Luz repentina
Yo estuve aquí antes,
pero no puedo decir ni cuándo ni cómo:
conozco el prado del otro lado de la puerta,
el aroma dulce e intenso,
el sonido susurrante, las luces a lo largo de la costa.
Has sido mía antes −
No puedo saber hace cuánto:
Pero hace un momento cuando remontó vuelo esa golondrina
y giraste tu cuello de esa forma,
cayó algún velo − lo supe todo, lo reconocí.
¿Ha sido esto antes así?
¿Y entonces no será que el vuelo arremolinado del tiempo
restaura con nuestras vidas nuestro amor
a pesar de la muerte,
y el día y la noche nos dan este deleite una vez más?
Entonces, ahora − ¡por ventura otra vez!...
¡Alrededor de mis ojos tiembla tu pelo!
¿No volveremos a estar como estamos ahora, acostados
y así, en nombre del amor,
dormir, y despertar, y no romper nunca la cadena?
(texto tomado del sitio "otra iglesia es imposible", versión de Inés Garland.)
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