Yo no lo sé de cierto, pero me lo dijeron cuando vine a vivir a esta ciudad de cantera y sol ardiente: había una vez un gobernador, aficionado a los toros y priísta, que llegaba a las tres de la madrugada al diario más vendido y con más lectores: ¡Páren máquinas", ordenaba, y en sus narices se cambiaba la nota principal, la de ocho columnas, pues siempre había quién le informaba "a tiempo" de aquello que podría "incomodarlo".
Algo parecido sucede hoy día, hemos visto temblorosos de rabia, impotencia e indignación, cómo la delincuencia mantiene bocabajeado al personal del Diario de Juárez, sólo que ahoraa con bajas en su cuerpo de reporteros y fotógrafos; pero no sólo eso sino que los capos mantienen "halcones" (informantes) al interior del medio. Sí, como aquel gobernador de Zacatecas por cuyas venas corría mercurio cuando le avisaban de una crítica en primera plana.
Los directivos del diario fronterizo niegan una abdicación ante las fuerzas del mal, en todo caso el compás, a punto de cerrarse, de la inexistente libertad de expresión y opinión es consecuencia de una política improvisada e implementada al inicio de este via crucis que todos padecemos, con una cosecha superior a las 28 mil víctimas "colaterales", entre éstas criaturas de brazos, mujeres, estudiantes y periodistas, camarógrafos y reporteros -algunos que se estrenaban como pasantes universitarios, es decir, sangre fresca-Aquí el nexo con la nota aparecida en el diario El Mundo, español.
http://www.elmundo.es/america/2010/09/22/mexico/1285160969.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario