El Paso — Ante el incremento de personas refugiadas aquí, que se han visto afectadas por la violencia en Ciudad Juárez, El Paso se está convirtiendo en una ciudad con características de psicosis colectiva.
El especialista, Carlos Perlasca, quien atiende diariamente a más de una veintena de juarenses con estrés postraumático, dijo que el incremento de personas que buscan resguardarse aquí ha sacado a la luz una comunidad cada vez mayor afectada psicológicamente por los estragos de la violencia en la vecina ciudad.
“Las personas que estoy atendiendo son personas que están resguardándose aquí o que cruzan a tratarse por estrés postraumático. Cuando ya hay una comunidad grande con el mismo padecimiento, esto se convierte en psicosis colectiva”, explicó el psicólogo.
Adelantó que dicho fenómeno social puede traer consecuencias negativas y positivas, de las cuales algunas se han empezado a hacer notorias en la ciudad.
“Las consecuencias positivas se pueden ver en los grupos de ayuda. La gente se empieza a organizar, los vecinos tienen más consciencia. La unión social, y el cuidado mutuo son algo positivo de una comunidad afectada”, dijo.
Perlasca puso como ejemplo el programa 'eyewitness', que permite a los ciudadanos servir como vigilantes de los hechos que ocurren en sus vecindarios.
Por otra parte, dijo que las consecuencias negativas también se han dejado ver en los últimos años.
“El aumento de robos, asaltos, y de la delincuencia en general es una consecuencia directa de una población con estrés postraumático”, agregó.
Advirtió que tanto en Juárez como en El Paso los hábitos de las personas han cambiado “en respuesta directa” a la ola de violencia en la vecina ciudad.
“La gente ha cambiado sus horarios, sus salidas, rutinas. Se respira más calma aquí (El Paso) pero uno sigue andando con cuidado, es decir que se está más tranquilo pero aún así las personas afectadas directa o indirectamente no se aflojan por completo. Uno se queda con cierta precaución permanente”, manifestó.
Los médicos en Ciudad Juárez coincidieron en que técnicamente, todos los habitantes de esta urbe sufren de ansiedad crónica, sin embargo, dicen, "a una persona que le ha tocado de cerca, ya sea un secuestro o la extorsión, los síntomas se le disparan al grado que necesitan de gran ayuda terapéutica".
El estrés postraumático afecta a personas que han sufrido de algún incidente violento directamente, como es el caso de una extorsión, secuestro o incluso el asesinato de un ser querido. Sin embargo existe también un padecimiento indirecto que sufre alguien que ha visto a sus familiares padecer de estrés postraumático.
Especialistas en El Paso han visto también un cambio en el tipo de migrante en los años recientes.
Un sociólogo de la Universidad de Texas en El Paso afirmó que la mayoría de los migrantes hace algunos años eran obreros, campesinos o personas con “una necesidad socioeconómica” de cruzar a los Estados Unidos.
Sin embargo, el migrante actual “es una persona con poder económico, como médicos, empresarios. Gente que antes no tenía la necesidad de migrar”.
Perlasca concordó con el sociólogo y agregó que lo anterior se da ante una nueva necesidad: El miedo.
“No es malinchismo el que mucha gente se cruce para acá. Es la necesidad de supervivencia. Si quiero sobrevivir me voy para El Paso”, dijo el médico.
Por su parte, el sociólogo profesor de UTEP expresó que la migración no es temporal, como se ha dicho recientemente, y que en cambio “se está haciendo perm
“Las personas que pueden ya no van a regresar. Están comprando casas, estableciendo negocios, todo esto para no volver”, manifestó el experto.
Un claro ejemplo es el grupo denominado La Red, conformado en su mayoría –pero no en su totalidad- por empresarios provenientes de Ciudad Juárez, el cual ha incrementado el número de miembros de 90 a más de 300 en los últimos años.
(Nota tomada del Diario de Juárez.)
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