Te empeñas en llegar hasta el final,
en exhumar ausencias, noches rotas,
mientras te va emergiendo
de yo no sé qué abismo de la mente
un iceberg de dudas que intentas derretir.
Y al amarnos, pues insistes en eso,
todas nuestras caricias se deforman.
El cuerpo es una jungla
tan poderosamente enmarañada
que nada hay más difícil que encontrarnos.
Nunca estamos tan solos como ahora.
Pero el dolor, que es sabio, nos engaña.
("rua das petras")
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