sábado, 2 de junio de 2018

Lêdo Ivo (1924/2012 )

Los cuervos



Todavía hoy veo a los cuervos.
Están posados en la hierba.
Ninguno de ellos grazna.

Siempre me acuerdo de los cuervos
y de sus plumas lustrosas y suaves
que brillan en el día inmóvil.

Cuando voy por una gran ciudad
y atravieso un puente o un río
los cuervos silenciosos me acompañan.

Y es ese silencio el que me incomoda.
El silencio de los cuervos posados en la hierba.
El silencio del mundo cuando hay cuervos.



La lechuza blanca



En mi casa entre los árboles oigo el rumor de la noche.
El viento persigue a los astros crepitantes.
Las montañas bajan con dirección al mar como rebaños
que no hubieran esperado la licencia de la aurora para la
     migración necesaria.
Y la hierba crece. Y el agua corre. Y el mundo recomienza
como una palabra interrumpida. Y las nubes caen del cielo
y se arrastran en el camino dañado por las lluvias de enero.
Un piar atraviesa el follaje murmurante.
La lechuza blanca, mi hermana sedentaria
vigila en la oscuridad el mundo abandonado
por tantos párpados cerrados.



("estación final, antología de poemas 1940-2011", ed. nod-taberna libraria ed., zacatecas, méx., 2013, trad. mario bojórquez)

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