jueves, 30 de junio de 2016

Raúl Gómez Jattin (1945/1997 )





Se asoma a la puerta...


Se asoma a la puerta de su casa y ve pasar veloz
al teniente de policía:
Tiene cara de perro negro con ojos de fuego
Le parece que huele a semen quemado
El teniente le grita: "Soy el diablo"
Lleno de pánico cierra la puerta
¿Y si el diablo volviera? ¿Qué haría?

Aparece la sirvienta sonriendo
Tiene un rabo  terminado en saeta
"Don" dice coquetamente "¿No quiere desayunar?"
Los brujos blancos susurran:
"No debes comer. Todo está envenenado
No debes acostarte ni dormir
Si te acuestas tu columna vertebral se resquebrajará
Si te duermes te llevará el diablo"


("amanecer en el valle del sinú", ed. fce-bogotá, 2005, 2a. reimpresión)

miércoles, 29 de junio de 2016

Luis Alberto de Cuenca (1950 )

Cuando vivías en La Castellana



Cuando vivías en la Castellana
usabas un perfume tan amargo
que mis manos sufrían al rozarte
y se me ahogaban de melancolía.
Si íbamos a cenar, o si las gordas
daban alguna fiesta, tu perfume
lo echaba a perder todo. No sé dónde
compraste aquel extracto de tragedia,
aquel ácido aroma de martirio.
Lo que sé es que lo huelo todavía
cuando paseo por la Castellana
muerto de amor, junto al antiguo hipódromo,
y me sigue matando su veneno.


("rua das petras")

martes, 28 de junio de 2016

Luis Alberto de Cuenca (1950 )

Collige, virgo, rosas



Niña, arranca las rosas, no esperes a mañana.
Córtalas a destajo, desaforadamente,
sin pararte a pensar si son malas o buenas.
Que no quede ni una. Púlete los rosales
que encuentres a tu paso y deja las espinas
para tus compañeras de colegio. Disfruta
de la luz y del oro mientras puedas y rinde
tu belleza a ese dios rechoncho y melancólico
que va por los jardines instilando veneno.
Goza labios y lengua, machácate de gusto
con quien se deje y no permitas que el otoño
te pille con la piel reseca y sin un hombre
(por lo menos) comiéndote las hechuras del alma.

Y que la negra muerte te quite lo bailado.


("al pial de la palabra")

lunes, 27 de junio de 2016

Horacio Castillo (1934/2010 )


Tren de ganado



Somos inocentes, gritábamos desde los trenes.
¿Era de noche o de día? ¿Estábamos vivos o muertos?
Asomados por el tragaluz mirábamos la inmensa llanura.
De pronto un mugido nos traía el recuerdo de Ifigenia
y volviéndonos hacia nuestros hijos los apretábamos contra el pecho.
¿Qué es aquello? El sol. ¿Qué es aquello? Una nube.
Habíamos olvidado el color del mar, el olor de la lluvia.
Los que sabían de estrellas habían olvidado sus nombres
y les dábamos los nombres de nuestros hijos para orientarnos al regreso.
¿Qué es aquello? Un árbol. ¿Qué es aquello? Un río.
Y un canto gregoriano se elevaba a nuestro alrededor,
hablaba por todos los destinados al sacrificio.
Somos inocentes, gritábamos desde los trenes.
¿Era de noche o de día? ¿Estábamos vivos o muertos?
La leche se había agriado en los pechos de las madres,
peinábamos nuestro cabello y se convertía en ceniza.
¿Qué es aquello? Un pájaro. ¿Qué es aquello? Una piedra.
Y bajando la cabeza ocultábamos nuestro rubor,
cortábamos en silencio las uñas de los muertos.
Somos inocentes, gritábamos desde los trenes.
¿Era de noche o de día? ¿Estábamos vivos o muertos?
Bebíamos al atardecer el vino de los ciegos,
soñábamos todavía con un bosque de orquídeas.
¿Qué es aquello? Arena. ¿Qué es aquello? Niebla.
Y la vida escapaba como un murciélago entre las sombras
y nos dormíamos con una inusitada mansedumbre en la mirada.
Después nuestros ojos se volvieron como los ojos de las estatuas,
miramos nuestras manos y había desaparecido la línea de la vida,
y desde la estiba se elevó el ronco yambo
gimiendo por ti, por mí, por todos nuestros compañeros.
Sólo quedaron detrás nuestro líneas etruscas,
cantos de cera navegando hacia el sol,
y a nuestro lado siempre tú, piadoso coro,
tú, alma mía, vaca coronada de nardos y violetas.


("eterna cadencia.blogspot")

domingo, 26 de junio de 2016

William Ospina (1954 )

En las mesetas del Vaupés


Qué son las canoas sino los árboles cansados de estar quietos.
Qué son los postes de colores sino los árboles hundiendo sus raíces en el cielo.
Qué son los puentes colgantes sino los árboles jugando con el vértigo.
Qué son las alegres fogatas sino los árboles contando su último secreto.

Follaje de las ondas que va quedando atrás con el golpe del remo,
Follaje de sonidos que en torno de los postes enardece al guerrero,
Follaje de invisibles caminos que comienza en el confín del puente,
Follaje de humaredas que ascienden en desorden entre las titilantes orquídeas.

Con granadillo hice el bastón para espantar a los malos espíritus.
Con la madera del caobo hice las cuentas de un collar para tu pecho oscuro.
Con fruto seco del tekika hice la copa en la que le ofreciste el agua.

Con la madera del laurel hice esta flecha.


("marcelo leites")

sábado, 25 de junio de 2016

Raúl Gómez Jattin (1945/1997 )

Pequeña elegía


Ya para qué seguir siendo árbol
Si el verano de dos años
Me arrancó las hojas y las flores
Ya para qué seguir siendo árbol
Si el viento no canta en mi follaje
Si mis pájaros migraron a otros lugares
Ya para qué seguir siendo árbol
Sin habitantes
A no ser esos ahorcados que penden
De mis ramas

Como frutas podridas en otoño.


("grandes poetas famosos")

jueves, 23 de junio de 2016

José Manuel Arango (1937/2002 )

El padre


A veces
veo en mis manos las manos
de mi padre y mi voz
es la suya
un oscuro terror
me toca
quizá en la noche
sueño sus sueños
y la fría furia
y el recuerdo de lugares no vistos
son él, repitiéndose
soy él, que vuelve
cara detenida de mi padre

bajo la piel, sobre los huesos de mi cara


(muro de hernán vargascarreño)

miércoles, 22 de junio de 2016

Raymond Carver (1938/1988 )

Mi cuervo


Un cuervo voló hasta el árbol del exterior de mi ventana.
No era el cuervo de Ted Hughes, ni el cuervo de Galway,
ni el cuervo de Frost, Pasternak, o Lorca.
Ni uno de los cuervos de Homero, harto de sangre
después de la batalla. Era sólo un cuervo.
Que jamás encajó en parte alguna,
ni hizo nada digno de mención.
Estuvo posado allí en la rama durante unos cuantos minutos.
Luego alzó el vuelo y desapareció bellamente

de mi vida.


("marcelo leites", trad. mariano antolín rato)

Jacobo Rauskin (1941 )

La perseguida


La corrían las horas, la apartaban
poco a poco de las estrellas, de la luna,
mientras el cielo nos iba entrando por los ojos
y el mar dejaba lágrimas de sirena en una roca,
mientras el amor nos desnudaba un sentimiento
del que nada sabíamos ni sabremos jamás.
Entonces, refugiada en nosotros,
la noche perseguida encendía un fuego.


("el sueño derramado", ed. un, xalapa, ver., méxico, 2015)

martes, 21 de junio de 2016

Raúl Gómez Jattin (1945/1997 )

El que no entendió nunca


Fuiste un testigo indolente
Ni comprendiste
Ni ayudaste a la víctima.

Fuiste un cómplice de la perfidia y la ignorancia
Tácitamente aceptaste
Que aquel hombre no valía la pena.

Cuando lo llevaban al matadero
Estabas cerca de él
Y sólo miradas de rencor le prodigaste.

Cuando te preguntaron
Si aquel amigo que aparecía en sus poemas eras tú
Lo negaste airado.

Hoy que vives entre cosas cotidianas,
¿Te olvidas de aquella época ilustre

Cuando a tus pies tuviste la poesía?


("grandes poetas famosos")

Raúl Gómez Jattin (1945/1997 )

Intentas sonreír


Intentas sonreír
Y un soplo amargo asoma
Quieres decir amor y dices lejos
Ternura y aparecen dientes
Cansancio y saltan los tendones
Alguien dentro del pecho erige
Soledades
Clavos
Engaños
Fosos.

Alguien
Hermano de tu muerte
Te arrebata, te apresa, te desquicia,
Y tú, indefenso,

Estas cartas le escribes.


("grandes poetas famosos")

lunes, 20 de junio de 2016

Carlos López Degregori (1952 )

La cita


Mañana se cumplirá otro año y no la encontrarás.
No acudirá puntual a esta plaza-de-lima vestida
              de astillas multicolores y de trapos.
Preguntarás por ella inútilmente. Nada sabrán
              los niños, los vendedores de plomo           estrellas
              amuletos, los mendigos, el mono
              y el palo verde de la suerte del organillero.

La buscarás en 1994 en la luz rosada de las cárceles,
              en los camales, en los fantasmas y olores
                de cada dormitorio.
Enviarás miles de cartas.
Llamarás con una lengua marchita a todos
              los teléfonos.

Pasará 1995
y nadie te habrá visto.
Ninguno recordará tu nombre, las marcas terribles
              o perfectas de tu rostro,
si te parecías a una santa,
a una corza,
a un rabel,
si volabas gallinazos.
Y nadie podrá ya decir si cuando reías se incendiaba
              una vara de membrillo, si eras hermosa
              o jorobada.

Llegará 1996 con un perro baldado.

Aparecerá un nuevo cometa en 1997 y despertarán
              en sí pared los edificios.

En 1998 nacerán flores siamesas.

Y cuando termine 1999 y sólo llueva querosene
              acudirás puntual
              a esta plaza-de-lima otra vez
y entonces puede que la encuentres


pero ya será tarde.


(en la nube)

domingo, 19 de junio de 2016

Uriel Martínez (1950 )

El forastero


De pronto, como de repente
llegan los recuerdos, apareció
como aparece la luna
en la maraña de nubes,
como el viento que levanta pelo,
ojos, cortinas y golpea puertas.
Le ofrecí asiento como se invita
agua al forastero, le quité
zapatos como se extiende
el tapete de noche al cansancio.
Le tendí el aceite de esencias
que anestesian, propio de
tendones, clavículas y bíceps
lastimados en orillas.
Antes de irse me recordó su nombre,
había olvidado el mío, la hora,
el lugar, yo no olvidé el sitio
de reposo. Retiraré de ahí cerca,
colindante con el fuego, la planta
de púas que abraza noches.


[Inédito]

sábado, 18 de junio de 2016

Westonia Murray (1938 )

Poema


Fue en otra época
El pequeño Brian
Mi niño Mi atolondrado de 17
Recibí el semen
Su vergüenza virgen Su sonrisa
Saboreé una vez
En esta vida
(Que no lo sepa Jacqueline)
La arcilla primera

Con que se hacen los hombres


("hasta donde llega la voz", versión tom maver.)

viernes, 17 de junio de 2016

Vasko Popa (1922/1991 )

La aventura del guijarro


Lo aburrió el círculo
El círculo perfecto en su torno
Se detuvo

Le pesaba su carga
Su propia carga
La dejó caer

Dura le era la piedra
La piedra de la que fue creado
La abandonó

Todo le era estrecho en sí mismo
Al cuerpo natal
Emergió

Se ocultó de sí mismo
Se ocultó en su sombra


("poesía", ed. calamus-fce, méxico, 2012, trad. juan octavio prenz, prólogo charles simic, 1979)

jueves, 16 de junio de 2016

Eugenio Montejo (1938/2008 )

Provisorio epitafio


No me despido en una piedra
ilegible a la sombra del musgo
-voy a nacer en otra parte.

Es provisorio mi epitafio,
quedan líneas en blanco
que alguien podrá llenar más tarde;
son cifras de otra vida, no de muerte,
son una partida futura
de nacimiento.

Ignoro adónde voy,
de qué planeta seré huésped,
a partir de cuál forma de materia
-carbón, sílex, titanio-
me explicaré después por aerolitos,
hablaré desde el agua.

No digo adiós en una piedra,
provisoriamente la dejo desnuda.
Lo que nadie imagina es lo más práctico.


("alfabeto del mundo", fce, méxico, col. tierra firme, 2005)

miércoles, 15 de junio de 2016

Charles Simic (1938 )

El diccionario


Tal vez haya alguna palabra
que describa el mundo como hoy,
una palabra como la luz temprana
que se deleita en apartar la oscuridad
de los escaparates y los portales.
Y otra palabra para cuando se detiene
sobre unas gafas de alambre
que alguien perdió en la acera
la noche pasada, tambaleándose a ciegas

hablando consigo mismo o rompiendo a cantar.




La fugitiva


El nombre de una muchacha que amé
salió volando de la punta de mi lengua
en medio de la calle,
como una mosca amaestrada
guardada por un loco en una caja de cerillas—
¡Ya no está!
Dejando mi boca abierta
de par en par

de modo que cualquiera que pasase pueda verla.


("arquitrave", no.63, versión mario lapera)

martes, 14 de junio de 2016

Philip Larkin (1922/1985 )

Viento de bodas


El viento sopló con fuerza el día de mi casamiento,
y mi noche de bodas, fue la noche del viento
              de su desatada violencia;
el viento que golpeaba ruidosamente la puerta del establo,
y él tuvo que levantarse para ir a cerrarla,
dejándome, atontada, a la luz de las velas,
a solas con los sonidos de la lluvia,
observando mi rostro en el candelabro retorcido,
sin ver, a mi pesar, nada.
Cuando regresó al lecho comentó que los caballos
estaban inquietos, yo sentí tristeza al pensar
que en una noche como ésta a hombre o a bestia, cualquiera,
les faltara la felicidad que me poseía.
             Ahora a plena luz
del día bajo  el sol, todo se ve revuelto por el viento.
Él ha ido a recorrer las tierras inundadas
y  yo llevo un balde abollado al gallinero,
apoyándolo en el suelo miro a mi alrededor.
Todo es viento que penetra los árboles,  sacude  las nubes
levanta mi delantal y agita la ropa tendida.
¿Puedo soportar este viento que encarna mi felicidad,
arrastra mis actos uno tras otros, como el hilo a las cuentas de un collar?
¿Me será permitido dormir ahora que la perpetua mañana
                                                             comparte mi lecho?
¿Podrá la muerte secar estos charcos recién formados
concluir nuestra adoración, al igual que la del ganado, arrodillándose,

para beber de las aguas todo-generosas?


("al pial de la palabra", versión esteban moore y p. ogan rivadavia)

lunes, 13 de junio de 2016

César Moro (1903/1956 )

El fuego y la poesía


V

Verte los días el agua lenta
Una cabellera la arena de oro
Un volcán regresa a su origen
Verte si cuento las horas
La espalda del tiempo divinamente llagada
Un ánfora desnuda hiende el agua
El rocío guarda tu cuerpo
En lo recóndito de una montaña mágica
Cubierta de zapatos de muñeca y de tarjetas de visita de los dioses
Armodio Nerón Calígula Agripina Luis II de Baviera
Antonio Cretina César
Tu nombre aparece intermitente
Sobre un inmenso ombligo de panadería
A veces ocupa el horizonte
A veces puebla el cielo en forma de minúsculas abejas
Siempre pudo leerlo en todas direcciones
Cuando se agranda y se complica de todas las palabras que lo siguen
O cuando no es sino un enorme pedazo de lumbre
O el paso furtivo de las bestias del bosque
O una araña que se descuelga lentamente sobre mi cabeza

O el alfabeto enfurecido


("life vest under your seat")

domingo, 12 de junio de 2016

Efrén Hernández (1904/1958 )

En vano el anhelar...


En vano el anhelar abre sus fuentes
y echa a volar sus aves inseguras;
aquel colmado edén, val de hermosuras,
sol de música y luz, porque impacientes
vamos con larga sed palpitando a oscuras,
ya la verdad, oh alma, que presientes,
o ilusión nada más con que nos curas,
más los miro las noches más oscuras,
más los oigo las noches más silentes.
Allá cuando hasta el mismo pensamiento
de su angustiosa empresa se retira,
cuando aún las horas dan su movimiento
al descanso, y el tiempo ya no gira,
y el pecho se serena y, sin aliento,
no aspira ya ni al aire que respira.


("obras", fce, col. letras mexicanas, méx., 1987, 1a. reimpresión)

sábado, 11 de junio de 2016

Uriel Martínez (1950 )

El desierto


Te dije baba de durazno
para que la boca se hiciese
agua;  y se hizo.
Te dije pencas de maguey
en el pelo; y la cabeza
fue coronada.
Te dije calor de albatros
y el cascarón reventó;
y cayeron.
Te dije sonido de corales
en el bajo profundo, emergió
luego el mástil.
Me dijiste guarda silencio
porque vienen nubes;
y lo hice, sí, lo hice.

Luego el desierto fue.


[Inédito]

viernes, 10 de junio de 2016

Luis Chaves (1969 )

Wyoming



Falta el inicio
pero es lo de menos:
huele a gas y una tarde
por la ventana del bus
el rótulo de gaseosa Goliat.

Inquieto en el cielo raso,
el reflejo del reloj.

Las faldas dentro del calzoncillo,
la constelación de hormigas
suspendidas dentro de la botella de miel.

Hasta aquí va todo bien,
ahora la parte difícil
viene la fuerza de gravedad,
el adormecimiento.

Algo es seguro:
sopla un viento helado
en, digamos, Bahía Blanca.
Mudo el manto de escarcha
sobre la tierra plana de Wyoming.


("otra iglesia es imposible")

jueves, 9 de junio de 2016

John Kinsella (1963 )

En la coloración críptica de los mataderos desiertos



El hedor pasajero de la carne calcinada
colándose por entre
las ventanas entreabiertas – una barbacoa
en el jardín tras el seto.

Te imagino nadando
en Coogee, en mi viaje
por el ojo de la Avenida de la Playa
cegado por el tajo metálico
de los reflejos del mar,
recobrando mi visión
al enfocar
la críptica coloración
de los mataderos desiertos.


("otra iglesia es imposible", trad. fernando herrera)

miércoles, 8 de junio de 2016

Galway Kinnell (1927/2014 )

Últimas canciones 


I

¿Qué cantan los últimos pájaros
que descienden planeando en el crepúsculo
sobrevolando
bosques oscuros, y cuyas
alas inclinadas
se cierran sobre el mundo como los brazos de un amante
que dan forma, noche a noche, en sueños,

a una ausencia irremediable?


("otra iglesia es imposible", versión jonio gonzález)

martes, 7 de junio de 2016

Fernando Valverde (1980 )

Un lobo



Dentro de este poema pasa un lobo
que deja sus pisadas en la nieve.
Sigiloso y hambriento,
recorre una ciudad
que miró confiada hacia el futuro.
Hoy han bajado todas las persianas.
Es tarde,
trato de no hacer ruido
y que avancen los versos como pasan los días
para que el lobo escoja
un camino que lleve a otro lugar,
una presa más débil.
Pero en este poema espera un lobo
que ha venido a buscarme.
Aunque intente estar quieto y no hacer ruido
salta por las palabras un recuerdo

que me arranca un aullido y me devora.


("rua das petras")

lunes, 6 de junio de 2016

Ciaran Carson (1948 )

Belfast confetti


De repente, mientras la manifestación avanzaba, llovían signos de exclamación,
Tuercas, cerrojos, clavos, llaves de coche. Una fuente de símbolos
/rotos. Y la explosión
Misma -un asterisco en el mapa. Esta línea separada por guiones,
/un estallido de fuego rápido...
Estaba intentando completar una frase en mi cabeza,
/pero seguía tartamudeando,
Todos los callejones y calles secundarias bloqueadas
/con puntos y puntos y comas.
Conozco este laberinto tan bien -las calles Balaclava, Raglan, Inkerman, Odessa-
¿Por qué no puedo escapar? Cada movimiento tiene su puntuación. La calle Crimea.
Sin salida otra vez.
Armas, verjas. Máscaras anti-disturbios. Walkie-talkies. ¿Cómo
Me llamo? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? Una
Descarga de signos de interrogación


("otra iglesia es imposible",trad. josé maría del águila gómez)

domingo, 5 de junio de 2016

Uriel Martínez (1950 )

Caeiro & Co.


quise abrazar a Pessoa
pero era De Campos
quien venía a mi
encuentro

quise invitar a casa
a Reis pero era Fernando
quien llegaba sin
encontrarme

quise acomodar el pelo
ralo y desgreñado en
el espejo distante de
Bernardo pero sin acomodo

ya de noche, resfriado
y con desaliento en puerta,
cama y sueños, reposé
en destellos de aurora

ya dormido, como el ovejero
de rebaños muertos, nadie
vino a mi encuentro.
Guardé luego mis apuntes.


sábado, 4 de junio de 2016

Néstor Perlongher (1949/1992 )

El palacio del cine


Hay algo de nupcial en ese olor
o racimo de bolas calcinadas
por una luz que se drapea
entre las dunas de las mejillas
el lechoso cairel de las ojeras
que festonean los volados
rumbo al olor del bao, al paraíso
del olor, que pringa
las pantallas donde las cintas
indiferentes rielan
guerras marinas y nupciales.

Los escozores de la franela
sobre el zapato de pájaro pinto
dan paso al anhelar o pegan toques
de luna creciente o frialdad
en el torcido respaldar
que disimula el brinco
tras un aro de fumo
y baban carreteles de goma
que dejan resbaloso el rayo
del mirador entretenido en otra cosa.

Aleve como la campanilla del lucero
el iluminador los despabila
y reparte polveras de esmirna
en el salitre de las botamangas
y en el rouge de las gasas
que destrenzan las bocas
esparciendo un cloqueo diminuto
de pez espada atrapado en la pecera
o de manatí vuelto sirena
para reconocerlos.

Pero apenas los prende de plata
se aja el rayón y los sonámbulos
encadenan a verjas de fierro
para recuperar la sombra o el remanso
del cuerpo derramado como yedra
las palanganas de esmerilo, el caucho
que flota en la redoma
donde se peinan, tallarinesco o anguiloso, el pubis
con un cedazo de humedad.

Y el sexo de las perras
arroja tarascones lascivos
a las tibias de los que acezan
hurtarse del lamé que lame el brin
de marinero que fumando
ve mirar la pantalla
donde los ojos pasan otra cinta
y entretenido en otro lado
mezclaba las patas a la ojera
carnosa, que acurrucada en el follaje
folla o despoja al pájaro de nombres


("medusario, muestra de poesía latinoamericana", fce, méxico, 1996)

viernes, 3 de junio de 2016

Marianne Moore (1887/1972 )

A una aplanadora

La ilustración
no es nada para ti sin la aplicación.
Te falta la mitad del sentido. Aplastas todas las partículas
en apretada conformidad, y vas y vienes sobre ellas.

Las centelleantes astillas de piedra
son aplastadas hasta el nivel del bloque original.
Si no fuera "el juicio impersonal en materia
estética una imposibilidad metafísica", tú

podrías limpiamente alcanzarlo.
En cuanto a las mariposas, apenas concibo
la atención de una sobre ti, pero interrogar
la congruencia del complemento es vano, si es que existe.


("otra iglesia es imposible", versión j. aulicino)

jueves, 2 de junio de 2016

Eugenio Montejo (1938/2008 )

                                                                                 

                                                                         



Madonas


En las madonas serenísimas
cuántos sueños regresan de pinceles antiguos,
cuántas Italias.
El paganismo de las cosas y los cuerpos,
las lentas nubes del deseo
tatuadas en el aire.
No quiero verlas: sé que están muertas aunque rían,
aunque susurren detrás de un abanico
de antiguos pavorreales.
No puedo abrir mis ojos al azul
sin ver la peste,
el terror del invierno en las casas sin leña,
las gripes de Tiziano.
Busco en la calle otras madonas vivas,
otras Italias.
Aunque no queden remos en los puentes
ni palacios circuidos de canales,
quiero mirar la luz en los cuerpos que pasan,
quiero hablarles;
la bellezamás pura es existir,
estar aquí en la tierra con el sol en las manos,
el sueño es un color más inmortal
pero no basta.


("alfabeto del mundo", fce, méxico, 2005, 2a. ed.)

miércoles, 1 de junio de 2016

Joan Margarit (1938 )

Querer es un lugar


Sentado en un tren miro el paisaje
y de pronto, fugaz, pasa una viña
que es el relámpago de alguna verdad.
Sería un error bajar del tren
porque entonces la viña desaparecería.
Querer es un lugar, y siempre hay algo
que me lo revela: una azotea lejana,
la calle vacía de un director de orquesta,
con una rosa apenas, y los músicos tocando solos.
Tu cuarto al romper el día.
Por supuesto, el canto de aquellos pájaros
en el cementerio, una mañana de junio.
Querer es un lugar.
Perdura en el fondo de todo: de allí venimos.

Lugar donde la vida va quedando.


("life vest under your seat")