Una camisa colgada en una silla
Mi corazón nació desnudo
y fue envuelto en canciones de cuna.
Más tarde solo llevó
poemas por ropa.
A modo de camisa
cubrían mi espalda
los poemas que había leído.
Así viví durante medio siglo
hasta que nos encontramos y no hubo necesidad de palabras.
Por la camisa colgada en el respaldo de la silla
sé esta noche
cuántos años
de aprender de memoria
te he esperado.
("el azul de los lápices", s/c al trad.)
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