martes, 12 de enero de 2016

Luis Armenta Malpica (1961 )

Sombra del cielo que arde

Penúltima vez


VIII

El cuerpo ya no es más la veladora
que el viento del deseo a bocanadas ciega.
Desde un salmo remoto
de enemiga distancia hasta la pluma que baja por el ave de mi mano
dejo un rastro de pólvora en tu boca
para que arda el amor
y descubra ese vuelo que levanta relámpagos
en el reino vencido de la cera.


("envés del agua", ed. gobierno de jalisco, guadalajara, méxico, 2012)

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