La poesía
Temblorosa, como una flor desnuda,
te descubrí en la infancia. Simplemente
un susurro, un aroma por la frente,
tu luz en mi palabra ciega y muda.
Como quien ama y con su amor se escuda
de la monotonía de la gente,
conmigo te llevé secretamente,
razón del sueño entre mi fe y mi duda.
Fuiste el misterio y la belleza, todo
lo que en tu nombre amé y hoy es el modo
de una nostalgia que a vivir me ayuda
cuando abro un libro y vuelves, temblorosa
—susurro, aroma, luz, desnuda rosa—,
con Garcilaso, Rilke, Banchs, Cernuda.
("poéticas")
No hay comentarios:
Publicar un comentario