Nos hemos extraviado en este mundo.
La oscuridad nos acompaña.
Somos como niños que se abrazan
Tímidamente en el abismo.
Chapoteos viajan por ríos tristes;
Orfeo busca la sombra amada.
Alguien nos unió el uno al otro
Y alguien de nuevo nos separa...
Dolor inerme. Gritos sordos.
La mano arde aún en la mano.
Y la roca húmeda en la lejanía
Balbucea un nombre: Eurídice.
29 de junio de 1905
París
("el instante maravilloso, poesía rusa del siglo xx", ed. unam, méxico, 2004, trad. jorge bustamante garcía.)
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