Escrituras sagradas
Quién, cerca de la muerte,
no se acobarda por la blancura del papel,
por el silencio de la tierra deshabitada,
por la corriente que se despeña indiferente
a los abedules nuevos como arriba
lo fuese a la luz festiva del serbal.
Quién en esta circunstancia cotidiana
puede negarse a darle madre a la voz
y a no testar en líneas largas y claras
todas las palabras en las que sintió la vida.
Cómo irse callando
sin tapiarle la herencia a una ventana,
sin dejarle al compañero las escrituras sagradas.
("portal de poesía")
No hay comentarios:
Publicar un comentario