Como Bagoas
Ahora que has logrado
con tiernas escaramuzas penetrar
los frágiles muros de mi alcázar
entra a saco en mi corazón
y conserva la mejor parte del botín
-me haría feliz saber
que para ti he guardado mis riquezas
No temas hacerme daño
sé severo conmigo
enséñame a ser
tu buen muchacho
Haz encender las brasas
y con candentes hierros
graba en mi piel tus iniciales
pues quizás
harto de mí
partas mañana para emprender nuevas conquistas
y quisiera poder testimoniar
que he sido amado por ti
hermoso caballero.
(fuente: Ajuste de cuentas. La poesía colombiana del siglo XX, de Harold Alvarado Tenorio, con un prólogo de Antonio Caballero, editorial Agatha, Palma de Mallorca, 2014.)
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