San Antonio, Texas— Imágenes oscuras vinculadas con la guerra de las drogas en México, incluyendo algunos santos profanos de muerte y contrabando, están apareciendo al norte de la frontera, una señal de la creciente influencia de los cárteles en Estados Unidos, dijo un alguacil.
Figuras de la Santa Muerte, un esqueleto con una capa negra, están emergiendo en áreas que no tienen grandes poblaciones de origen mexicano, dijo Roberto Almonte, quien está viajando por el país para capacitar a las fuerzas de seguridad sobre los iconos del folclore mexicano asociados con la guerra de las drogas, esperando generar "advertencias de que si se encuentran con alguno de estos, sean más precavidos".
"Este no es sólo un fenómeno del sur de Texas o de la frontera suroeste", dijo Almonte, quien mencionó casos recientes en Nueva Hampshire. "Los traficantes de drogas mexicanos no hacen tratos únicamente con otros hispanos. Así que estamos viendo casos donde traficantes anglosajones y negros también están usando esto como protección".
Los medios no tuvieron acceso a la presentación de Almonte, pero habló con antelación a reporteros y les mostró una muestra de parafernalia de los santos del bajo mundo, incluyendo una capilla de la Santa Muerte, cuya imagen es la que suele verse con mayor frecuencia, así como tarjetas de oración y velas en su honor.
Otras imágenes comunes relacionadas con los traficantes son las de Jesús Malverde, el santo patrón de los traficantes de drogas —una especie de Robin Hood ejecutado por las autoridades mexicanas en 1909—, y Juan Soldado, el patrono de los migrantes ilegales.
Almonte dijo que muchos traficantes también le rezan a santos legítimos de la Iglesia católica, y no es inusual encontrar sus casas ornamentadas con imágenes de la Virgen María y de la Santa Muerte, una figura femenina que sostiene una guadaña en su huesuda mano.
Los traficantes de drogas y hasta los residentes de barrios golpeados por la violencia imploran a la Santa Muerte para que los proteja, algunas veces erigiendo capillas con su imagen en la que dejan limosnas, tequila, cigarros y dulces. No todos los creyentes de la Santa Muerte son criminales, pero con frecuencia los que están en líos con la ley son sus seguidores más devotos, dijo Almonte.
(Cofradía: congregación autorizada de devotos con fines piadosos. Aunque se desconoce la fecha exacta del origen de las cofradías, se presume que surgieron en la Edad Media con las grandes epidemias que diezmaron cantidades industriales de seres humanos. Fueron congregaciones de católicos que buscaban procurarse cristiana sepultura y auxilio espiritual ante la amenaza de epidemias para entonces desconocidas y para las que no había remedio. Al tener un origen piadoso se alimentaban de limosnas para hacerse de fondos y sepultar al congregante que había fallecido por enfermedad, regularmente repentina como era el caso de grandes epidemias de, por ejemplo, peste o influenza. Luego de la muerte proseguían los gastos con las misas en memoria del difunto, etcétera. Perduran hasta la fecha, como ejemplo vivo se encuentra en distintos puntos del territorio mexicano la cofradía de san Juan Bautista, que ha conservado memoria de la celebración anual de la morisma (recrea, a su modo, la primera representación naval de la lucha entre moros y cristianos), como celebración del triunfo de la religión católica sobre la otra. Acaso la adoración hoy en día de la llamada "niña blanca" o "santa muerte" sea una derivación de aquellas festividades religiosas de origen medieval -el esqueleto es una representación de la muerte desde aquel entonces-, que en nuestro país tuvo un grabador excepcional con la obra que nos heredó José Guadalupe Posada y que posteriormente hemos visto más alegorizada y con otra dimensión plástica en la obra de Frida Kahlo. La nota periodística se tomó del Diario de Juárez.)
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