Los responsables del servicio secreto se han esforzado por transmitir la impresión de que el escándalo de prostitución de Colombia era un caso aislado. Pero esa versión no concuerda con el hallazgo del periodista Chris Halsne, que asegura que los agentes estadounidenses pagaron también por los servicios de unas prostitutas en los prolegómenos del viaje del presidente Obama a El Salvador en marzo de 2011.
El reportero dice que su fuente es un contratista del Gobierno que le insinuó la historia hace unos meses y que sólo ahora se ha decidido a dar detalles sobre su acusación. El testigo asegura que entró con una docena de agentes y militares en un club de strip-tease de San Salvador unos días antes de la llegada del presidente. La mayoría estaban borrachos y visitaron una zona VIP donde recibieron favores sexuales a cambio de dinero en efectivo.
La fuente asegura que les dijo a los agentes que era "una idea muy mala" llevarse a las strippers a su habitación. Pero dice que muchos le dijeron que hacían esto "todo el tiempo" y que no tenían "por qué preocuparse". El testigo dice que al menos dos agentes tenían acompañantes femeninas en su habitación. Aunque no está del todo claro si se trataba de las mujeres del club.
Chris Halsne trabaja como reportero para una televisión de Seattle y asegura que se enteró del escándalo mientras estaba trabajando en otra historia. Dice que corroboró el testimonio de su fuente hablando con el dueño del local, que le confirmó que los agentes estuvieron en su club justo antes de la llegada de Obama. El propietario recuerda que les honraron con su presencia durante tres noches consecutivas y explica que no fue una sorpresa porque el club es un lugar de encuentro habitual para los agentes de la DEA y el FBI y para el personal de la embajada estadounidense.
El dueño del club asegura que todas sus empleadas son mayores de edad y que tienen prohibido prostituirse dentro del local aunque son libres de hacer lo que quieran fuera de él.
Una práctica común
Un portavoz oficial dijo este jueves que el servicio secreto estaba intentando confirmar la veracidad de la historia. De ser cierta, el incidente habría ocurrido en los prolegómenos de la gira iberoamericana de Obama, que le llevó a visitar Brasil, Chile y El Salvador. En el país centroamericano le acompañaron su esposa Michelle y sus hijas Sasha y Malia. El presidente se entrevistó con su colega Mauricio Funes, anunció ayudas para potenciar la lucha contra el narcotráfico y visitó la tumba de monseñor Romero.
Este jueves el diario 'Washington Post' publica una historia en la que una fuente anónima explica que las prostitutas son una constante en los viajes de los agentes del servicio secreto. Una versión que concuerda con las impresiones de varios periodistas y que desmienten las palabras de la secretaria de Interior, Janet Napolitano, que aseguró este miércoles en el Capitolio que lo que había ocurrido en Colombia no era más que un incidente aislado.
Nueve agentes del servicio secreto se han jubilado o han sido expulsados desde que explotó el escándalo de Cartagena de Indias y seis soldados, dos marines, dos oficiales navales y un miembro de la Fuerza Aérea esperan el veredicto de la investigación interna del Pentágono.
El servicio secreto lo creó Abraham Lincoln en 1865 para investigar a los falsificadores de moneda. Pero desde principios del siglo XX sus miembros se centran en la protección de los líderes más importantes de EEUU. El cuerpo lo forman unos 3.200 agentes especiales, 1.300 oficiales uniformados y unas 2.000 personas con funciones técnicas y administrativas.
(nota clonada de El Mundo on line.)