ensayo sobre el jabón
siempre ha habido una pastilla a la mano,
siguiendo sus propias fases,
menguando, como casi todo,
luego resurgía, lleno otra vez
y blanco radiante en la jabonera.
pesaba en el puño como una piedra,
espumaba, se reblandecía:
uno lavaba el caín del abel.
si lo olvidábamos, se deshacía
en una lasca de asteroide cuarteada,
pero helo ahí, húmedo y refulgente
como un objeto extraído del fondo del mar,
primoroso durante algunos segundos,
estamos todos sentados a la mesa:
una noche sin luna, las manos fragantes.
("periódico de poesía", unam, 6 mayo 2019, versión víctor herrera)
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