sábado, 28 de mayo de 2016

Enrique Solinas (1969 )

Magnificat


Hoy desperté y mi cuerpo
tenía olor a flores,
a perfume de orgasmo y alegría.

Los animales obedientes acompañaban
el transcurrir violento y ciudadano.
El tráfico en las calles se partía en dos
cada vez que deseaba cruzar
hacia la otra orilla.

Voces diversas escuché
y entendí todas las palabras del mundo.
Dos marcas rojas en mis manos
anunciaron la transformación.

“Soy santo”, me dije, “soy santo”.

“En el exceso de la muerte
        y la vida

está la redención".


("al pial de la palabra")

No hay comentarios: