Arte poética
En una novela, una taza es sólo
una taza -que puede derramar
café sobre un poema, si el poeta,
entiéndase bien, fuera el personaje.
En un poema, aún manchado
de café, el poema es ciertamente el
cuenco de una mano -por donde yo
bebo el mundo, maravillada, si tú,
entiéndase bien, fueras el poeta.
En nuestra novela, no siempre soy
yo quien lleva las tazas a la mesa
para que nos sentemos por la noche, tomados
de las manos, para comentar que la lata del café llegó
a su fin, que la vida
ya va muy avanzada para todos
los libros que aún pensamos leer.
En mi poema, no necesitamos café
para mantenernos despiertos: mi
boca está siempre en el cuenco de tus manos,
todos los días hay páginas en tus ojos,
la vida se escribe sin nunca envejecer.
["nueve poetas portugueses para un nuevo siglo (antología), sel., prólgo y notas de nuno júdice, ed. unam, méxico, 2016; traducción josé javier villarreal]
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