Es una prenda de vestir sobria
que lo mismo puede lucirse en ocasiones
de verano, en tardes otoñales
e incluso en la senectud...
Es posible que su uso frecuente
lleve a un modo de narcisimo
de espejos empañados
o a su abuso del forro y el envés...
Si esto sucede a una edad
temprana provocará, irremediablemente,
la aparición de erupciones inocultables
en nariz y mejillas y ocasionales pelos en las palmas...
La ventaja de esta pieza,
sea de mezclilla, de cuero o seda,
es que salva de apuros y suspiros
lácteos cuando los glúteos gemelos
no se encuentran a la mano...
Pero el abuso, irremediablemente hay que repetirlo,
hay que comprobarlo, crea hábito, como el consumo de cigarro,
como la abundancia en el comer y el beber,
como la manía de hablar solo y dormir solo...
2 comentarios:
Hermoso poema de esta prenda de vestir que a tantos y tantos millones de seres humanos
nos ha sacado de apuros en noches de soledad y frio. Felicidades Uriel.
Hay nanito, confundes la sastrería con la manuela, pero a tu edad es comprensible...que... emplés la chaqueta en plenos calores, sofocos, sudoraciones y bochornos de la andropausia...Ferverzo
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