martes, 17 de mayo de 2016

Antonio García Vargas (1942 )

Entré en el cerco mágico



Entré en un cerco mágico trazado entre las llamas
penetrando en la alquimia del modo
y de la causa.
En un fugaz momento copulé en la secuencia,
fui nexo y circunstancia en el abril de mi cuerpo
y desde lo profundo me derramé en el sepulcro
de la memoria cómplice.
Y me supe pasado, futuro y esencia de Nada,
la grácil estructura de un teorema jamás configurado,
el Arts Magna de Cardano, sirena de Ulises,
esa eterna centuria que repite su ascenso al Calvario,
la imposible hipotenusa de tus senos,
Sócrates con-venciendo a la cicuta,
feroz acometida de metáfora androide
que araña la piel cual loba desde mi último verso
y eterno ¡al fin!, viajero cautivo deletreado
en la rugosa piel del viejo pentagrama.


("punto en línea")

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