Gyps Fulvus
El rebaño sigue avanzando.
El pastor
le descuelga el cencerro a
la vaca moribunda
que apenas oye cómo se
aleja el tintineo
Los buitres leonados se la
comen
inteligente, quizá, que
sus congéneres
miraba un paisaje sin ver
el precipicio a sus pies
Los buitres leonados se la
comen
que gozó galopando por las
anchas praderas del valle
resbalaría al cruzar un
río
Los buitres leonados se lo
comen
El ciervo malherido se
pierde entre los árboles
Está lleno de fragmentos
de bala, se desangra
Los buitres leonados se lo
comen
envenenado por un cebo de
conejo
que dejaron en la puerta
de su guarida
Los buitres leonados se lo
comen
se pierde en la niebla, se
rompe una pierna
Nadie sabe dónde está; ni
saben que subió al monte
Los buitres leonados se lo
comen
débilmente en el suelo. Ha
comido
la carne de un zorro
envenenado
los fragmentos de plomo de
un ciervo malcazado
Los buitres leonados se
lo comen
(texto tomado del blog "alpialdelapalabra")
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