lunes, 28 de septiembre de 2020

Amanda Durán (1982 )

 La belleza

a.

Desperté con el cielo adentro

alguien lo derramó mientras dormía

me gustaría saber quién, o al menos cómo.

Por eso no te llamo

porque no se puede hablar

con el cielo así todo incrustado.

Al abrir los ojos

empieza a brotar celeste

como cascadas

y el lagrimal se rompe:

no duele tanto pero sabes -tú sí sabes.

 Nadie quiere deshacerse del cielo tras habérselo bebido

entero.


b.

La última palabra de mi madre fue un aullido.

Sostuve su cabeza con mis manos

y rompí el cascarón de su frente, para que pudiera irse.

Ella se quedó ahí observando

cómo el reloj seguía el mismo baile

de esa mañana cuando el mismo cuadro,

colgado en la pared, se movía con el viento.

Abrí con mis dientes la herida

para que saliera volando.


("leepoesia")

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