miércoles, 4 de diciembre de 2013

Fernando Pessoa, poeta

XLIX


Me meto adentro, y cierro la ventana.
Traen el candelabro y dan las buenas noches.
Y mi voz contenta da las buenas noches.
Ojalá mi vida sea siempre esto:
el día lleno de sol, o suave de lluvia,
o tempestuoso como si se acabara el Mundo.
La tarde suave y las cuadrillas que pasan.
Miradas con interés desde la ventana,
la última ojeada amiga al sosiego de los árboles.
Y después, cerrada la ventana, el candelabro encendido,
sin leer nada, ni pensar en nada, ni dormir,
sentir la vida correr en mí como un río por su lecho.
Y allá fuera un gran silencio como un dios que duerme.


(texto tomado del blog "el poeta ocasional", traducción de Rodolfo Alonso) 

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