Tres poemas
Un poeta tiene ojos de agua.
Beben de ellos
animales pajizos
poemas coagulados
pájaros de piedra
y hasta el diablo.
Los zoológicos son distracciones
donde el espectador es inevitable.
¿Qué hay de los espacios
donde la animalidad nos obliga a olvidar?
Dijo Jeremías que mientras yo escribo me alumbro con el infierno.
¿Por eso mis manos arden?, ¿por ello el aguardiente quema mi
garganta?, ¿por el volcán que poco a poco crece en mi hígado?
El alcohol es un hacha para trozar el mar de nuestra boca. Su
filo es quemadura doble, el único lenguaje ante la hoguera.
("cofre de pájaro muerto", ediciones de punto de partida, unam, méxico mmxiv)
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