Enrique Guzmán
Me tapo los ojos al hacer mi retrato.
Soy la niña del columpio, aunque al mismo tiempo,
soy una golondrina.
Tengo vísceras de conejo y pico de paloma.
Me seducen la patria con la boca abierta,
el cielo repleto de alfileres y mi corazón
al caer por la escalera.
Amo tanto las navajas de rasurar,
que no me mataré con ellas.
Elijo colgarme de una soga
desde lo alto de un inodoro desafiante.
(texto tomado de Población de la máscara,
ed. Almadía, México, 2010)
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