Nogal
Yo tuve un nogal amigo que era un elefante
sus hojas eran ojos que vibraban con el viento
y el estuche verde de sus nueces teñía las manos
su corteza se desprendía en anillos
era mi hermano gris
generoso y suave
era fácil treparlo
abrazarlo
acariciarlo
llegar muy alto
esconderse entre sus brazos
mis ojos latiendo entre sus ojos
sintiendo el perfume de las cercanas cerezas maduras
debería haber llorado sobre las marcas
cuando la soga de la hamaca fue retirada
porque ya era la despedida
ahora él sigue en el mismo lugar
tal vez más gruesos sus brazos más finos
tal vez haya sobrepasado el tejado
y sigan cerca los frutales vecinos
y cuando yo ya no esté en este mundo
él seguirá creciendo y reconstruyéndose
y no seré más la que lo abandonó para seguir su camino
sino parte de todo lo que él deja atrás
en el transcurrir de su larga vida enraizada.
("marcelo leites")
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