Bahía oscura
(fragmento)
XXXI
Estamos aquí, en Labrador. Siempre había querido
estar aquí, especialmente contigo,
en esta cabaña, y el fuego alumbrando. Llevas
puesto un traje Calvin Klein y yo visto
la chaqueta de terciopelo del esmoquin de mi padre. Nada más.
¿Por qué? Porque estoy contento. Y atento
al primer indicio tuyo de que es hora de irnos
a la cama. Estos momentos previos al amor
son los más felices de mi vida. Me pregunto si
formaremos parte de alguna predicción de lo que
el mundo pudiera ser en su mejor momento,
si en este frío paisaje libre de compras
nos dirigimos hacia donde va el mundo.
O si somos parte del registro de lo ya
ido, un signo de las profundidades
en las que el mundo se hundió. Tu lujoso traje,
mi chaqueta raída, esta cabaña sin agua
corriente, ni una estufa en condiciones, ni estéreo ni televisor
pudieran significar tan solo una broma en la suma
final de los logros a reclamar
algún día lejano. Aun así, aquí estamos
y eso no pueden quitárnoslo,
y si se ríen, qué importa, aquí estamos
felices en Labrador, bailando hasta el amanecer.
("altazor",trad. jeanette clariond)
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