Precoz otoño
La niebla es de plata, borra
las sombras de los pinos,
agranda los jardines
al alba.
Al chopo le amarillea una hoja
y al castaño del monte
se le ha muerto una rama.
Temores que ajenos a sí mismos
duermen en el aire celeste:
este final que cada año vuelve
y es siempre nuevo.
Como el último árbol del bosque,
el último hombre ha contado las muertes;
sin embargo su muerte lo alcanza
por sorpresa.
18 de agosto, 1935
("la nube habitada", trad. herme g. donis)
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