El triángulo sabio
Había una vez un triángulo
Tenía tres lados
Escondía el cuarto
En su ardiente centro
De día escalaba sus tres cumbres
Y admiraba su centro
De noche reposaba
En uno de sus tres ángulos
Al alba contemplaba cómo sus tres lados
Convertidos en tres ruedas ardientes
Se perdían en el azul sin retorno
Sacaba su cuarto lado
Lo besaba y quebraba tres veces
Para ocultarlo de nuevo en el viejo lugar
Y otra vez tenía tres lados
Y de nuevo escalaba de día
Sus tres cumbres
Y admiraba su centro
Y de noche reposaba
En uno de sus tres ángulos
("poesía", ed. calamus-fce, méxico, 2012, 2a. ed., trad. juan octavio prenz)
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