Plegaria
Dios de las libélulas, de las mariposas nocturnas,
de las alondras y las lechuzas,
Dios de las lombrices, de los escorpiones
y de las cucarachas de cocina,
Dios que enseñaste a cada uno algo distinto
y sabes de antemano qué le ocurrirá a cada cual,
daría lo que fuera por entender lo que sentiste
al fijar las proporciones
de los venenos, colores y perfumes,
al colocar en un pico el cantar, y el graznar en otro,
y en un alma el crimen, y el éxtasis en otra,
daría lo que fuera sobre todo por saber si te arrepentiste
al hacer víctimas a unos y a otros verdugos,
igualmente culpable ante todos
porque a todos dejaste ante hechos consumados.
Dios de la culpabilidad de decidir en solitario
la proporción entre el bien y el mal,
balanza que apenas mantiene en equilibrio
el cuerpo ensangrentado
del hijo que no se te parece.
("life vest under your seat", s/c. a traductores)
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