Fruto de otros tiempos
Viejo el crepùsculo que visita al zaguàn por las mañanas
Viejo el aire que atraviesa los cuartos como el tren que sabe su camino
Viejo el reflejo enjaulado en las ventanas
Viejo el blanco que deslinda los jazmines en el patio
Viejo el espejo que hunde a la noria en el pozo de la noria
Viejo el madero que entreteje el emparrado
Viejo el dìa sobre tu casa
Viejo el sol que ya no sigue a tu sombra por la tarde
("atardecer del sèptimo dìa", ediciòn instituto de cultura de durango, mèxico, 2005, col. cielo de palabras.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario