Pijama
Abrió la puerta.
El pijama tenía una especie de cierre metálico
que contrastaba con su pelo negro,
daba sensación de basalto, la figura humana
esculpida, visible sólo por el brillo
en el límite de las sombras.
Exudaba aromas jabonosos
y los propios se exaltaban con la cercanía,
entonces comprendí la paz
de quien llega a casa exhausto y descubre
una realidad más hermosa
que cualquier recuerdo.
Me siento en el sillón
con su cabeza pesada, relajada sobre mi hombro
y acerco la nariz a su cuello
para sentir que el día esta completo.
("marcelo leites")
No hay comentarios:
Publicar un comentario