domingo, 1 de julio de 2012

LA CAMISA

La camisa con que te rodeé
la única vez la llevaré al
cesto sin fondo del basurero.

Es la misma que me abriste
en aquella cama aérea
donde te invité una tarde.

Es la prenda que reposó
toda la noche en el respaldo
del Hotel Latino de dos estrellas.

Aquella que te dije me alcanzaras
al asomarnos al balcón, antes
de irnos juntos a ninguna parte.

Con el paso de los días
y los meses se ha deshilachado
sin que recuerdes las solapas.

Al igual que la boca pierde piezas
dentales la camisa se quedó
sin botones, sin codos, sin nosotros.