Lecho
La niña saborea un granizado de menta.
Un perro, díscolo.
El aroma de las lilas, arpegios; en la penumbra una
mano subdivide en el aire ideogramas.
Una jarra, se vuelca.
Brotaron
dos hortensias (trapo y papel de china) harapos.
En la consola un ciclista de juguete con un martillo de
plata irá a iniciar la hora en unos instantes.
Las once, fosca.
(texto tomado de El carillón de los muertos, edición Universidad Veracruzana, col. Ficción, Xalapa, México, 2006.)
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