viernes, 2 de diciembre de 2011

Nicanor Parra, el poeta ligero

Es culpa de Roberto Bolaño. Fue el autor de Los detectives salvajes quien puso el grito en todo Hispanoamérica: "El que sea valiente que siga a Parra", escribió y cada vez que podía, insistía en que el anti poeta debía ser leído. Hizo más que eso: en 1998 llevó al crítico español Ignacio Echevarría a Las Cruces a conocer a Parra y echaron a andar la idea de reunir toda su obra.

Con el título de Obras completas & algo +, y curado por Echeverría, el primer volumen apareció en 2006: más de 1.200 páginas que incluye la producción de Parra entre 1935 y 1972. En el prólogo estaba Harold Bloom.
Publicada por el sello Galaxia Gutenberg, echó a correr con propiedad, por primera vez, la singular voz de Parra en España. Cinco años después, y un mes antes del fallo del Cervantes, se publicó el segundo tomo y final de las obras.
Obras completas & algo + II recoge los poemas, artefactos, objetos que Parra ha escrito y diseñado entre 1975 a 2006. Es, de nuevo, un libro gigante: 1.200 páginas. Si en el primer volumen se recogía el primer estallido de la antipoesía, acá están las consecuencias: de Sermones y prédicas del Cristo de Elqui, Hojas de Parra, Chistes para desorientar a la policía hasta Rey Lear, su iconoclasta versión de la clásica tragedia de Shakespeare e innumerables trabajos dispersos de los 70 y 80.
En total son casi 2.500 páginas que muestran el despliegue de una estética que redescubre el lenguaje, plantea una nueva mirada a la experiencia vital y sitúa a Parra entre los poetas contemporáneos más complejos y arriesgados.


(cuando viajas cerca o lejos prefieres llevar un libro ligero, no los noventa tomos de la obra completa de Fulano de Tal. Así, si llevas bajo el brazo "¿Quieres hacer el favor de callarte, por favor?", es claro que lo habrás leído y releído antes de regresar. Flaco favor se le hace a Tomás Segovia si un día le publican su obra completa pues estará condenada a no viajar conmigo, en cambio, esperaré paciente a que un alma caritativa se ocupe de urdir una antología del recientemente fallecido poeta. Por eso se agradece la recopilación de Julio Ortega, "Poemas para combatir la calvicie", de Nicanor Parra, FCE, Santiago de Chile, 2010.Nota tomada del diario La Tercera.)

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