpa del gobierno.
Una excusa para la guerra.
("carruaje de pájaros")
domingo, 6 de octubre de 2019
Mario Santiago Papasquiaro (1953/1998 )
foto google
Tatuaje
Mi poesía es mi semilla obsesiva
la sandía parpadeante con que me baño & me muerdo
mi orquesta-adnauseam de niños perdidos
la radio-naranja de mis transmisiones más ácidas
Vista yo como pollo sin patas
o jarro de barro con frijoles acedos
Mueva yo mis pulmones cual alfiles o torres
o a puras burbujas de camaralenta
desde la golden catatonia / desde el clorofórmico estatus
a la manera del jazz de Coltrane
me desentierre & salpique
Mi poesía es mi sonrisa
mi lujuria / mi gula
mi galáctico estilo de vagabundear sin 1 quinto
mi engrapado pasito
mi catapulta proteica de extraño sabor & mejor condimento
el puente de instantes & besos
que elijo & elijo / como veneno & escudo
el lote baldío donde a silbidos de humo
prendidísimo a mi plumaje / a mis garras
atentísimo sólo a mi propio almuerzo desnudo
a la ½ de 1 pesadilla
en el cuarto oscuro de 1 pildorita con alas
en menos de lo que chilla 1 relámpago
con sólo hacerme ven ven con tu dedo
caminando muy en ti
vas a encontrarme
vas a encontrarme
("revistaaltazor")
sábado, 5 de octubre de 2019
Elvio Romero (1926/2004 )
Así es ella, me dije
Así es ella, me dije; es la alegría
remota y honda que de pronto llega
a despejar el nudo que se debe
desanudar en la penumbra inquieta.
Noche y albor, me dije,
todo llegó a mi corazón por ella;
llegó el sabor oculto del deseo,
el presagio de ardor que en mí resuena.
Es mi cuerpo, me dije,
reconociendo su esplendor en ella,
el bosque entero de mi sangre, el pulso
y el latido secreto de su fuerza.
La imagen que conservo
de las verdes raíces de mi tierra;
ella es el tiempo mío, el del verano
en el regazo inmóvil de la siesta.
Así mismo, me dije,
es su fulgor herido en la belleza,
ella es el largo trecho recorrido
surtiéndose de entraña y sementera.
Así mismo, me dije,
callado abrigo que abrigó mis huellas,
el justo sueño que escogí en la lucha,
la libertad por la que canto es ella!
("blogpoemas")
Así es ella, me dije; es la alegría
remota y honda que de pronto llega
a despejar el nudo que se debe
desanudar en la penumbra inquieta.
Noche y albor, me dije,
todo llegó a mi corazón por ella;
llegó el sabor oculto del deseo,
el presagio de ardor que en mí resuena.
Es mi cuerpo, me dije,
reconociendo su esplendor en ella,
el bosque entero de mi sangre, el pulso
y el latido secreto de su fuerza.
La imagen que conservo
de las verdes raíces de mi tierra;
ella es el tiempo mío, el del verano
en el regazo inmóvil de la siesta.
Así mismo, me dije,
es su fulgor herido en la belleza,
ella es el largo trecho recorrido
surtiéndose de entraña y sementera.
Así mismo, me dije,
callado abrigo que abrigó mis huellas,
el justo sueño que escogí en la lucha,
la libertad por la que canto es ella!
("blogpoemas")
viernes, 4 de octubre de 2019
Homero Pumarol (1971 )
Soy otro poeta
No me visita la Diosa poesía,
después de haber jugado en mi cama tantos años,
bajo juramento mi soledad le ha confesado:
“El poeta ya no se hace daño”.
La maldita no soporta verme sobrio,
dobla mis espejos, desdobla mis sueños,
un millón de palabras suenan, suenan, suenan...
hasta que mi serenidad levanta su tormento.
No entiende que soy otro poeta,
ya no quemo mi cerebro a metaforazos,
disfruto más el fuego de cada palabra
y prefiero la templanza al azur maldito.
Como si nunca hubiera masticado vidrio,
tragando millones de palabras por segundo,
ahora puedo crear sin límites,
respiro cada vez mejor, respiro cada vez más libre.
("omni-bus")
No me visita la Diosa poesía,
después de haber jugado en mi cama tantos años,
bajo juramento mi soledad le ha confesado:
“El poeta ya no se hace daño”.
La maldita no soporta verme sobrio,
dobla mis espejos, desdobla mis sueños,
un millón de palabras suenan, suenan, suenan...
hasta que mi serenidad levanta su tormento.
No entiende que soy otro poeta,
ya no quemo mi cerebro a metaforazos,
disfruto más el fuego de cada palabra
y prefiero la templanza al azur maldito.
Como si nunca hubiera masticado vidrio,
tragando millones de palabras por segundo,
ahora puedo crear sin límites,
respiro cada vez mejor, respiro cada vez más libre.
("omni-bus")
jueves, 3 de octubre de 2019
Natacha Batlle (1984 )
Las sombras se han bebido mis palabras
Puedo escuchar los pasos de la brisa
aplastando tus huesos
hay labios y labios que parten tu espalda
crean fisuras para adentrarnos al infierno.
Enfermo
y hueso sobre hueso
las alas se deforman en un charco de luces
que es este agujero
donde mi lengua perfora los faros dormidos.
Ya no hay rincones
las sombras huyen por tus venas
devorando piedras
abriendo cortinas de carne
respirando cada hebra de cabello
copulando con tu miedo
embistiendo la furia para crear el alba.
Las sombras se han bebido mis palabras
han estrujado mis calles
me han perdido sobre la hoja
que es esta cama desnuda
donde los brazos
son ramas partidas por la prisa de las gotas
espejos que desnudan el miedo
y vamos a bebernos
vamos a tomarnos
cuando la luz sea una ola
que nos rompa por dentro.
("mula blanca")
Puedo escuchar los pasos de la brisa
aplastando tus huesos
hay labios y labios que parten tu espalda
crean fisuras para adentrarnos al infierno.
Enfermo
y hueso sobre hueso
las alas se deforman en un charco de luces
que es este agujero
donde mi lengua perfora los faros dormidos.
Ya no hay rincones
las sombras huyen por tus venas
devorando piedras
abriendo cortinas de carne
respirando cada hebra de cabello
copulando con tu miedo
embistiendo la furia para crear el alba.
Las sombras se han bebido mis palabras
han estrujado mis calles
me han perdido sobre la hoja
que es esta cama desnuda
donde los brazos
son ramas partidas por la prisa de las gotas
espejos que desnudan el miedo
y vamos a bebernos
vamos a tomarnos
cuando la luz sea una ola
que nos rompa por dentro.
("mula blanca")
miércoles, 2 de octubre de 2019
Vicente Gerbasi (1913/1992 )
Mi padre, el inmigrante
V
A veces caigo en mí, como viniendo de ti,
y me recojo en una tristeza inmóvil,
como una bandera que ha olvidado el viento.
Por mis sentidos pasan ángeles del crepúsculo
y lentos me aprisionan los círculos nocturnos.
Venimos de la noche y hacia la noche vamos.
Escucha. Yo te llamo desde un reloj de piedra,
donde caen las sombras, donde el silencio cae.
(editora gobierno del estado de veracruz-llave, méx., 2000)
V
A veces caigo en mí, como viniendo de ti,
y me recojo en una tristeza inmóvil,
como una bandera que ha olvidado el viento.
Por mis sentidos pasan ángeles del crepúsculo
y lentos me aprisionan los círculos nocturnos.
Venimos de la noche y hacia la noche vamos.
Escucha. Yo te llamo desde un reloj de piedra,
donde caen las sombras, donde el silencio cae.
(editora gobierno del estado de veracruz-llave, méx., 2000)
martes, 1 de octubre de 2019
Eleonora Finkelstein (1960 )
La hermana
¿Alguien quiere que le cuente de mí,
que le diga mi secreto de sangre y hematomas?
Quiero mostrarles cómo me buscaba el hueso.
Cómo no podía flexionar los codos sin gritar.
Y los colores eran tan reales:
rojo señal, azul y verde silvestre
como un monte de naranjas siciliano.
Era como Electra:
llevaba mi saco de basura con dignidad.
Un cortejo de moscas me seguía.
Benditas sean.
No iba a buscar el fuego como los perros.
Iba a arrojar cenizas a la cara del dios.
Al fin, es cierto, lo que somos
se lo debemos a la muerte.
No es menos verdadero que la deuda
se paga con creces, pero aprendí
a no cultivar tanto mi propia tragedia.
Hermano mío, ahora estoy tan fresca,
tengo los brazos suaves y ondulados, incluso verdes,
artificiales, como un campo de golf.
("omni-bus")
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