Borradores de la verdad
Esos que murieron tronados
sin llegar a los 30,
esquineros de astillados postes donde la pasta
dura el corazón remendaba
de un precipicio seguro,
raza de nadie, calamidad de poetas,
esos despellejados Ojedas,
hojas de ruta de incendio,
peores Cornejos, imposibles Bullitas,
dándole crepusculares
a su pedal dale y dale,
Vegas desabrigados, Olivas de pura palta,
bonzos Recaldes, recontrabismados Rupays,
dándole y dándole,
luciérnagas de la mala vibra,
el puñado de sal que Dios arrojó
contra espejos rotos
para que el día con su mafiosa costumbre
los hiriera de indeseables honduras,
esos obstinados adolescentes,
borradores de la verdad, de la niebla pena,
dándole duro al pedal
de su bicicleta, dándole con filo indio
por los márgenes sucios del poema
donde la vida se desvanece
y es un molino de agua que un arrozal
reverdece entre impecables garzas
lo que hacen girar con su pedaleo
de piadosos reveses.
(texto tomado del blog "cascada de palabras")
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