La lluvia
Toda la noche el sonido había
regresado nuevamente,
y nuevamente cae
esta tranquila, agua persistente.
¿Qué es lo que soy para mí
que debe ser recordado,
en lo que se debe insistir
tantas veces? Es acaso
que nunca la serenidad,
incluso la dureza,
de la lluvia cayendo
habrá de tener para mí
algo distinto de esto,
algo no tan insistente—
habré de ser encerrado en esta
incomodidad final.
Amor, si me amás,
recuéstate a mi lado.
Sé para mí, como la lluvia,
el salirse
del cansancio, de la vanidad, de la semi-
lujuria de la indiferencia intencional.
Permanece mojada
con una decente felicidad.
("al pial de la palabra", vers. esteban moore)
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