Los padres de Jeffrey Fehr piensan que su hijo se quitó la vida el día de Año Nuevo debido al acoso homofóbico que había sufrido a lo largo de su vida escolar. Fehr tenía 18 años, era abiertamente gay ante sus amigos y su familia, y había sido capitán del equipo de animadores de su instituto en Granite Bay, California. En la actualidad se encontraba bajo tratamiento por depresión y asistía a un nuevo instituto, pero según sus padres los años de acoso le habían dejado una huella demasiado profunda.
“Siempre nos haremos esa pregunta,” declaró su padre, Steve Fehr, “pero lo que sí sabemos con certeza es que durante años y años hubo gente que lo humilló por ser diferente. Eso lo dejó dañado. Le pesaba. Nunca llegó a creerse lo maravilloso que era, y cuánta gente lo quería”. Fehr fue acosado por ser diferente a partir de los 9 años, lo llamaron “maricón” por primera vez a los 12, y el instituto podía ser descrito como un “auténtico infierno”. “Un acosador puede decir algo y olvidarlo en 10 segundos”, dijo Steve Fehr. “Pero la gente como Jeff nunca olvida esas palabras”.
Hace tan solo unos días tuvimos que dar la triste noticia de Eric James Borges, otro adolescente LGTB californiano, de 19 años, que también se quitó la vida ante el peso del sufrimiento acumulado.
(nota tomada del blog ´dos manzanas´)
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