Distrito Federal— México vive la peor catástrofe agroalimentaria de los últimos 80 años, que amenaza con agudizar la pobreza extrema y los casos de hambruna entre la población, como la que se padece en la sierra de Chihuahua por la sequía que afecta al norte del país desde hace más de 14 meses.
A esto se suman afectaciones por otros fenómenos climatológicos del último año como heladas e inundaciones y el nulo apoyo al campo por parte del gobierno federal, advirtió Víctor Suárez, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productos del Campo.
Destacó que estos factores afectaron en su totalidad la producción de granos como el como el maíz, frijol, sorgo, trigo, cebada y hortalizas, entre otras, por lo que "no tenemos suficiente producción interna para el autoconsumo", además de presionar la inflación a la alza, lo que coloca en situación de alarma a la población más vulnerable.
"Como los habitantes de la zona serrana de Chihuahua", donde, dijo Suárez, el gobierno federal pretende atender el problema con la entrega de despensas y cobijas, lo que es una salida rápida, "pero no resuelve la situación a fondo".
Entrevistado por Martín Espinosa para Grupo Imagen Multimedia, Suárez detalló que los precios de los alimentos, del maíz, sorgo, trigo, arroz, pollo, huevo, carne, se están yendo a las nubes, afectando al capacidad adquisitiva de las familias, generando problemas de pobreza, desnutrición y hambre, debido a que en el periodo de siembra otoño-invierno, la cosecha fue nula en el norte, noreste y estados de la planicie. "Esto lo coloca en la peor catástrofe de los últimos años".
"Después en septiembre pasado tuvimos una severa helada en los estados del altiplano Tlaxcala, Puebla, Hidalgo y el Edomex con pérdidas totales de la siembra de maíz, cebada y trigo. Y en el sur sureste tenemos el extremo de exceso de lluvias, con inundaciones y deslaves, de tal manera que el 2011 fue el peor año agrícola de los últimos 80 años, en donde se perdió prácticamente el 50 por ciento de la producción de alimentos básicos", puntualizó.
Esto se da, aseguró, "en un contexto en el que el país ha dado la espalda a la producción al campo en los últimos 30 años", con preferencia a las importaciones agrícolas con aumentos de entre 2 y 3 veces su precio, "además de que el gobierno mexicano se ha negado sistemáticamente a constituir reservas públicas de alimentó para enfrentar estas catástrofes climatológicas".
El escenario para el 2012 "no es nada halagüeño", advirtió Suárez, debido a que la siembra de riego otoño-invierno, a realizarse en enero y mediados del mes de febrero en estados como Sonora, Sinaloa, Baja California y Tamaulipas se desarrollarán al 50 por ciento, debido a que las presas de la región se encuentran a la mitad de su capacidad, "por lo que vamos a tener todavía insuficiente abasto de maíz y otros cultivos hacia el mes de mayo, junio y julio".
Aseguró que la única alternativa para tratar de minimizar los estragos entre la población por falta de alimentos será apuntalar el ciclo de siembra primavera-verano, en la temporada de lluvias, por lo que exhortó a la administración del presidente Felipe Calderón a establecer un programa extraordinario de fomento a la producción de granos en este ciclo, promoviendo entre otras medidas un acceso masivo a créditos oportunos y de bajo costo.
Además, dijo que será necesario anticipar el apoyo al Procampo para que se entregue antes del 31 de marzo, "para que la gente tenga acceso oportuno a la semilla, fertilizantes y a los herbicidas".
De esta manera el ciclo de siembra primavera verano puede recuperar la pérdida de cosechas del 2011 y la disminución de la siembra en inverno del 2012.
Pero para eso, aseveró, se requiere una acción decidida del más alto nivel del gobierno federal, "que parta del reconocimiento que vivimos una emergencia agroalimentaria, que requiere medidas extraordinarias".
Esto, al asegurar que el gobierno lo que hace es minimizar el problema, "minimizar la realidad y por lo tanto no se toman las decisiones correctas y sólo se esperan a las catástrofes para empezar a reaccionar, como es el caso de la hambruna que se está presentando en varias partes del país, y muy señaladamente en la sierra de Chihuahua".
"Es necesario invertir ahora para recuperar nuestra capacidad de alimentarnos a nosotros mismos, tener reservar y tener el abasto nacional, pero se la ha pasado dando la espalda al campo", concluyó.
(Sólo falta que las autoridades consulten al oráculo de Delfos para que crean y dimensionen la escala del desastre. Nota tomada íntegra del Diario de Juárez.)
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